Hace exactamente 10 años, el 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo se manifestaba a las afueras del Palacio de Gobierno de la ciudad de Chihuahua, México, para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí. Esa noche, un hombre se bajó de un auto, caminó hacia ella y la mató de un disparo a la cabeza.