Propuestas feministas
Seguiremos impulsando la campaña Somos la Mitad, queremos Paridad sin acoso político
SemMéxico, Lima, Perú, 7 noviembre 2017.- Necesitamos un nuevo Código Electoral y en ese camino parecíamos caminar hasta que dejó de ser una prioridad fortalecer nuestro sistema político electoral. Por ello, organizaciones feministas como Flora Tristán, Manuela Ramos y Calandria seguiremos impulsando nuestras propuestas desde la campaña Somos la Mitad queremos Paridad sin acoso político, alcanzadas al JNE, al Congreso, con consultas a la sociedad civil, y diversas organizaciones. Insistiremos en que el horizonte de la Paridad y la lucha por la igualdad pasan por una reforma inclusiva. Por ello, estos artículos sobre la reforma electoral y las mujeres.
Nuevos enfoques y nuevos principios: Necesitamos propuestas de la reforma en el marco de nuevos enfoques, específicamente, el de género, que reconozca la existencia de circunstancias asimétricas en la relación entre hombres y mujeres; construidas sobre la base de las diferencias que se constituyen en una de las causas principales de las brechas y barreras de la participación política de las mujeres. El enfoque de interculturalidad que no admite aceptar prácticas culturales discriminatorias, y por supuesto, el enfoque de derechos.
Los principios que deben orientar los cambios son los de igualdad y no discriminación: Los organismos electorales y las organizaciones políticas deben garantizalos. El principio de Paridad: La participación política de mujeres y hombres es un derecho humano reconocido en una sociedad democrática, representativa, participativa e inclusiva, al amparo de estos principios. No estamos en los espacios de decisión de las políticas y los recursos públicos.
Paridad en los procesos electorales, pero también en los organismos electorales: necesitamos un Pleno del Jurado Nacional de Elecciones donde se aplique el principio de paridad y en todos sus niveles. Cualquier normatividad debe respetar el uso de un lenguaje inclusivo, en cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades (Ley N° 28983) y la Resolución Ministerial N° 015-2015- MIMP y otras políticas, y dejar de asumir que una institución de la colonia como la Academia de la Lengua tenga mandato de ley.
Flora Tristán, Manuela Ramos y Calandria plantearon “… que los partidos políticos, movimientos regionales y organizaciones locales, deben llevar a una mujer como cabeza de lista por cada tres listas que postulen a las municipalidades provinciales y distritales del respectivo departamento o provincia. Las listas de candidaturas para elegir regidores/as debe ser paritaria, estar compuestas por un 50% de mujeres y de hombres, 20% de jóvenes de hasta 29 años (…) y un mínimo de 15% de representantes de comunidades campesinas, nativas y pueblos originarios de cada provincia, donde existan, conforme lo determine el JNE”.
En la actualidad tenemos 18 alcaldesas distritales en los 1,656 distritos, y 6 alcaldesas provinciales en las 196 provincias. Salvo que apliquemos una cuota horizontal que obligue a que un mínimo del 30% de candidaturas de mujeres a las alcaldías provinciales y distritales la encabecen mujeres, no se revertirá la tendencia. Las cuotas solo se aplicaron a los consejos locales.
Por ello tenemos 449 regidoras provinciales de 1,756, que son el 25.5%, y 2,567 regidoras distritales de 8,824, el 29%. Es aquí donde está el 96% de la representación femenina, que ha hecho enormes esfuerzos para desarrollar propuestas y articularse con las organizaciones de mujeres. Es necesario hacer un inventario de lo que las mujeres autoridades modificaron en todo el Perú en esta década de permanencia en los consejos locales, y por supuesto, las resistencias machistas por su presencia, las que hay que revertir, amén de tener una ley de acoso político que garantice la permanencia de las mujeres en la política.
Por ello, alternancia sin paridad es una salida corta para las mujeres. Vox Populi en su encuesta del 22 julio al 6 de agosto, destaca que el 72% de la población considera que las listas deben ser ampliadas al 50% de mujeres. Ganamos en la opinión pública, pero sigue habiendo conservadurismo a la hora de tratar los derechos de las mujeres en el Congreso.