La industria amorosa que no tiene nada que ver con el amor y todo con la lógica patriarcal, es implacable, el dinero es el dinero, es más ¡Dios es el dinero!
Las jóvenes feministas llegan a las puertas de Palacio Nacional para parar la impostura y los crímenes contra las mujeres y exigir sino a las autoridades que hagan su trabajo para el acceso a la justicia