El Marcador de Goles
*Natalia Vidales Rodríguez
SemMéxico. 29 de abril 2020.- Por lo pronto van empatados los ya francos rivales de la primera división en México, el Presidente López Obrador y –al menos– los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (el CCE), Carlos Salazar Lomelín y Gustavo de Hoyos, de la COPARMEX, las dos organizaciones privadas más fuertes de México.
El CCE aglutina a lo más granado de los magnates del país (que son pocos, pero como son muy grandes, pegan muy duro); y por otro lado la COPARMEX es una organización con cientos de miles de socios patrones de todas las clases económicas del país (por lo cual no es una élite, sino un grupo social): así es que entre ambos forman un digno rival del Presidente, un equipo realmente poderoso, independientemente de otros adversarios políticos de López Obrador que se ha ido ganando a pulso.
El patético caso ha llegado ya al grado de la publicación de memes donde se compara la riña como las de los gatos y los perros (donde uno u otro es el Presidente o los empresarios, dependiendo del gusto del cibernauta); y a llamar a que dejen de comportarse –como López Obrador y los empresarios– a quienes, como los niños, por ejemplo, discuten o pelean continuamente.
AMLO pensó que se anotó un punto a su favor, por así decirlo, cuando les dio un portazo en la narices a los empresarios el día de su informe trimestral de principios de Abril, dejando por fuera un paquete de apoyo esperado por los propietarios para compartir el pago del salario a los trabajadores, mientras durara el paro por la crisis económica que trajo consigo la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Pero, cuando el Presidente suponía tenerlos contra la espada y la pared para que sacaran sus fortunas “del colchón” y enfrentaran la emergencia con ellas (“nadie debe rescatarlos”; se trata de “empresas pobres, pero de empresarios ricos”, señaló AMLO), resultó que se anotaron un punto a su favor al obtener el apoyo de factoraje del Banco Interamericano del Desarrollo.
Ante ello el mandatario, pese a ser él mismo quien inició y atizó las hostilidades, perdió la paciencia y se equivocó al señalar que ese crédito podría tener que terminar pagándolo el erario (como sucedió el siglo XIX en la llamada Guerra de los Pasteles, cuando la primera intervención francesa en México, al negarse el entonces Presidente Anastasio Bustamente, a pagar una cuenta privada).
Así, el marcador está “empatado”. Sin embargo, ante el constante embate desde el Palacio Nacional etiquetando a los empresarios como corruptos, conservadores y demás epítetos, sumado a su gobierno autocrático ( en vez de autocrítico), los empresarios, orillados por el mandatario, han resuelto romper lanzas con él, al menos en su mismo terreno informativo , al integrar al ex senador Javier Lozano Alarcón a su área de comunicación social “para la defensa de la democracia, las libertades y las leyes en México”, pero Lozano, el hábil polemista y mejor abogado continuará con sus críticas como lo ha hecho hasta hoy: de forma individual, al ceder ayer mismo COPARMEX a las presiones dar marcha atrás al nombramiento de ¨vocero especial¨ -actitud por demás vergonzosa y que lleva, además, a la disminución de fuerza del organismo empresarial… y a la debilitación de su propio presidente, Gustavo de Hoyos.
Por supuesto que las críticas por esa incorporación al “cuarto de guerra” de los empresarios ha sido dura por los fans de AMLO, llamando a Lozano provocador profesional, pero en todo caso se trata de combatir el fuego con el fuego, al advertirse una y otra vez el autoritarismo del Presidente, cuya más reciente acción –por cierto– va en contra de la Constitución al mandar una iniciativa al Congreso para disponer a su antojo del Presupuesto –cuya facultad es exclusiva del Poder Legislativo— pretextando el Covid-19: ese virus que iba a lograr alejar con amuletos religiosos, pero que ahora requiere de recursos sin control para atender la emergencia.
Voces fuertes -como la de Lozano- son necesarias para parar las arbitrariedades del presidente. El doblegarse ante el autoritarismo de AMLO no es algo positivo para el país.