Sandy G. Torrez Chávez
SemMéxico. 24 de septiembre 2021.- Este mes de septiembre, en definitiva hay mucho que celebrar, y no hablamos del bicentenario de la Independencia de nuestro país, sino de las grandes promesas que nos ha traído la Suprema Corte de Justicia de la Nación; y es que, aparte del tremendo triunfo con la sentencia 148/2017 que salió efectiva el 7 de septiembre de este año, el pasado lunes 20 de septiembre, nos volvió a sorprender invalidando la tan controversial “Objeción de Conciencia” establecida en el artículo 10 bis de la Ley General de Salud.
Pero, ¿Qué es la Objeción de Conciencia? Bueno, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ésta es la negativa de una persona para acatar un deber jurídico por razones de conciencia. Esto quiere decir que, cuando una persona debe de cumplir con un mandato legal, tiene la facultad de negarse a cumplir dicho mandato debido a un conflicto que surge en su conciencia, motivado por principios morales individuales inculcados por creencias religiosas.
En este sentido, tenemos que, por ejemplo en el área de salud, el personal médico puede negarse a prestar cierto tipo de servicios, como por ejemplo ejecutar un aborto en una mujer que así lo ha determinado, tan solo por su creencia religiosa o condicionamientos morales. Así tenemos que, debido a la implementación de esta Objeción de Conciencia, infinidad de vidas de mujeres que desean abortar han sido transgredidas y dañadas debido a la negativa de la prestación de servicios, aun y cuando esté permitido y regulado el aborto consensuado.
México es un estado –nación LAICO, esto quiere decir que los ideales religiosos NO PODRÁN intervenir en la legislación o sistema jurídico de nuestro país; sin embargo, a pesar de que este concepto de laicidad fue puesto en nuestra constitución desde las Leyes de Reforma en 1857, en la práctica no ha sido tan eficaz su aplicación, ya que ciertas decisiones son tomadas desde la formación y creencias religiosas de nuestras personas representantes. Esto ha llevado a que ciertos derechos humanos sean negados no solo por el estado sino por agentes privados.
Los conflictos entre ley y conciencia, tienden a proliferar en sociedades ideológicamente pluralistas y en el hábitat de un estado que legisla en múltiples aspectos de la vida humana y que se concibe así mismo como protector del bienestar de sus connacionales. Esta situación provoca el surgimiento de problemas de conciencia en las personas obligadas a cumplir mandatos legales, que pugnan por hacer compatibles las dos lealtades, su responsabilidad con el estado, pero a la misma vez, el respeto y seguimiento de sus ideales religiosos.
En el caso específico del aborto, este principio de Objeción de Conciencia, no solo ha negado derechos de niñas y mujeres, sino que ha puesto en riesgo inminente infinidad de veces, sus vidas. En países como el nuestro, donde la cultura del aborto y no denuncia por lo grandes niveles de impunidad que prevalecen antes que la justicia, la Objeción de Conciencia pasa de ser un derecho humano, a un derecho individual, contraponiéndose a los derechos fundamentales otorgados por nuestra Constitución, como lo es el derecho a la salud. Es por eso la importancia de la invalidez de dicho principio y/o derecho, ya que con este nuevo mandato de la SCJN el personal médico y de enfermería deberán formar un equipo de personas especialistas capacitadas que estén de acuerdo con este tipo de procedimientos, sin que les genere un conflicto personal, con esto, está obligando a este personal a que la mujer reciba la atención médica de manera inmediata, pero al mismo tiempo no transgrede la libertad religiosa de quienes habrán de ejecutarlo.
México está dando pasos grandes que nunca antes habían sido vistos en nuestra nación, las mujeres en septiembre celebramos, celebramos que si bien esto no es una solución para los muchos problemas de injusticias a los que somos expuestas, por lo menos éste será uno menos, como ya se dijo por la misma Suprema Corte, LAS DECISIONES DE VIDA DE LA MUJER HABRÁN DE RESPETARSE, sobre todo cuando se trate de poner en riesgo su vida o su futuro.
Desde la invalidez de este principio, más de 15 colegios médicos y asociaciones de todo el país, se han pronunciado a favor de la objeción de conciencia, exigiendo que se respete el derecho a la salud y que se cumpla la obligación del personal médico. No se trata de imposiciones morales, se trata de complimientos jurídicos, de respeto hacia los derechos humanos de la mujer, se trata de formar un entendimiento y compasión que va más allá de creencias no fundamentas que terminan por dañar en muchos casos, y de manera permanente la vida de las mujeres y las niñas.
México es un país con grandes tabúes que aún hay que eliminar, sin embargo, vamos por el camino correcto, un camino reivindicador de derechos que ha mostrado que puede ser justo con las mujeres y las niñas, un camino que parece provenir de juzgadores más conscientes, que parece llevar a la sociedad a un México más incluyente y menos discriminador, más justo y más efectivo. Confiamos en que el personal médico y de salud, habrán de cumplir con los mandatos de la Suprema Corte, pues está dicho que el cuerpo de la mujer no es territorio y decisión de otras personas, sino de nosotras mismas, y habrá de respetarse, porque decidir es nuestro derecho humano, y ya es momento de que las ideologías religiosas dejen de oprimir y acabar con la vida de las personas menos afortunadas.
Mtra. Sandy G. Torrez Chávez
Colaboradora CLADEM Jalisco