* Necesario asumir un enfoque feminista en la investigación científica
* Las mujeres quienes más horas dedican al trabajo doméstico y de cuidados
Lirians Gordillo Piña
SemMéxico/SEMlac, La Habana, 17 de febrero 2020.- ¿Qué pasos permiten avanzar en un sistema integral de cuidados en Cuba? ¿Qué fortalezas, vacíos y desafíos existen en las investigaciones sociales y las políticas públicas?
Según especialistas de la nación del Caribe, son fortalezas para ese empeño, la
voluntad política y los valores de justicia social del proyecto socialista
cubano, la tradición de políticas sociales, la institucionalidad y el capital
humano de la nación.
Representantes de diferentes centros de investigación y provincias del país
coincidieron sobre estos aspectos durante el Primer taller nacional de estudios
sobre cuidados, realizado en La Habana los días 12 y 13 de febrero.
Convocado por el Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana, en
coordinación con el Instituto de Filosofía del Ministerio de Ciencia Tecnología
y Medioambiente (CITMA), en el encuentro se sistematizaron resultados de
investigaciones, experiencias prácticas y propuestas para la toma de
decisiones.
Superar la visión fragmentada del cuidado y su abordaje desde diferentes
ministerios, no siempre en sintonía, son desafíos que enfrentan las políticas
en el país, señalan especialistas.
«Necesitamos ampliar la visión sobre los cuidados desde un enfoque
integral, que supere la visión salubrista o asistencialista», opina Mayda
Álvarez, directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Federación de
Mujeres Cubanas (FMC), organización que agrupa a más de cuatro millones de
mujeres en la isla.
Durante los debates, emergieron otros retos y vacíos desde el ámbito público e
institucional, entre ellos la capacitación, el análisis sobre los impactos de
las desigualdades en el acceso a los cuidados, la necesidad de revisar los
marcos legales existentes y la protección de quienes cuidan, entre otros temas.
«¿Cuál es el cuidado que se valoriza, cuál es el que se reconoce
socialmente? Vuelve la dicotomía de lo productivo y lo reproductivo, y solo se reconoce el
cuidado que produce bienes y servicios y entra al mundo del mercado. Tenemos un
desafío en la academia: cómo promovemos estos temas en los espacios de toma de
decisiones», dijo Georgina Alfonso, directora del Instituto de Filosofía.
La investigadora y feminista insistió en la necesidad de asumir un enfoque
feminista en la investigación científica y la política social sobre los
cuidados, un llamado en el que coincidieron la mayoría de quienes asistieron a
la reunión.
«Si la perspectiva feminista es la que pone la
mirada en el cuidado, hay que asumir esta perspectiva y hacer diagnósticos y
propuestas desde ese posicionamiento ético, epistémico y político; si no, vamos
a reproducir una lógica patriarcal», alertó Alfonso.
Otras propuestas y prioridades fueron construidas en colectivo. Participantes
en el taller coincidieron en que el contexto actual convida a aprovechar el
llamado presidencial de incorporar, cada vez más, la ciencia a la toma de
decisiones para crear vínculos entre instituciones de gobierno, academia y
actores comunitarios.
El objetivo es aportar análisis y resultados científicos que permitan avanzar
hacia un sistema de cuidados integrales, con una coordinación nacional y
presupuesto establecido, que integre a distintos actores desde la participación
social y se base en los derechos y la corresponsabilidad del Estado, la
comunidad, la familia y el sector privado.
«Hemos estado hablando sobre la necesidad de una institucionalidad que rectoré
todo lo que se hace relacionado con los cuidados. Reconociendo la sectorialidad
de las políticas sociales en Cuba, debemos preguntarnos sobre cómo promover la
integración e integralidad que necesitan los cuidados», propuso Mariana
Rodríguez, investigadora del departamento de Sociología de la UH.
El análisis de la producción científica también se incluyó en la agenda del
encuentro. La dinámica demográfica nacional, y en particular el envejecimiento,
ha concentrado el interés de estudios vinculados a los cuidados, como la Encuesta nacional de envejecimiento de la población y también
investigaciones cualitativas sobre estrategias familiares de cuidado,
diagnósticos municipales, estudios de percepción sobre los cuidados en
decisores, entre otros aspectos.
Otros acercamientos también van mostrando las brechas «ocultas»,
principalmente las relacionadas con los roles de género. Por ejemplo, la Encuesta
Nacional de Igualdad (ENIG 2016) demostró la división sexual del trabajo al
interior de los hogares y el uso desigual del tiempo, al comprobar que
son las mujeres quienes más horas dedican al trabajo doméstico y de
cuidados.
El grupo de especialistas coincidió la necesidad de ampliar las miradas a estas
problemáticas desde la academia, con un enfoque feminista interseccional para
proponer estrategias que permitan cerrar brechas que impactan los cuidados en
Cuba; entre ellas las de género, las territoriales, de edad e ingresos, por
color de la piel y discapacidad, además de otras desigualdades.
SEM-SEMlac/lgp