Los niños y niñas concebidos por violación en tiempo de guerra suelen tener problemas de identidad y pertenencia.
La mayoría son mujeres y niñas, pero también hay hombres y niños, que nos piden ayuda para acceder a servicios vitales de salud, a la justicia y a la reparación.
Elda Montiel
SemMéxico. Nueva York. 19 de junio de 2019.- Una respuesta mundial para tomar acciones conjuntas que garanticen que quienes cometen actos de violencia sexual en los conflictos rindan cuenta de ellos y, reducir la desigualdad de género que alimenta esas atrocidades, fue el mensaje del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, 19 de junio, señaló que la violencia sexual como táctica de guerra es una amenaza a nuestra seguridad colectiva y supone una mancha para nuestra humanidad.
Por lo que pidió escuchar a los supervivientes y reconocer sus necesidades y exigencias. “La mayoría son mujeres y niñas, pero también hay hombres y niños, que nos piden ayuda para acceder a servicios vitales de salud, a la justicia y a la reparación”, dijo.
Reiteró que las Naciones Unidas están dispuestas a colaborar con los Gobiernos, la sociedad civil, los líderes religiosos y tradicionales y todos los asociados para dar apoyo a las niñas y niños nacidos a causa de una violación en tiempo de guerra, a las madres de esas niñas y niños y a quienes trabajan en el frente para prestarles ayuda.
Juntos debemos y podemos sustituir la impunidad por la justicia y la indiferencia por la acción.
El líder de la Organización de las Naciones Unidas, en su mensaje, advirtió que los efectos, de la violencia sexual en los conflictos, pueden transmitirse de generación en generación, a través del trauma, el estigma, la pobreza, la mala salud y los embarazos no deseados.
Los niños y niñas concebidos por violación en tiempo de guerra suelen tener problemas de identidad y pertenencia décadas después de que se han callado las armas.
Pueden quedar en un limbo jurídico o correr el riesgo de ser apátridas.
Son presa del reclutamiento, la trata y la explotación, lo que trae consecuencias funestas para la paz y la seguridad, así como para los derechos humanos.
Las madres de esos niños y niñas pueden ser marginadas y rechazadas por su propia familia y comunidad.
A veces se considera a estas mujeres y a estos niños y niñas partidarios de grupos extremistas armados y violentos, en lugar de víctimas y supervivientes.
Reafirmemos nuestro compromiso mundial de eliminar el flagelo de la violencia sexual relacionada con los conflictos y brindar justicia, servicios y apoyo a todas las personas afectadas.
El 19 de junio de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, para conmemorar la adopción el 19 de junio de 2008, de la resolución del Consejo de Seguridad, en la que condeno la violencia sexual como una táctica de guerra y un impedimento para la consolidación de la paz.
«En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos debemos escuchar a los supervivientes y reconocer sus necesidades y exigencias: António Guterres, Secretario General de la OU