- En entrevista dijo que su labor como escritora es con el lenguaje para cuestionar y subvertir
- Elegida por la originalidad de su voz, el aliento poético de su escritura y la sugerente mezcla de lo literario con las ciencias sociales.
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 14 de julio, 2023.- Cristina Rivera Garza, una de las más sorprendentes y prestigiosas escritoras mexicanas, poeta y académica, se convertirá en la primera escritora en ingresar a El Colegio Nacional, el próximo 22 de julio, para sumarse a un reducido grupo de científicos, artistas y literatos que lo integran. Su último libro El invencible verano de Liliana, reconstruye el feminicidio de su hermana.
Entre los que ahora serán 35 colegiados, desde su fundación en 1943, solo han ingresado ocho son mujeres. La institución pública, es una de las más prestigiosas del mundo hispánico dedicada a la divulgación científica, artística y humanística, reconoció que tiene una deuda histórica con la incorporación de mujeres desde su fundación en 1943.
Cristina Rivera Garza (Matamoros, Tamaulipas, 1964 dará una lección inaugural ese viernes a las seis de la tarde, en el Aula Mayor del Colegio Nacional, situado en pleno Centro Histórico, de la ciudad de México.
En la ceremonia participarán el médico Adolfo Martínez Palomo, presidente en turno de este órgano colegiado, quien dará la bienvenida a Rivera Garza y, posteriormente, el escritor Juan Villoro responderá a su discurso de ingreso, titulado Escribir con el presente: archivos, fronteras, cuerpos.
Conocida mundialmente por su novela Nadie me verá llorar (1999), la autora es nueva integrante de El Colegio Nacional por la originalidad de su voz, el aliento poético de su escritura y la sugerente mezcla de lo literario con las ciencias sociales fue capaz de escribir sobre el feminicidio de su hermana de manera magistral.
Además de ser una de las escritoras más sobresalientes de México, con una trayectoria literaria ha transcurrido y prosperado a la par de su labor académica.
En sus cuentos, poemas y ensayos, Rivera Garza se ha ocupado de temas críticos como la migración, la frontera, la identidad, la salud mental, los feminicidios, los estudios de género y la necropolítica. Por esta razón, considera que el acto de escribir es activismo, ya “que toda escritura tiene la capacidad de convocar, es decir, de crear comunidad”.
“En la práctica creativa se lleva a cabo una imbricación profunda y rabiosa, capaz también de producir realidad. La escritura se dirige, además, a los substratos más esenciales de nuestro ser. Mucha de mi labor como escritora (aunque también como docente) se basa en trabajar de cerca con el lenguaje para cuestionar y subvertir ese tipo de narrativas heredadas”, añade.
Maestra Emérita de México
Su carrera académica la ha llevado a dar clases en las universidades de San Diego, Standford y Houston. Ha combinado su estancia en Estados Unidos con largos periodos de enseñanza en México, especialmente en el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México. En los últimos años ha participado de forma intensa en la vida literaria de la Ciudad de México como jurado de premios, antologadora, conferencista, y coordinadora de talleres, conquistando el aprecio unánime de sus colegas. y, actualmente, dirige el doctorado de escritura creativa en español en la Universidad de Huston, Texas.
Sobre su labor docente dice: “No hay trabajo más noble y fundamental que el que se lleva a cabo en un salón de clase: en esa comunidad efímera que organizamos entre maestros y alumnos se crean prácticas horizontales donde puede crecer tanto el pensamiento crítico como el ejercicio constante del diálogo, ambos ejes de importancia vital para nuestras comunidades, así como para el país entero”.
Como integrante de El Colegio Nacional, Rivera Garza ostentará el título de Maestra Emérita de México, nombramiento recibe con gusto, pues sabe que su experiencia académica y literaria serán de utilidad para las labores de divulgación que lleva a cabo esta institución a nivel nacional: “Me dará gusto estar tanto en la Ciudad de México como en Tijuana o Oaxaca o Tamaulipas, por mencionar sólo tres de los lugares que son importantes para mi corazón, contribuyendo a un diálogo fluido y constante sobre temas que son centrales a mi trabajo y pensamiento”, explica.
La autora de La cresta de Ilión (2002) es una escritora interesada en temas como feminismo, cambio climático y migración, entre otros temas sociales, y considera que estos temas pueden abordarse desde el enfoque multidisciplinar que ofrece
El Colegio Nacional. De esta manera, Rivera Garza señala que las preguntas complejas parten de las perspectivas interrelacionadas de múltiples prácticas del saber. Ni el cambio climático, ni la violencia de género, ni la migración, fenómenos centrales en nuestro mundo contemporáneo, podrán ser atendidos a cabalidad sin la participación de científicas, administradoras públicas, abogadas, doctoras, filósofas, lingüistas, escritoras, por mencionar algunas. “Confío en que El Colegio Nacional me ayudará a expandir esa conversación, una de las más urgentes en el mundo actual”
A los 30 años Rivera Garza publicó su primera novela, Desconocer, finalista del Premio Juan Rulfo. En 1999, su novela Nadie me verá llorar se convirtió en una de las obras más comentadas de la literatura mexicana contemporánea. En 2022, ganó el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores por su obra El invencible verano de Liliana.
Por el conjunto de su obra, la autora ha sido reconocida con el Premio José Emilio Pacheco a la Excelencia Literaria, que anteriormente han recibido el propio Pacheco y Fernando del Paso, miembros del Colegio Nacional, así como Elena Poniatowska; con el Premio Roger Caillois en Francia y, en el marco de la Feria internacional del Libro de Guadalajara, ha recibido en dos ocasiones el Premio Sor Juana Inés de la Cruz (2001 y 2009).
También ganó otros reconocimientos, entre ellos el Premio Anna Sanghers par literatura latinoamericana, en el 2005; En 2023 fue seleccionada para formar parte de El Colegio Nacional.
Vive desde l989 en los Estados Unidos. Es profesora distinguida en el departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Houston.
Estudió sociología urbana en la ENEP Acatlán (hoy FES Acatlán) de la Universidad Nacional Autónoma de México, y obtuvo su primer doctorado, en el área de la historia de América Latina, en la Universidad de Houston. En el 2012, esta misma institución le otorgó un doctorado en Letras Humanas, con distinción Honoris Causa. Sus investigaciones de corte histórico sobre las definiciones populares de la locura y la historia de la psiquiatría en México a inicios del siglo XX han aparecido en las revistas Hispanic American Historial Review, Journal of the History of Medicine and Allied Sciences, entre otras, en Inglaterra, en Argentina y en los Estados Unidos. Sus textos se han publicado en antologías y diarios y revistas nacionales. Algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, al italiano, al portugués, al alemán, al coreano, al francés y al esloveno. Publicó La mano oblicua en la sección Cultura del periódico Milenio. Ha escrito en blogs, de otros medios como el diario El País, de España. Milenio.
Según Cristina Rivera, los lectores frecuentes son personas que no se dejan manipular o aburrir con libros, y es la razón por la que una autora debe plasmar todo de sí misma en su obra. Intenta plasmar en sus obras la idea de jugar con el lector, de tentarlo y atraparlo con la lectura y al mismo tiempo fastidiarlo, para mantenerlo enganchado con la obra.
Dice El Colegio Nacional
El Colegio Nacional, cuyo presidente en turno es el químico Eusebio Juaristi, ha anunció la incorporación de Rivera Garza y sobre la escritora, el texto expresa que “será esencial para promover la literatura” contemporánea.
Destacó que el último libro de Rivera Garza, El invencible verano de Liliana, reconstruye el feminicidio de su hermana. Es autora, además, de títulos como Nadie me verá llorar (1999), La muerte me da (2007) o Autobiografía del algodón (2020). Por su trabajo, ha sido reconocida con el Premio Xavier Villaurrutia, además de todos los otros galardones.
El Colegio Nacional “se integrará hasta con cuarenta miembros de nacionalidad mexicana, de reconocido prestigio e indudable competencia en su especialidad”. Hasta ahora, poco más de un centenar de personas han formado parte de este colegio, la mayoría ya fallecidos, como el filósofo Luis Villoro, los escritores Salvador Elizondo, Octavio Paz o Carlos Fuentes, la historiadora Beatriz de la Fuente, el astrónomo Arcadio Poveda, el arquitecto Teodoro González de León o los artistas Vicente Rojo, Rufino Tamayo, José Clemente Orozco o Diego Rivera. Los puestos se renuevan tras el fallecimiento de los miembros.
Desde hace algunos años, diferentes voces han reclamado la incorporación de mujeres en la institución. En 2017, sólo tres mujeres formaban en el Colegio Nacional la pianista Concepción Company, que ingresó ese año; la arqueóloga Linda Rosa Manzanilla Naim, en 2007, y la psicóloga María Elena Medina-Mora, que había entrado un año antes. Al año siguiente, en 2018, se incorporaron la bióloga Julia Carabias Lillo y la astrofísica Susana Lizano Soberón. En 2021, fue la viróloga Susana López Charretón y en 2022, la compositora Gabriela Ortiz.
