- Las otras historias del inicio de clase y la pandemia
- Altos costos de luz, una preocupación más para una niña de 13 años
Patricia Briseño
SemMéxico, Oaxaca, 25 de agosto, 2020.- Donají, de 13 años de edad, se sentó frente a la pantalla de la televisión para enterarse cuál sería la primera clase que cursaría en el segundo año de secundaria, sin embargo, hoy no es su mejor día. Está preocupada porque su papá entró a la tercera semana con coronavirus, aunque permanece en casa.
Asimismo, la niña habitante del municipio de Matías Romero, se impuso estar el menor tiempo frente a la pantalla, pues le agobia el gasto por el servicio de energía, debido a que en esta localidad el costo de la luz es muy caro, como en gran parte del Istmo de Tehuantepec.
“En mayo, mi papá pagó siete mil pesos y meses atrás 8 mil 500”, dijo, al tiempo de describir el recibo facturado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Matías Romero, donde los habitantes siempre han exigido revisar las tarifas domésticas.
“Acá, en Matías, la luz se usa para lo indispensable, porque es muy cara. Nosotros, nos hemos quedado sin servicio, hasta por una semana”, platicó la estudiante.
Con pesar y la voz quebrada, la niña expuso “mi papá no trabaja porque está enfermo de Covid, y mi mamá es la única que sale a vender al mercado. No tenemos mucho dinero. Y, yo no me puedo quedar sentada viendo televisión, gastando la luz”.
Mientras que la niña observaba la primera clase de inducción, se incorporó en varias ocasiones de la silla rígida, además, apagó la tele en dos ocasiones debido a las fallas en el suministro de la luz, como ocurre por esta municipalidad colindante con el estado de Veracruz.
Por momentos, Donají escucha la voz de su papá, quien desde el cuarto contiguo cariñoso le pide “poner” atención y no preocuparse con el próximo recibo de pago de la CFE.
Luego de casi dos horas frente a la pantalla, a la niña le dolió la cabeza, y decidió tomar una siesta. Está cansada por las preocupaciones en casa, en su familia y los gastos de su padre y madre en tiempo de la Covid-19. Dice que prefiere esperar, a ver si sus maestros deciden retomar las «clases» por whastapp, como el ciclo pasado.
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