En septiembre del 2023, Rocío Almanza nos compartió la foto de su hija Evelyn con una sonrisa enorme que deja ver claramente sus brackets, y vistiendo una blusa rosa, y está en el 2do mural de Feminicidio de Saltillo en Casa La Comuna.
Jackie Campbell
SemMéxico, Saltillo, Coahuila, 26 de abril, 2024.- En la Audiencia de Individualización de Sanciones en las que se sentenciaría a un Feminicida, el Agente del Ministerio Público de la Fiscalía del Estado de Coahuila, Eliud Recio le preguntó a la madre de la víctima: “Si estuviera en tus manos hacer justicia por lo que hicieron a tu hija, qué harías?”, “Lo mataría”, respondió de inmediato sin siquiera respirar, Rocío Almanza.
Ella es una mujer trabajadora, que desde el 16 de octubre del 2022 ha estado acompañada por sus hermanas y hermano, sus padres, sus hijas e hijo, y algunas colectivas que sostienen su dolor y sus ganas de morir ya que piensa que es injusto que su hija se vaya sola de este mundo.
Con la muerte de la tercera de sus hijas, ha muerto una parte de ella misma, aunque también se preocupa por la salud física y mental de sus otros hijos y de su nieto, y es consciente de que debe estar bien para que todos en la familia lo estén. Ella no va a negar o bloquear lo ocurrido, pues extraña a la hija que desde niña fue “como una pirinola”, inquieta, sonriente, divertida, sensible y bailadora; si se le pedía un consejo, se ponía seria y daba su opinión, pero era una guerrera y sobre todo defendía a capa y espada a su madre y a Ángel su hermano, “a Ángel no me lo toque nadie”, decía Evelyn.
Del lunes 22 al viernes 26 de abril se desarrolló el Juicio Oral de la causa 2385/2022 en la que se presentaron pruebas y testimonios que probaron que Alejandro Rendón Bernabé es el autor material del quinto Feminicidio ocurrido en el año 2022 en la ciudad de Saltillo, Coahuila en contra de Evelyn Aidé Mendoza Almanza, de 16 años de edad. En el juicio a cargo del Juez Penal Pedro López Medrano, éste confirmó que se trata de este delito puesto que quedó acreditada la relación de confianza entre el sujeto activo y la víctima tal como lo menciona el Protocolo de Investigación Ministerial, Policial y Pericial con Perspectiva de Género para el Delito de Feminicidio de la Procuraduría General del Estado de Coahuila. Durante las audiencias se verificó que el agresor, de entonces 36 años de edad, acosaba a la adolescente en redes sociales (FB y WhatsApp) desde el 31 de marzo del 2022.
Tras un mensaje en el que el joven envió fotografías íntimas, y ofreció drogas y nalgadas a cambio de sexo, la joven lo bloqueó, sin embargo, continuaron conversando una vez más desde el mes de junio hasta el 16 de octubre del 2022, importante periodo en que el sujeto planeó el contacto y el convencimiento de la víctima para que estuviera con él. Esta relación de confianza hizo que ella subiera a la moto que él conducía, y que se dirigieran al departamento que éste alquilaba. A pesar de que Evelyn le escribió a su mamá diciendo que llegaría a casa, no fue así. Una vez que Evelyn salió de trabajar se fue con él y no puedo cumplir más su acostumbrada frase: “Ma, yo siempre regreso”.
Esa noche, tanto la familia como amistades, la empezaron a buscar, sabían que no era normal que no respondiera llamadas o mensajes, y la sensación de inseguridad les movilizó de manera inmediata para localizarla. La ficha del reporte de la Unidad de Búsqueda decía: “Se considera que la integridad de la menor puede estar en riesgo”. La localizaron al tercer día en el departamento del joven con quien se encontró el domingo.
El miércoles 19 de octubre agentes de la Fiscalía citaron a Rocío en el domicilio donde la localizaron y sin que una agente del Ministerio Público pudiera contener las lágrimas del dolor, le dio la noticia. En criminología “la única verdad es la realidad y la única realidad son los muertos”, así que a falta de declaración del feminicida, quien al inicio del juicio se declaró inocente, y como pasa en el resto de delitos de índole sexual en los que suele no haber evidencia o testigos, había que considerar la palabra del cuerpo sin vida de la joven localizada y para ello la actuación de la Doctora María del Consuelo Mares cuyo rol en la investigación fue de identificar la muerte de una joven “menudita” fue revelador. La doctora evidenció que el cuerpo de Evelyn había sido “encalado”, y que tenía en el ano un tapón hecho con papel sanitario.
Esto pudo haberse hecho para evitar olores, sin embargo los conocimientos de química del agresor, lograron que las muestras del cuerpo estuvieran contaminadas por la cal. El cuerpo estaba envuelto en un cobertor color rojo y negro, en el interior de un contenedor de basura negro emplayado, y de nuevo, más cal sobre todo ello. Lo que reveló el cuerpo fueron hemorragias en la cabeza, lo que indica que recibió golpes fuertes, resaltando uno en el cuello, con estos el agresor sometió a la víctima, dejándola “no completamente consciente” motivo por el que ella no tuvo oportunidad de defenderse. Después fue estrangulada, para lo cual se utilizó brazo y antebrazo, provocando anoxia cerebral, lo que determina que se trató de una muerte violenta.
Sin esta declaración y la de la madre de la víctima que la reconoce, no se hubiera logrado dar un fallo condenatorio al perpetrador de la violencia feminicida. El desarrollo conceptual de la violencia contra las mujeres ha tenido un gran avance a partir del registro y la documentación de la realidad, lo cual ha impulsado transformaciones jurídicas, cuyo objetivo jurídico busca garantizar los derechos de las mujeres no sólo en la ley, en su aplicación y sus interpretaciones, sino dentro del lenguaje, en la estructura del Estado y en la sociedad.
La diferencia entre ver a una mujer maltratada como víctima de una situación particular, y reconocer que la violencia contra las mujeres es un problema de derechos humanos que tiene su origen en la estructura misma de la sociedad, fue consolidada desde los años 90s y sigue siendo un reto, pues los grupos antiderechos siguen rigiendo la ruta social y política de nuestras comunidades. Hablar de lo que está sucediendo a las mujeres, permite colocar el tema en los ámbitos necesarios para que tenga efectos en la vida de las mujeres, entendidas en sus múltiples diversidades.
Es necesario visibilizarlo sin mitos ni tabúes para que la sociedad en general esté más atenta a lo que sucede, para que sanen las heridas de esta violencia, para exigir protección, una vida libre de violencia, y no repetición en los casos en los que no se nos pudo garantizar la vida y la seguridad de niñas, adolescentes y mujeres. No se debe permitir que el Feminicidio lacere a más familias.
“¿Verdad que me quieres mucho, mamá?”, le preguntó Evelyn a Rocío la noche del sábado, en las vísperas de su asesinato. Quizás no lo hizo consciente, pero no hay casualidades.
Hoy podemos confirmar el vínculo estrecho entre esa madre que la amamantó por casi 2 años, no se perderá jamás. Limpió su dolor, Rocío, con lágrimas que pronto no se agotarán; gritó al cielo implorando justicia, aunque ello no implique volver a ver bailar y reír a su hija; marchó de la mano de feministas y mujeres desconocidas, y fortaleció cuerpo y espíritu para el mañana que el destino le invita a vivir; hoy ella y las mujeres de la familia Almanza, la familia entera, y las amigas y amigos, respiran profundo y caminan sintiendo que tienen un peso menos encima.
El Juez confirmó que la pena para el delito de Feminicidio es la más alta en el Código Penal de Coahuila, y aclaró que había sido la segunda vez a lo largo de su carrera que daba un fallo como tal, considerando que el agresor había rebasado desequilibrios de poder, causado un sufrimiento de alta intensidad, y un daño irreparable para satisfacer un móvil perverso, pues al feminicida Alejandro Rendón Bernabé lo ha sentenciado con 60 años de prisión. Descansa en paz Evelyn Aidé Mendoza Almanza (29.nov.05-16.oct.22).