- Estudio en 4 países ratifica los beneficios de vinculación entre clínicas y hospitales con ONG
- Siempre debe estar centrada en las mujeres
Miriam Ruiz Mendoza
SemMéxico, Birmingham, Reino Unido, 2 de diciembre, 2024.- Una nueva investigación realizada en 4 países distintos refrenda que la capacitación del personal para una atención centrada en las mujeres, vincularse con organismos civiles especializados en género y el registro puntual de casos, mejora la vida de quienes han vivido abuso.
El proyecto Cuidados en Salud para Responder a la Violencia y abuso (HERA, por sus siglas en inglés) desarrolló y evaluó una intervención a lo largo de cinco años en Brasil, con base en la prevalencia registrada de violencia doméstica. Así, seleccionaron por un 23% a Brasil, 27 por ciento a Nepal, 29 por ciento a Palestina y 24 por ciento a Sri Lanka, informó la Universidad de Bristol en comunicado.
Tras la implementación del programa HERA, los índices de identificación de violencia doméstica en los servicios de salud participantes aumentaron un 78 por ciento en Brasil, cien por ciento en Nepal y 69 por ciento en Sri Lanka. El aumento de la violencia por parte de Israel en Palestina resultó en una disminución de los registros.
Aumentó el compromiso de quienes trabajan en el sistema de salud
La confianza y motivación de las y los trabajadores de la salud para abordar la violencia doméstica mejoraron después de la capacitación con un aumento en su disposición para identificar, preguntar y responder a la violencia doméstica documentando casos, haciendo derivaciones y ofreciendo apoyo continuo.
«Nuestro mayor logro radica en aumentar la identificación de casos de violencia doméstica sin recurrir a preguntas mecánicas ni obtener respuestas irrelevantes. Este incremento significa un enfoque más atento y perceptivo hacia las mujeres, con una comprensión más profunda de las desigualdades de género, raza y clase», la profesora Ana Flavia d’Oliveira, investigadora principal de la Universidad de São Paulo.
Por su parte, la profesora Loraine Bacchus, co-directora de HERA, explicó: «HERA ha demostrado que los programas culturalmente apropiados y centrados en las mujeres pueden fortalecer las respuestas del sistema de salud a la violencia doméstica. Al colaborar con los servicios de salud locales y abordar los desafíos específicos que enfrentan sus comunidades locales, es posible mejorar la confianza de los trabajadores de la salud y construir confianza con las mujeres a las que apoyan».
Tras anunciar la expansión de este programa a nuevas regiones en los países seleccionados, el Grupo, co-dirigido por la Universidad de Bristol y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, emitió algunas recomendaciones, que ratifican las exigencias de diversos movimientos feministas. Entre ellas:
- Fortalecer los vínculos del sistema de salud con líderes locales, organizaciones de mujeres y servicios liderados por ONG.
- Incorporar una perspectiva robusta centrada en la mujer en los programas de capacitación, basada en la comprensión de la desigualdad de género.
- Desarrollar intervenciones específicas para los gerentes para impulsar el cambio organizacional.
- Ampliar las opciones de derivación para mujeres en diversas etapas de disposición para buscar ayuda.
- Mantener un sistema de registro simple y unificado para documentar la violencia doméstica.
- Establecer objetivos e indicadores de rendimiento para las respuestas a la violencia doméstica en los sistemas de salud.
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