- Exigen al gobierno de la CDMX se renombre como Glorieta de las Mujeres que Luchan
Libertad López
SemMéxico, Cd. de México, 8 de marzo. – Anoche por segunda ocasión, colectivos de mujeres renombraron la ex Glorieta de Colón, en la de “Las Mujeres que Luchan” y celebraron hasta la madrugada actividades culturales, vendimias y cantaron y bailaron. A las 15 horas de hoy, esa glorieta se convirtió en uno de los puntos de reunión para partir al zócalo.
Las manifestantes advirtieron que “si las autoridades vuelven a quitar las pintas que realizamos en los tápiales que la cubren, cada domingo estaremos aquí, volviendo a pintarlos”.
Y estas, mayoría jóvenes muy jóvenes aprovecharon la valla metálica que rodea el pedestal sobre el que se levantaba la estatua a Cristóbal Colón para colocar los nombres tanto de víctimas de delitos o alguna violación a derechos humanos, como el de las mujeres que han buscado verdad y justicia por esos casos.
En entrevistas -sus nombres se reservan- respondieron al presidente de la República que detrás de ellas “no existen grupos conservadores, ni alguien nos está pagando”, y argumentaron que se trata de un clamor por verdad y justicia para “las hijas que nos han asesinado y también para quienes están buscando a sus hijas, y exigir un alto a la violencia contra las mujeres”.
Aprovecharon para exigir a las autoridades del gobierno de la Ciudad de México a respetar esta intervención, y es que, recordaron, hace unos días que habían colocado la atimonumenta en este mismo espacio, fue retirado.
Impresionante es un mural creado a partir de las vallas metálicas, pero resultó insuficiente para el extenso listado con nombres de víctimas y de quienes luchan por justicia. Daniela, Diana, Renata, Mireya, Fernanda, Sandra, Pamela, Claudia, Karina, Fátima, Monse, Elizabeth…
En listado también se reclamó la ausencia de hombres: Giancarlo, Fernando, Raúl, Ángel, Daniel, José Alberto…
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”. “No, no, no. No es un hecho aislado, los feminicidios son crímenes de Estado”. “Estado, corrupto, por tu culpa estoy de luto”, fueron algunas de las consignas lanzadas por las manifestantes.
Araceli Osorio, explicó que “venimos aquí para decirle al gobierno que fue el quien rompió el diálogo con las mujeres el 7 de marzo al colocar las vallas alrededor de Palacio Nacional, con ello demostró que no le interesamos, que no le interesan nuestras vidas, que para él somos ciudadanas de segundas o de tercera”.
La semana pasada, recordó, “estuvimos aquí y colocamos nombres de mujeres que estamos luchando en esas mamparas y ellos vinieron inmediatamente con ácido a borrarlo y lo mismo hicieron en las mamparas de enfrente a la Glorieta, que hoy volvimos a pintar, porque para ellos solo existen Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez y a nosotras nos siguen invisibilizando”.
Por ello, hemos acordado acudir “venir rifas las veces que se borren, aunque las autoridades capitalinas dijeron que un error. Ojalá sea cierto y se mantengan nuestras pintas, como ha sucedido con la imagen de madera de una mujer con el puño levantado, que dejamos en el pedestal de la columna”.
Las integrantes de diversos colectivos colocaron también una ofrenda por la vida y la justicia, para “abrir los cuatro rumbos del planeta”, y se colocó una manta bordada para Diana Velázquez Florencio.
LOS MEDIOS
Este día en todos los medios, de las agencias internacionales a las primeras planas, se informa que México llega al Día Internacional de la Mujer con una violencia incesante, con más de 3 mil homicidios dolosos en 2021.
María del Carmen Volante lleva desde noviembre de 2017 buscando incansablemente a su hija, Pamela Gallardo, desaparecida a los 23 años tras acudir a un festival electrónico en la Ciudad de México con amigos. “Las autoridades a lo único que le tiran es a que las madres nos cansemos, nos enfermemos, y al final lleguemos a un estado de muerte sin encontrar a nuestras desaparecidas», cuenta a Efe la mujer, referente de la lucha en el país.
La historia de María del Carmen es la de muchas madres. Se sienten desatendidas por las autoridades. Ninguneadas y sin avances en las investigaciones por desaparición o feminicidio, se apoyan de la sororidad y del activismo para sostenerse.
«Estigmatizan desde el momento en que desaparece tu hija. (…) Me costó dos años llegar al proceso de desaparición. Dos años de estar insistiendo de que Pamela fue levantada (secuestrada), Pamela fue violentada. Porque para las autoridades era una ausente y extraviada, alguien que se quiso ir del núcleo familiar», denuncia Volante frente a la antigua glorieta dedicada a Cristóbal Colón, hoy renombrada por activistas como Glorieta de las Mujeres que Luchan, en el Paseo de la Reforma.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) de 2016, el 66,1 % de las mujeres mexicanas han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.