En el mundo la cifra asciende a más de un millón 134 mil, señala estudio del Instituto Belisario Domínguez
Considera que una beca de 800 pesos es totalmente insuficiente para esta crisis humanitaria
Elda Montiel
SemMéxico, Cd. de México, 4 de noviembre 2021.- Las muertes por la Covid 19 han provocado la orfandad en todo el mundo.
Nuestro país se encuentra entre los países con mayor número de fallecimientos, 271 mil 503 al 22 de septiembre del 2021, y las niñas y los niños de México han sido los más afectados en cuanto a la pérdida de cuidadores primarios y secundarios.
Se estima en 131 mil 325 niñas y niños huérfanos que han perdido a su madre o padre o a ambos por la pandemia, y 141 mil 132 menores de edad que han perdido a su cuidador principal.
Es necesaria la intervención del Estado para contrarrestar las consecuencias desafortunadas que pueden padecer los menores de edad debido al estado de orfandad mediante políticas publicas eficaces que busquen solucionar los problemas apoyando a las y los infantes y adolescentes a salir adelante a pesar de experimentar la pérdida de vidas de sus cuidadores y protectores.
De ahí, que la respuesta por parte de la sociedad y, en específico, por parte de las instituciones gubernamentales y sector privado sea vital para poder afrontar las complicaciones que se desatarán en las dinámicas familiares y en el desarrollo particular de aquellas niñas y niños, señala el estudio “La orfandad ocasionada por la pandemia” realizada por Carla Angélica Gómez Facfarland para el Instituto Belisario Domínguez del Senado.
México al igual que otros países como India, Brasil, Estados Unidos, Perú y Sudáfrica, han implementado políticas y programas para proteger a las niñas, niños y adolescentes que han quedado en la orfandad.
En nuestro país se otorga la beca Benito Juárez, un apoyo económico de 800 pesos mensuales a niñas y niños que han quedado huérfanos a causa de COVID-19, aunque este apoyo resulta insuficiente para cubrir las necesidades de las y los infantes, considera el estudio.
La investigación sostiene que la orfandad provoca un fuerte impacto en la vida socioeconómica de las niñas y niños, por lo que es importante conocer y analizar campañas y políticas de prevención de enfermedades o incluso, otorgar becas para los huérfanos de madres por diversos virus; es decir, deben medirse los impactos de programas específicos para contrarrestar efectos negativos a largo plazo en menores huérfanos.
En este contexto la labor que el Legislativo ha realizado es necesaria para promover la creación de fondos y programas que busquen garantizar el bienestar de las niñas y niños en situación de orfandad.
El estudio señala que es ineludible revisar las iniciativas en la materia para generar un marco jurídico eficaz que respalde las acciones gubernamentales, con miras a ampliar y establecer en la norma, los derechos de la niñez en condición de orfandad por epidemias.
En la LXIV Legislatura se han presentado 15 proposiciones con puntos de acuerdo relacionados con las niñas y niños huérfanos. Estas propuestas van desde la integración de un Registro Nacional de niñas, niños y adolescentes en dicha situación hasta crear fondos y políticas públicas para garantizar la protección de los derechos básicos de aquellos menores, como la entrega de apoyos financieros y becas de estudio.
En la misma legislatura de la Paridad se presentaron 19 iniciativas de reforma a leyes secundarias presentadas de distintos grupos parlamentarios que proponen; unas a proteger a los menores huérfanos de padre o madre asegurados; otras iniciativas buscan la creación de un registro de menores que hayan quedado en condición de orfandad por la comisión de delitos o violación de derechos humanos. Y otras buscan, mediante reformas a leyes secundarias, diseñar mecanismos de apoyo económico a NNA.
En los comentarios finales el estudio señala que es evidente que la pandemia de la Covid-19 ha dejado estragos en distintos sectores. Uno de ellos es la desintegración familiar a causa de la muerte de millones de personas alrededor del mundo. Dicha lamentable pérdida genera consecuencias traumáticas tanto para la sociedad en general, como para las familias en particular.
A nivel mundial diversos estudios estiman en un millón 134 mil las niñas, niños y adolescentes que han perdido a su padre, madre o un cuidador.
Las niñas, niños y adolescentes han experimentado el duelo de manera temprana, al perder tanto a cuidadores primarios como secundarios. Por lo que, aunado al cierre de escuelas, parques, centros de diversión y, en muchos países, al cierre obligatorio, los infantes han sufrido la pérdida de sus progenitores y abuelos y abuelas. Sin duda, las generaciones más jóvenes han quedado marcadas por las terribles consecuencias de la pandemia. Sin embargo, surgen oportunidades ante los desafíos de la época.
La aceptación de determinadas situaciones y la resiliencia serán características que marcarán la personalidad de las NNA.