No permitamos la impunidad en Sonora
Por: Natalia Vidales Rodríguez
SemMéxico. Sonora. 3 de marzo de 2020.- En lo personal, además de impactarnos las imágenes de los actos vandálicos realizados por mujeres en la capital sonorense, el pasado 23 de febrero, nos entristeció ver los rostros y acciones de algunas de ellas quienes , como es del dominio público, violentaron las puertas y el interior del edificio del Poder Judicial del Estado, al considerarse agraviadas porque intendentes del inmueble apagaron la iluminación exterior cuando todavía no terminaba la manifestación contra la violencia y el feminicidio que habían organizado.
Mujeres jóvenes que despiertan a la vida política, al activismo y a la lucha por la defensa de sus ideales, tomaron el camino equivocado, el de la violencia y la confrontación -e incluso de la comisión de delitos- para manifestarse. Sí, porque sus acciones no pueden llamarse de otra manera más que actos delictivos en contra de bienes y propiedades públicas (ya que en su camino, y antes de que fueran ¨agredidas¨ con el apagón, como lo pretextan, ya habían realizado pintas con aerosoles en propiedades privadas y del Estado). Sin duda, siguieron el ejemplo por la impunidad que se ha dado en el sur del país para quienes han realizado actos similares.
Millones de mujeres de todo México están -y estamos, por supuesto- furiosas por los dramáticos feminicidios y por la violencia intrafamiliar que existe en nuestro país, situación que sin duda nos enluta. Pero no por ello atentamos contra propiedades particulares (o de todos, como son los edificios públicos) para manifestar nuestra rabia y frustración por las pocas o nulas acciones que las autoridades realizan.
La ley, parece ser, será dejada de lado en Sonora para quienes dañaron gravemente el edificio, mobiliario, e instrumentos de trabajo del Poder Judicial, ya que el propio presidente de la institución, el Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez ha dejado ver que no interpondrá denuncia alguna (como debería hacerlo), y aun cuando la fiscal Claudia Indira Contreras abrió una carpeta preliminar de oficio, antepuso la solidaridad con las mujeres. … y tampoco hará nada. Sin duda el costo político para ambos -al igual que para la gobernadora Claudia Pavlovich-, de sancionar a las culpables, sería alto y prefirieron exculparlas sin mayores averiguaciones ni juicio alguno ( pese a que se trata solo de entre diez y doce de ellas, entre centenares de activistas pacíficas que no las siguieron en sus propósitos ajenos al Movimiento).
Mujer y Poder considera que es un error confundirlas: nadie puede estar en contra de un movimiento en pos de justicia , pero por otro lado tampoco nadie puede aceptar una acción de vandalismo de unas cuantas como la ocurrida.
Tal vez una solución salomónica, dando por hecho que se trató del exceso del ejercicio de un derecho -y que de alguna manera lo marca la ley para estos casos- sería que las agresoras paguen por los daños, totalmente, (porque no es justo que lo hagamos todos los sonorenses), o que, como alternativa, realicen labores comunitarias por un tiempo acordado, como sucede en otros países más civilizados que el nuestro.
Mujer y Poder refuerza su compromiso de género que siempre hemos tenido, pero enérgicamente reprueba la violencia como arma para el logro de ningún objetivo, por legítimo que sea.
La ley podrá parecer dura algunas veces, cuando los motivos para violarla parezcan justificados, pero es la ley y hay que acatarla: Nadie, dice la Constitución, podrá ejercer violencia alguna para reclamar un derecho, ¿entonces?