Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 5 de marzo 2025.-Los derechos de las mujeres en todo el mundo están en peligro; el escenario es de retroceso por el conservadurismo, la reorganización de grupos antiderechos, no sólo en Estados Unidos, sino en otros muchos países, lo que obliga a defender todo lo ganado, resistir y combatir advirtieron mujeres que estuvieron en la IV Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en China hace 30 años.

Hablaron de cómo fue y a que obstáculos se enfrentaron la embajadora Olga Pellicer Silva, la economista Clara Jusidman Rapoport, la responsable de igualdad en la UNAM, Norma Blázquez Graf, la senadora Amalia García Medina y la exdiputada Patria Jiménez Flores.
En China, hace 30 años México estuvo a punto de no firmar la Plataforma Mundial de Acción, la primera agenda global para el avance de las mujeres por presiones del Vaticano, recordó Jusidman Rapoport, integrante de la delegación oficial y recordó que a todas, funcionarias y políticas, las acusaron de abortistas al regresar a México, hasta hubo manifestaciones a la Basílica de Guadalupe.
Fue un escándalo, todas lo recordaron, pero “pudimos avanzar” gracias al profesionalismo del funcionariado del gobierno, hoy en declive. Entonces, dijo había un gobierno priista, de Ernesto Zedillo Ponce de León, pero éste tuvo interés en llevar a cabo un trabajo cuidadoso, profesional, abierto y participativo, a pesar de que el año previo, 1994, era muy complicado por el levantamiento zapatista, las elecciones presidenciales, el asesinato de dos prominentes políticos crisis económica y firma del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica .
Pellicer Silva, cabeza organizativa en la delegación mexicana, contó de las discusiones internas, empezando por los obstáculos del gobierno China que intentó evitar la presencia de las organizaciones no gubernamentales y feministas. Lo más difícil en esa conferencia, dijo, fue ponerse de acuerdo en temas de la salud reproductiva que generó una gran polémica sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, “una discusión politizada que generó una gran polémica”, finalmente se consiguió una plataforma equilibrada.
Ahí se firmó el más ambicioso compromiso de 180 gobiernos para el avance de las mujeres, de dónde surgió lucha, poder y resistencia, que obliga hoy a defender los logros, en un momento oscuro, donde peligra, incluso la existencia de la ONU por gobiernos y partidos políticos que buscan imponer el pensamiento único, roto en Pekín, dijo García Medina, ex gobernadora de Zacatecas.

Importante que de ahí surgiera, a regañadientes, la valoración de los aportes de las mujeres en el trabajo reproductivo o doméstico y de cuidados, a pesar de que las europeas, temerosas porque “pensaban que sus esposos tendrían que pagarles por cocinar, tejer, sembrar hortalizas”.
“Ganamos que en la plataforma se incluyera de “manera muy cuidadosa”, reconocer ese trabajo, “de cuidados” que en México representa hoy el 26 por ciento del producto interno bruto, recordó Jusidman Repoport.
Después de Beijing, durante 16 años de activismo, Jiménez Flores, la primera diputada federal lesbiana, operó un cambio cultural indiscutible, que permitió que en todo México se reconozca la libre orientación sexual, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y los derechos humanos de la diversidad, pidió no olvidar que anda por ahí todavía Pro-Vida.
Ante los que todavía son desafíos estructurales, dijo Blázquez Graf, y están vigentes las resistencias, vale la pena celebrar que en Beijing como ejemplo de trabajar por un mundo más justo, donde la paridad sea real y agregó “ a ver, si con una presidenta en México se puede lograr”.
Sobre el recuento, la moderadora Gloria Careaga dijo que la lucha continúa y destacó la importancia de las alianzas plurales y la necesidad de resistir, contrarrestar y avanzar a pesar de las turbulencias retrógradas de este momento.
Las panelistas participaron en la presentación de la iniciativa Crónicas de Beijing a 30 años, donde 13 mujeres de América Latina han escrito sus experiencias personales sobre ese acontecimiento, iniciativa impulsa por los colectivos Política Exterior Feminista en América Latina y Nueva Política Exterior, en el auditorio Alfonso García Robles, del Centro Cultural Universitario Tlatelolco UNAM. El lugar donde se realizó en 1975 la primera Conferencia Mundial de la Mujer, como la IV, patrocinada por la ONU.
Estas mujeres contaron los detalles y el contexto de cómo llegaron a Beijing, cómo, tras largas discusiones, se marcó un rumbo para todas las mujeres del mundo, cómo se concretaron las 12 áreas de principal preocupación, ya que no son iguales las mujeres del mundo desarrollado y las que viven en países llamados entonces del Tercer Mundo, cómo el diálogo permitió un acuerdo, aunque por ejemplo dejó rezagada la condición de las mujeres trabajadoras, explotadas en sus lugares de trabajo, todavía pendiente, destacó Jusidman Rapoport quien fue directora el Sistema Nacional de Empleo.
Explicaron el azoro ante todas las nuevas palabras que surgieron en la IV Conferencia Mundial de la Mujer como empoderamiento, género, derechos sexuales y reproductivos, derechos políticos paritarios, real representación de las mujeres en los medios de comunicación.
Un punto básico fue involucrar en la agenda a gobiernos, iniciativa privada y sociedad civil, de mujeres y feminista, gracias al diálogo y la pluralidad dijeron todas.
El rumbo marcado por la delegación mexicana se logró por acuerdos bien discutidos, hoy amenazados por la pretensión de imponer hoy un pensamiento único, destacó García Medina.
En Beijing hubo diálogo, entre el gobierno mexicano y las feministas de ONG y coincidieron en que la experiencia fue extraordinaria. En un video trasmitido durante la reunión, la política Beatriz Paredes Rangel, leyó lo que con su pluma escribió en tono poético, como respuesta a los grupos conservadores, “Por qué fui y que vi”, donde describe el significado de sentirse mujer y su mirada global, donde las mujeres consiguieron derechos.
Aunque los avances son lentos, las panelista asistentes y algunas responsables de la delegación mexicana en la Conferencia, hicieron votos porque en estos días en Nueva York, la delegación mexicana haga un balance equilibrado, plural y de compromiso para enfrentar todo lo que falta, especialmente la violencia feminicida.