Mujer y Poder
Natalia Vidales de Bitterlin
SemMéxico, 9 de febrero, 2021.- Qué necio es el presidente de México. Qué necio e irresponsable en su papel de jefe de Estado es Andrés Manuel López Obrador.
Después de dos semanas de ausencia, salió este lunes a dar su acostumbrada ¨mañanera¨ y los mensajes que dio fueron, igual que siempre: negativos, retadores, reprobables…
En plena catástrofe y alarma por el record de personas muertas (que frecuentemente rebasan los mil diarios), él sale con un mensaje no verbal pero contundente: sin cubrebocas y sin el cuidado de la sana distancia que en todos los países de nuestro continente se han observado como medida indispensable para evitar más contagios.
Y a los minutos de presentarse ante representantes de los medios de comunicación, a pregunta expresa de un reportero, responde categórico: que no, que no usará cubrebocas porque ¨ya no contagia¨.
¿Tiene la mente tan dañada el presidente que no advierte que con su ejemplo envía un pésimo y dañino mensaje a su pueblo -a ese pueblo que dice amar- de que no les pasará nada si no lo usan?
Hasta la niñez sabe que si salen a la calle deben llevar cubrebocas y el presidente hecha por tierra la enseñanza de sus familias y del personal médico al no atender estas medidas básicas. Si algo ha quedado claro en el mundo es que el cubrebocas es de elemental importancia.
Ha costado mucho esfuerzo -y dinero por las campañas de salud pública-, para que la gente entienda que esa medida puede salvarnos de contraer ese virus maligno que tiene en vilo a toda la humanidad. ¡Y él, quién debería de ser el primero en dar el ejemplo… sale con su capricho de que, aunque su propio Secretario de Salud lo recomiende…él no lo usara! ¿por qué?; todo indica que porque se cree un Mesías que está protegido por una divinidad. No hay otra explicación.
Protestamos una vez más en este espacio por esta actitud tan negativa, y por sus comentarios populistas de que no se obligará a nadie a usar el cubrebocas porque “lo más importante es la libertad y cada quien debe asumir su responsabilidad” y que “en México no ha habido con la Pandemia toque de queda como en otras partes ni se ha obligado a nada. Es una decisión de cada persona”.
Así, el presidente está atentando contra la seguridad de todos al promover la anarquía con sus palabras.
¿Qué no hay alguien de su gabinete que le diga que como máxima autoridad gubernamental debe ver por el bienestar del pueblo?; ¿no habrá alguien en Palacio o en el Congreso que lo mande a, mejor, guardar silencio si va a decir barbaridades?
Y para remate, expresó con total desfachatez: ¨En México no hay autoritarismo; está prohibido prohibir¨, dijo para asombro de quienes sabemos, además, que si hay algo en su gobierno es, precisamente, autoritarismo, como lo ha demostrado con decisiones unipersonales en perjuicio de millones de mexicanos y mexicanas. Como por ejemplo el cierre de las estancias infantiles, la captura de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el abandono a los trabajadores y empresas que se quedaron sin ingresos por la Pandemia y un largo etcétera que está padeciendo la ciudadanía.
De plano… estamos, lamentablemente, solos ante la ineficiencia de un presidente falto no solo de conocimientos sino de sensibilidad y sentido común.