Dulce María Sauri Riancho
SemMéxico, Mérida, Yucatán, 20 de octubre del 2022.- El presidente López Obrador no se conformó con las “corcholatas” de Morena -tres o cinco-, a las que ha puesto a girar desde mayo de 2021 al ritmo y en los momentos en los que conviene al solitario del Palacio.
Ahora les correspondió a sus adversarios, pues el jueves de la semana que terminó eligió un número simbólico de 43 personajes opositores/as a su gobierno para confeccionar su propia lista, en la que aparecen políticos/as, académicos/as, escritores/as, conductores/as de TV y sitios web, etc.
¿Por qué ese número de “candidat@s”? Hubiese esperado un poco más de respeto presidencial por la cifra de 43, que en el imaginario colectivo actual está dominada por la desaparición de los estudiantes de la Normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero.
Conociendo la debilidad que tiene el Presidente por las cábalas o las influencias esotéricas me metí a explorar un poco más en internet acerca del significado de “los 43”.
Y, ¡oh sorpresa!, me encontré que el número 43 “suele verse relacionado a los grandes levantamientos de pueblos (…) el desorden por manifestaciones, revueltas y, en general, la insatisfacción que experimentan las personas (…) grandes números de personas trabajando juntas para poder lograr un fin común”.
Y justamente es el común denominador de las personas enlistadas por AMLO, pues todas ellas, más allá de sus afinidades o diferencias partidistas, tienen el propósito de fraguar un mejor país hacia el 2024.
No me interesa profundizar en el tema de “ni están todos los que son, ni son todos los que están”, sólo señalar que, del total de 43, únicamente aparecen ocho mujeres, menos del 20 por ciento.
No podría esperarse cosa distinta de un Presidente de la república que sistemáticamente se ha negado a visibilizar a las mujeres independientes y autónomas, como son las opositoras a su gobierno.
No caeré en la trampa presidencial de discutir o analizar los “destapes” porque estoy convencida que, a diferencia de la estrategia diseñada para las “corcholatas” morenistas, a las oposiciones no les conviene la postulación de una candidatura con una anticipación de 18 meses, ya que el registro tendrá que realizarse hasta marzo de 2024.
¡Imagínense, amigas, amigos lectores, la felicidad presidencial de tener una “diana” opositora contra la cual lanzar sistemáticamente los dardos en su mañanera! Y además, voz de salida para la jauría que cotidianamente incita con sus palabras, incluido el SAT o alguna investigación de las fiscalías.
Para mayor abundamiento, observemos lo que está aconteciendo con las candidaturas a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, que habrán de ser inscritas en marzo del próximo año.
Morena decidió anticiparse en la postulación del Edomex, generando condiciones para elegir de una vez a su candidata, que renunció a la Secretaría de Educación Pública y tuvo que refugiarse en su escaño senatorial mientras se cumplen los plazos legales.
Tan difícil se le ha puesto el caso del Edomex al oficialismo que se vio en la necesidad de prescindir de su administrador de aduanas estrella, quien abandonó el cargo para atender la estrategia de Morena en ese estado.
En cambio, el proceso en Coahuila para el lopezobradorismo se está dando de la mano del subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana. A diferencia de la mujer candidata anticipada, a él se le ha autorizado el uso de su cargo -y de los encargos presidenciales- para abonar a su causa, así sea a costa de las aspiraciones legítimas del inquieto senador Guadiana.
Las oposiciones no pueden ceder a los “cantos de sirena” presidenciales ni a los insistentes reclamos de algunos comentaristas de medios electrónicos que insisten en manifestar su preocupación por la falta de una candidatura opositora única para las elecciones de 2024.
Por el contrario, las oposiciones deben iniciar un camino ciertamente difícil y escabroso, pero indispensable para dar la batalla por México en 2024 como es la construcción de un proyecto alterno de país, con un rumbo distinto basado en el respeto y la unidad entre las y los mexicanos.
Por eso la importancia de la determinación de los partidos opositores para efectuar sus propias “pasarelas”, a las cuales invitan a militantes o personajes destacados de su propia organización para exponer sus planteamientos y nutrir un nuevo relato del porvenir.
El PAN ya inició comparecencias públicas de sus gobernadores y otros destacados militantes como Santiago Creel y Juan Carlos Romero Hicks.
El PRI cursó invitación a varios de sus cuadros que han manifestado su interés en la candidatura presidencial. Los primeros días de esta misma semana comparecieron ante el Consejo Nacional para exponer sus puntos de vista sobre los asuntos que interesan a la sociedad mexicana.
Movimiento Ciudadano, con sus propias modalidades, ha estado “placeando” a sus posibles prospectos. Para los partidos, la estrategia consiste primero en poner rostro y nombre, y luego conocer sus propuestas y alternativas de solución a los graves problemas que vive México.
En cambio, para las organizaciones ciudadanas agrupadas en la naciente “Unid@s x México” lo prioritario es recoger voces e ideas de millones de personas que expresarán al margen o por encima de los partidos políticos para construir una alternativa ciudadana hacia el 2024.
Es cierto que Unid@s aspira a acordar una candidatura única opositora a la presidencia de la república, pero desde mi perspectiva, más importante es la construcción de un proyecto alterno de nación conformado a partir de la participación ciudadana y que pueda ser incorporado a las plataformas de los partidos políticos que contiendan en las elecciones.
Me gustaría que Unid@s invitase a participar a las y los aspirantes de los partidos opositores para comparecer en esos foros ciudadanos. Estoy segura que enriquecería la visión de unas y otros y harían mucho más sólido el relato del porvenir que está por fraguar.
Por lo pronto, recojo el significado del 43 como símbolo de un grupo de personas trabajando juntas en torno a un mismo fin. En este caso, ni más ni menos, el de un mejor futuro para México.
dulcesauri@gmail.com
Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán