Isabel Ortega Morales
SemMéxico, Chilpancingo, Gro., 7 de febrero, 2022.- El ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero es un personaje que tiene un gran conocimiento de la psicología de gobernar, que sabe cómo convencer para motivar un cambio de los personajes políticos, que sabe cómo estar vigente y que sabe cómo ser bien recibido en todos los niveles políticos, sin que el tema de Ayotzinapa lo alcance.
En su más reciente colaboración como articulista de un medio nacional dice “En el país, a propósito de banderas de lucha social y con el pretexto de ejercer estos derechos, se cometen robos a las empresas, se secuestran camiones, se bloquean las vías locales y federales, se incendian edificios públicos sin que la autoridad actúe”.
En su artículo “hechos son amores”, como cita en el colofón de su colaboración de fecha 5 de febrero del año en curso dice que “una fuente absolutamente confiable me compartió que de 12 a 14 millones de pesos mensuales de la autopista del sol” es la respuesta a la pregunta que nos formula “¿Sabe usted cuánto se recauda de las casetas de la Autopista del Sol mensualmente?”, aunque no precisa quien es la que recaba esta cifra, ni en cuantas casetas de peaje.
Pero resulta interesante cuando cita también lo siguiente “Cualquiera se preguntaría ¿cuál es el destino de estos recursos, -sin que cite el monto- que al amparo del movimiento de los 43, estudiantes de Ayotzinapa encapuchados se dedican a cobrar un día y otro también?” para después decirnos que la Normal Rural cuenta con instalaciones donde se les otorga alimentos y hospedaje, que conduce a deducir que ¿nos quiere decir que no necesitan esos recursos?
El ex Gobernador de Guerrero expone en su artículo la decisión de la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda de “no permitir la toma de casetas y resguardar de manera permanente sus instalaciones”. Y en su exposición señala que al cierre de su colaboración se entera de que “la violencia se desbordó ayer en la caseta de Palo Blanco, donde los normalistas realizaron un mitin, pero llegaron armados de petardos, palos y piedras, aventaron un tráiler a una caseta, lo que pudo ocasionar una tragedia; el saldo fue de 14 guardias heridos y el orden público roto de nuevo”.
Pero no se queda en la consideración última de “el orden público roto de nuevo”, sino que agrega que “sería interesante realizar una evaluación académica de estos jóvenes que se preparan para ser maestros”.
La sutileza del mensaje ¿es una provocación? Siendo un político de tiempo completo, teniendo los hilos en sus manos de muchos políticos, tomando decisiones del presente y del futuro, qué pasaría si el gobierno del estado decidiera evaluar a los normalistas de Ayotzinapa?, ¿unir a todas las normales rurales en un objetivo de realmente hacer un orden público roto de nuevo? Conozco a muchos egresados de la Normal de Ayotzinapa y su formación y servicio docente es muy bueno. Me preocupa cuando proviene de la experiencia de un político como el dos veces ex gobernador de Guerrero porque él no está pensando en el presente, sino en el futuro.