En el último año las defensoras de los derechos de las mujeres en este país se han visto envueltas en un clima cada vez más hostil y peligroso
Varsovia, 21 oct. 21. AmecoPress.- El 22 de octubre de 2020 el Tribunal Constitucional Polaco estipuló que aquellos abortos que se llevaran a cabo por un defecto severo e irreversible del feto o por una enfermedad incurable que pudiera poner en peligro al feto eran declarados inconstitucionales. Con la entrada en vigor de esta medida, el 27 de enero de 2021, desaparecía una de las limitadas vías legales para el aborto bajo la restrictiva ley polaca.
En respuesta a esta decisión del Tribunal Constitucional, el 30 de octubre de 2020 miles de personas se manifestaron en Varsovia a favor del aborto, dando lugar a la mayor protesta del país desde 1989 con la caída del comunismo. Esta protesta fue fuertemente reprimida por las fuerzas de seguridad del estado y marcó un punto de inflexión para las defensoras de los derechos de las mujeres en el país. Esto se debe a que a partir de ese momento fueron acusadas por haber encabezado estas protestas y comenzaron a enfrentarse a numerosas amenazas y a un creciente clima hostil y violento.
Desde la imposición de esta prohibición las mujeres polacas se han enfrentado a barreras extremas para poder acceder al aborto. Cabe señalar que esta medida se implementó en plena pandemia del Covid-19, por lo que las restricciones de movilidad impedían -o al menos dificultaban- el poder viajar a otros países por motivos de salud, haciendo estos viajes muy difíciles y costosos. Además, desde ese momento se comenzó a extender un miedo generalizado entre las mujeres con intención de abortar y entre los mismos profesionales sanitarios por las posibles represalias que pudieran sufrir.
“Abortion Without Borders” es una organización cuya función es la de asistir a mujeres procedentes de países europeos en los que el aborto es ilegal o bien está muy restringido. Según esta misma organización comunicó, llegó. a reportar hasta 17.000 contactos de mujeres en Polonia en los seis meses posteriores a la medida buscando ayuda para acceder al aborto. Actualmente siguen recibiendo aproximadamente 800 llamadas mensuales.
Por su parte, la organización polaca por los derechos y la salud reproductiva Federa registró aproximadamente 8.100 consultas en los 11 meses posteriores a la prohibición, cifra que triplica las consultas registradas en el mismo periodo de años anteriores.
En el último año se ha podido demostrar que la prohibición y criminalización del aborto, lejos de eliminar su práctica, acaba por dirigir a las mujeres a buscar una interrupción del embarazo mediante canales que pueden poner en riesgo su salud física y mental, además de socavar su autonomía y dignidad.