Ningún escenario debe descartarse.
Pero las expectativas están resultando demasiadas y hay gente que ya supone que en cuanto AMLO llegue al Palacio Nacional el dinero les empezará a llegar a sus casas
SemMéxico. Sonora. 25 de julio de 2018.- Si los acontecimientos conservan el rumbo que llevan, López Obrador llegará un tanto golpeado a su toma de posesión el próximo primero de Diciembre por el tema del Fideicomiso que tenía la buena intención de ayudar a los damnificados, pero que violó disposiciones electorales que le merecieron una multa del INE a MORENA por una millonada de pesos.
Es cierto que se impugnó el fallo del INE ante el Trife, quien dirá la última palabra, pero mientras son peras o son manzanas la ciudadanía está percibiendo que lo más parecido a un mexicano es otro mexicano y que todos los partidos políticos, incluso MORENA que no llegó precisamente de Marte sino de la rastra de los otros partidos, son también iguales de corruptos.
El hartazgo de la gente por el PRI y el PAN (los gobernantes de los últimos 18 años) fue de tal magnitud que más de 30 millones de personas votaron por un hombre mayor (en edad de ser pensionado por el programa de apoyo que el propio AMLO anuncia), enfermo del corazón, terco a morir, que perdió dos veces la gubernatura de Tabasco y dos elecciones presidenciales; que solo habla un idioma y mal. Es decir por un hombre que en otras circunstancias valdría muy poco en el mercado laboral del país, y que aun así pudo derrotar a un genio de las finanzas como Meade y al joven maravilla de Ricardo Anaya, ambos bilingües y cotizados oradores.
Pero las expectativas están resultando demasiadas y hay gente que ya supone que en cuanto AMLO llegue al Palacio Nacional el dinero les empezará a llegar a sus casas (sin necesidad incluso de ir por él como lo citan los ingeniosos memed). Y cuando eso no suceda la caída –de la que ya se habla por el asunto del Fideicomiso– será de las mismas dimensiones de la altura en que estaba.
También hay quienes opinan que lo suyo en realidad era llegar a la Presidencia y nada más. Y ya llegó.
Ningún escenario debe descartarse, como tampoco aquel de que AMLO será muy buen presidente…los primeros 25 años. Y que vivirá hasta los 100 hasta el Otoño del Patriarca de Gabriel García Márquez. Todo es posible; todo puede ser que sí, todo puede ser que no; y también todo puede ser quien sabe.
Por más acá de la insondabilidad del tiempo y del espacio, en el proverbial sistema cerrado, en nuestro corto plazo ya empezaron las críticas contra AMLO sobre todo de los intelectuales y que si bien son pocos divulgan mucho y son importantes artífices de la construcción de la Opinión Pública (de hecho Peña Nieto los ninguneó y ya vemos cómo le fue).
López Obrador está intentando cortar por lo sano y darle la vuelta mediática al asunto del Fideicomiso, pero ya lo salpicó de mugre; precisamente de esa mancha cuya promesa de limpiar llevó a tantos a las urnas a votar por él. Y ahora…
Tal vez debería hacer lo que cualquier mexicano cuando lo multan (en vez de ponerse a insultar al inspector): pagar la multa y ejercer en familia o con los amigos el sacrosanto derecho al pataleo así haya sido justa o no.
Porque eso de litigar, aunque gane, deja a millones con la idea de que también compró al Juez.
