- Su obra ‘El segundo sexo’ se ha convertido en un atributo del feminismo
- La pensadora más adelantada a su tiempo
Alina Rudel
SemMéxico/AmecoPress, Madrid, 11 de enero de 2022. – El 9 de enero de 1908 nació en Paris Simone de Beauvoir, una filósofa y escritora, incluida dentro de la corriente existencialista del siglo XX, cuya forma de pensar hizo que se convirtiera en una de las mujeres más representativas dentro del movimiento feminista. Esto se debe, en parte, a su obra ‘El segundo sexo’ (1949) en la que reflexiona acerca de la posición de desigualdad y subordinación que se encuentran las mujeres. Un pensamiento bastante revolucionario para la época que anticipaba la Segunda Ola del feminismo de los años sesenta.
Sin embargo, su infancia no estuvo marcada por una libertad de pensamiento. Fue criada en el seno de una familia burguesa profundamente católica junto a su hermana pequeña Hélène. Un adoctrinamiento que la joven rechazó al creer que la religión era una manera de dominar al ser humano y se declaró atea. Así mismo, a los 15 años, Beauvoir tenía un objetivo claro: ser escritora. Por ello, tras terminar el bachillerato en 1925, se licenció en Letras con especialización en Filosofía en 1929 en la Sorbona, París, convirtiéndose pronto en una de las máximas representantes del existencialismo para cuestionar el mundo y, sobre todo, el rol de la mujer.
Además, un año antes de terminar sus estudios universitarios, conoció al filósofo Jean Paul Sartre con el que empezó a mantener una relación amorosa muy controvertida en su tiempo.
Profesora y escritora comprometida con el movimiento feminista
En 1931, tras haber sido profesora agregada de filosofía, Beauvoir se trasladó a Marsella para ejercer como profesora titular; por otro lado, Sartre fue transferido a Le Havre. La única opción de estar juntos era contraer matrimonio, pero la filósofa se negó. En el libro ‘La fuerza de las Cosas’ (1963), explica el motivo: “El matrimonio multiplica por dos las obligaciones familiares y todas las faenas sociales. Al modificar nuestras relaciones con los demás, habría alterado fatalmente las que existían entre nosotros dos. El afán de preservar mi propia independencia no pesó mucho en mi decisión; me habría parecido artificial buscar en la ausencia una libertad que, con toda sinceridad, solamente podía encontrar en mi cabeza y en mi corazón”. Su relación duró hasta la muerte de Sartre en 1980.
Después de Marsella, el siguiente destino fue Ruán y, poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, Beauvoir y Sartre, fueron destinados a París donde ella trabajó en el liceo Molière. En 1937, terminó su primera obra, ‘Primaldad de lo espiritual’; sin embargo, no fue publicada hasta 1979 con el título ‘Cuando predomina lo espiritual’.
La siguiente obra fue ‘La invitada’ publicada en 1943 y, ese mismo año, se precipitó el fin de su carrera como docente, ya que fue suspendida de la Educación Nacional a causa de una serie de escándalos. Durante la ocupación alemana, participó en diferentes programas de la radio libre de Vichy y, tras la guerra en 1945, recuperó su trabajo en la universidad. Además, junto a Sartre y otros intelectuales de la época fundó la revista ‘Les Temps Modernes’, en alusión a la obra de Charles Chaplin, para seguir difundiendo la corriente existencialista.
De forma paralela, también redactó numerosos ensayos en los cuales reafirmaba su posición como defensora del pensamiento marxista, existencialista y ateísta. Esto le permitió independizarse económicamente y dedicarse plenamente a la escritura, y emprender diferentes viajes junto con Sartre que le llevarán a conocer a grandes personalidades del siglo XX vinculadas al comunismo como Fidel Castro y Che Guevara en Cuba o Mao Zedong en China.
Sus obras más destacadas
Tras tres novelas y varios ensayos recibidos con éxito por el público y la crítica, su consagración como escritora llegó en 1949 con la publicación de la obra ‘El segundo sexo’. Se vendieron más de veintidós mil ejemplares en la primera semana y fue objeto de animados debates literarios y filosóficos.
Publicado hace más de setenta años, el texto es aclamado como un referente del feminismo porque trata una cuestión muy vigente en la actualidad. Los cuerpos de las mujeres siguen siendo sometidos a tabúes y estereotipos que legitiman discriminaciones sociales y de género. “No se nace mujer, se llega a serlo”, concluye De Beauvoir, tras haber realizado una investigación exhaustiva sobre la situación de las mujeres a lo largo de la historia. Por ello, la autora se convirtió en la precursora del feminismo de la época, ya que manifestaba que no se trataba de un enfrentamiento entre sexos, sino de alcanzar la igualdad de género.
A pesar del éxito y la popularidad que obtuvo con este ensayo, fue con ‘Los Mandarines’ (1954) que obtuvo el Premio Goncourt.
A partir de 1958, emprendió la aventura de escribir su autobiografía, una serie formada por cuatro obras entre las que destacan ‘Memorias de una joven formal’ (1958), una descripción del mundo burgués en el que creció cargado de diferentes prejuicios y cómo pudo deshacerse de ellos pese a su condición como mujer, y ‘Final de cuentas’ (1972) que relata la relación que presenta con Sylvie Le Bon comparándola con la que tuvo, cincuenta años antes, con su mejor amiga Zaza. Al final, Simone De Beauvoir adoptó a Le Bon pasando a ser oficialmente su hija y la heredera de su obra literaria y de todos sus bienes.
Últimos años y fallecimiento
En sus últimos años, realizó varios ensayos y memorias que contenían un profundo análisis de la senectud y de la muerte. Algunos ejemplos son ‘Una muerte muy dulce’ (1964) o ‘La vejez’ (1970), una reflexión crítica acerca la situación de marginalidad en la que se encuentran los ancianos desamparados por el Estado y el papel que presenta la sociedad.
Además de tratar temas tan polémicos para la época como la eutanasia, Beauvoir siguió luchando de manera activa en los círculos feministas. En abril de 1971 apareció como firmante del ‘Manifiesto de las 343’, publicado por la revista ‘Le Nouvel Observateur’, un documento compuesto por una lista de nombres de mujeres que se habían sometido al aborto. Así mismo, fundó también el movimiento Choisir junto con la abogada feminista Gisèle Halimi. Mediante estas iniciativas, se pretendía reclamar el derecho al aborto libre y seguro, un hito que se conseguiría cuatro años después.
Por último, uno de los acontecimientos que marcó su vida fue el fallecimiento de Jean-Paul Sartre en 1980. Como homenaje, Simone de Beauvoir publicó un año después ‘La ceremonia del adiós’, un relato de los últimos años de vida de su compañero sentimental.
La pensadora más adelantada a su tiempo, Simone de Beauvoir, falleció el 14 de abril de 1986 a los 78 años a causa de una neumonía.
SEM-AmecoPress/ar