- Mis etapas en su laboratorio fueron fundamentales para formarme en astrobiología, afirmó la universitaria
- Dejó un vacío en nuestra comunidad, pero también un legado que continuará y será un referente: María del Pilar Carreón Castro
- Fabiola Aceves Díaz lo describió como un científico multidisciplinario, quien combinó la biología con la química y la física
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 2 de mayo, 2024.- El Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM entregó, por primera ocasión, la medalla “Dr. Rafael Navarro González” a Antígona Segura Peralta, investigadora de esa entidad académica, alumna y discípula del científico universitario, pionero en el estudio de la astrobiología en México.
El galardón honra la memoria y el trabajo del experto mexicano, cuyo nombre lleva una montaña del planeta rojo, localizada al noroeste del cráter Gale, cerca del Monte Sharp, quien participó con un equipo analítico propio en la misión Curiosity, de la NASA, que explora Marte.
La distinción reconoce las contribuciones relevantes en astrobiología, química de plasmas y estudios planetarios realizadas por investigadores o investigadoras en una etapa activa de su vida académica, con trabajos que demuestren ampliamente su originalidad y su aportación al desarrollo de estas áreas en nuestro país.
Me siento muy honrada de recibir esta medalla que aprecia mis más de 20 años de trabajo en astrobiología, y que además lleva el nombre de Rafael Navarro, quien fuera mi asesor de doctorado. “Mis etapas en su laboratorio fueron fundamentales para formarme e iniciar la labor con la Sociedad Mexicana de Astrobiología, y para seguir en esta área de investigación que es fantástica”, destacó Segura Peralta ante la directora del ICN, María del Pilar Carreón Castro.
En presencia de Fabiola Aceves, esposa de Rafael Navarro, y familiares del científico, la universitaria rememoró sus primeros años de vida. “Cuentan que había una niña que a los dos años miró al cielo totalmente oscuro y tapizado de estrellas y se echó a llorar. Esa niña fui yo, y aunque no lo recuerdo, quiero pensar que lloré de emoción ante la maravilla de un cielo estrellado”.
Esa noche tuvo un impacto en su vida; supo que existía una disciplina llamada exobiología, que reunía la comprensión del fenómeno de la vida con el estudio de planetas y estrellas. “Entonces decidí que sería astrobióloga, pero nadie me supo decir cómo”.
Para seguir su vocación por la astrobiología (antes exobiología), Segura Peralta tuvo que cambiar de posgrado donde conoció a Navarro González, investigador pionero en la materia, adscrito al ICN.
Durante la ceremonia de entrega, agradeció al científico por abrir el camino de la astrobiología en México. “Espero seguir honrándolo con mi trabajo”.
Previamente, María del Pilar Carreón leyó la semblanza del universitario, a quien describió como un destacado investigador, docente y divulgador de la ciencia, además de un querido colega y amigo.
“Cuando estábamos pensando cómo preservar su legado, surgió esta iniciativa que agradezco apoyara la familia Navarro, para entregar año con año un reconocimiento a las personas que tengan una trayectoria destacada en estas áreas”, señaló.
El biólogo y doctor en química, interesado en el origen de la vida, regresó a México a trabajar, pese a que pudo hacerlo en cualquier otro país. En el ICN fundó el Laboratorio de Química de Plasmas, donde realizó labor teórica y experimental que combinó con investigación multidisciplinaria con formación de recursos humanos, aseveró.
De acuerdo con Carreón Castro fue un “viajero apasionado, era inexplicablemente generoso y dejó un vacío en nuestra comunidad, pero también un legado que continuará y será un referente”.
Fabiola Aceves Díaz expresó que su esposo siempre trabajó con entusiasmo. “Las cosas difíciles las hacía fáciles y cuando le preguntaba algo y me decía no sé, al día siguiente tenía la respuesta”.
Fue un científico multidisciplinario, dijo, que combinó la biología con la química y la física, quizá por eso tuvo alumnas y alumnos de diversos orígenes científicos.
En el presídium también estuvieron el secretario académico del ICN, Fernando Ramírez Martínez; y el investigador José Ignacio Jiménez Mier y Terán, jefe del Departamento de Física de Plasmas e Interacción de Radiación con la Materia, al que estaba adscrito Navarro González.