* En una ciudad donde desaparecen 20 mujeres al día, el filme se promociona como si fuera un asunto real
* Banaliza una tragedia real de violencia contra las mujeres
Rodrigo Islas Brito
SemMéxico/TresGrados, Cd. de México, 10 de enero 2020.- “Quiero ofrecer una disculpa de todo corazón a todos aquellos que se han sentido ofendidos por algunos de los materiales promocionales de la película Perdida. En un contexto de inseguridad como en el que vivimos, lamento haber mostrado poca sensibilidad ante dicha situación, me siento terriblemente mal por esto”, ha escrito en sus redes sociales el cineasta mexicano Jorge Michel Grau sobre los espectaculares y los pequeños anuncios pegados en postes de su más reciente filme, desplegados en la Ciudad de México, estrategia de mercado que sido acusada de mostrarse indolente y ventajosa con la terrible problemática feminicida que hoy envuelve al país.
Dichos espectaculares y anuncios tamaño carta pegados en los postes tienen el rostro de una de las actrices del filme, Paulina Dávila, en una réplica de los carteles que se colocan cuando una mujer desaparece en México, un país en el que la violencia machista se traduce en 10 feminicidios al día, y en una ciudad como el antes Distrito Federal donde según mediciones de organizaciones no gubernamentales ahí llegan a desaparecer hasta veinte mujeres diariamente registrándose un mayor número de incidencias en delegaciones como Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
El perfil de las mujeres desaparecidas son normalmente jóvenes, entre las edades de 12 a 17, y de 18 a 22 años que habitan en zonas marginadas de la capital del país, sobre las cuales se sabe se ciernen redes de prostitución que están asociadas a la desaparición de mujeres en todo país.
Sobre esta, una problemática desbordada y lacerante, Grau y todas las personas que tuvieron que ver con la promoción de Perdida, no vieron en un primer momento problema para hacer acopio de ella en su afán de publicitar un thriller que cuenta la historia de un director de orquesta de la Ciudad de México cuya esposa un día ella desaparece.
“El objetivo ha sido en todo momento darle la mayor visibilidad posible a la película. Estamos procediendo a retirar estos materiales lo más pronto posible”, aseguró Grau sobre lo que prosigue en la polémica que hoy rodea a su más reciente filme, remake de una película colombiana del 2011, y cuya publicidad ha sido acusada en redes sociales de chafa y ser ejemplo de lo que puede suceder cuando un equipo de marketing posee tan poca cultura informativa.
Hasta el punto de banalizar con la leyenda “Solo en cines” un asunto tan terrible y contribuir incluso a que luego no se tomen con la debida seriedad y gravedad los llamados de auxilio sobre mujeres desaparecidas en México, en el que un cartel que se supone debería de ser una propaganda para una película de terror y suspenso, ejemplifica hasta qué punto se ha vuelto parte de la cotidianidad social de este país la normalización de las desapariciones , las alertas amber y el dolor de mujeres que un día salen de sus casas y no se les vuelve a ver jamás.