No esta la del artículo 102, que garantizaría una Fiscalía General autónoma.
El plan para pacificar al país y abatir el crimen consta de ocho apartados, uno de los cuales es la creación de la Guardia Nacional.
SemMéxico. Sonora. 21 de noviembre de 2018.- Si los cambios hechos a la Constitución General de la República resolvieran los problemas del país ya no habría ninguno.
Luego de su promulgación en 1917, los 136 artículos con que cuenta nuestra Carta Magna se han modificado 699 veces (hasta ayer), y solo 22 artículos permanecen intocados, pero varios de ellos se modificarán, también, próximamente: ayer en la Cámara de Diputados el grupo parlamentario de MORENA presentó una lista de iniciativas de ley para reformar trece textos constitucionales, entre los cuales se encuentran diversas disposiciones relativas a la prohibición de que las fuerzas militares de nuestro país realicen funciones policiacas reservadas a las autoridades civiles, y que datan desde la legislatura constituyente de 1917.
Estos nuevos cambios constitucionales se harán para que el nuevo gobierno pueda crear legalmente la Guardia Nacional (un cuerpo policiaco formado por policías civiles, militares y marinos, bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional), y que sustituirá a la actual Policía Federal en todo el país.
A pedido de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otras organizaciones defensoras de los derecho civiles, la semana pasada la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Nacional que promulgó el todavía presidente Peña Nieto en Diciembre pasado, y que regulaba la actuación en las calles de los militares, precisamente porque la Constitución lo prohíbe. Pero para salvar ese obstáculo legal el presidente electo López Obrador declaró que, entonces se reformaría la Constitución para permitir la existencia de la Guardia Nacional con militares en las calles (siguiendo la Ley de Murphy, de que cuando las soluciones que plantean los políticos no van de acuerdo con los problemas que pretender arreglar, modifican el problema, no la solución).
Lo paradójico de la sentencia de la SCJN es que significa que durante los últimos años, a partir del gobierno de Calderón en que le declaró la guerra a los narcos el ejército ha estado en las calles no solo sin una ley que se lo permita, sino en contra de la Constitución; tanto como el hecho inédito de que AMLO ya está ordenando su modificación (por conducto de sus legisladores, por supuesto) antes de tomar posesión, lo que se consideraba una ofensa imperdonable al presidente en funciones, por más que, en este caso ambos coincidan en legalizar las tareas de policía a los soldados.
Revisando la historia vemos que la mayoría de las reformas se realizaron por los seis últimos presidentes; y que los más prolíficos fueron Calderón, con 110 y Peña Nieto con 147. Pero al paso con que empieza seguramente AMLO los superará.
Su plan para pacificar al país y abatir el crimen consta de ocho apartados, uno de los cuales es la creación de la Guardia Nacional, pero ninguno se refiere a la debida investigación de los delitos (con cuya sanción se evita la multiplicación de los mismos). Pero ese será otro tema.
Las modificaciones constitucionales tardarán unas semanas en promulgarse (porque tienen que pasar por las legislaturas de los Estados), así que el ya próximo primero de Diciembre AMLO debería de agregarle al texto de la protesta tradicional como Presidente de “cumplir y hacer cumplir la Constitución”, anticipando “…con las reformas que le mandé hacer a la misma”.
Làstima que entre esas reformas no esté la del artículo 102, que garantizaría una Fiscalía General autónoma. ¿Por qué sería?