Bastó con que Guadalupe Acosta Naranjo anunciara una segunda movilización ciudadana, que será concentración en el Zócalo de Ciudad de México bajo el lema “Mi voto no se toca”, en contra del Plan B de la reforma electoral, para que Su Alteza Serenísima montara en cólera y escupiera sandeces.
Resulta que el joven Ovidio no le hizo caso a su abuelita doña Consuelo y, por no portarse bien, que me lo pepenan en la madrugada del jueves 5 de enero, horas antes de la llegada de Los Reyes Magos.
Conocí el mar en mi adolescencia tardía; fue en diciembre. Hoy, la Nochebuena y usted y ustedes y esos días de aventura previos al sacro arrullo del Niño Dios y la posada en la 513, con las y los vecinos que armaban la coperacha y había de todo, hasta madrazos.
Fue domingo, hace seis años, Yaz.
Terca memoria que te tiene todos los días presente para bien de mi ánimo que de pronto flaquea; aquí, allá, en los detalles, en la nostalgia de nuestras reuniones.