- Economistas sugieren que el Gobierno utilice la deuda pública para tener recursos que le permitan sortear la crisis por el Covid-19.
- El mercado laboral mexicano resentirá la crisis provocada por el coronavirus.
- La labor del gobierno para atender la crisis es «insuficiente», afirma Oxfam
Con información de Expansión, El Economista, El Financiero y Oxfan
SemMéxico. Ciudad de México. 01 de mayo 2020.- El número de personas que perderá su empleo en esta crisis dependerá del impacto que tenga el coronavirus en la economía y de las medidas que implemente el gobierno para tratar de preservarlos, aseguran economistas.
BBVA México estima que tan solo este año, 1.5 millones de personas podrían quedarse sin empleo si el Producto Interno Bruto se hunde -12%. Si la contracción es de -7%, habría 890,000 desempleados. El 32 por ciento corresponde a mujeres, de las áreas de servicios, industrialización del campo y sistemas.
“Si el país se contrae 12% habrá 1.5 millones de empleos perdidos y llevará más allá del 2023 la recuperación, por eso hablamos de la posibilidad de una década perdida”, aseguró Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
El escenario base del banco es que la economía mexicana caiga 7% pues solo en caso de que el gobierno no tome medidas fiscales eficientes, el desplome será de 12%.
El banco ha sugerido la implementación de medidas fiscales que preserven el empleo y una de estas medidas sugeridas tiene que ver con el endeudamiento público. Serrano dijo que el país requiere de un paquete de medidas equivalentes a 6 puntos del PIB para que la deuda llegue a niveles del 60%.
BBVA México no es el único que ha sugerido esta medida, Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) dijo en entrevista que pese a que el gobierno no lo quiera, la deuda se elevará de cualquier manera.
“La deuda va a subir de cualquier modo pero creemos que debería subir más y sería factible que el gobierno anuncie 6 puntos del PIB y que se endeude por 60%. Sería bien recibido por los mercados. Este paquete es temporal y una vez que termine la contingencia este gasto se va a reducir”, aseguró de la Torre.
De continuar la resistencia del gobierno al endeudamiento, se corre el riesgo de que aumente no solo el número de desempleados sino también el número de pobres. Rodolfo de la Torre recordó que en la crisis de 1994 la pobreza alcanzó al 70% de los mexicanos y advirtió que de seguir así, el gobierno podría aumentar esta cifra.
“La deuda es el instrumento para un fin y en este caso el fin es evitar que cerca de 22 millones de personas en los próximos dos años caigan en la pobreza, que quienes tienen actualmente un trabajo formal queden desempleados”, dijo.
De acuerdo con las cifras más recientes, la tasa de desempleo en México se ubicó en 3.3% en marzo, una cifra inferior al 3.7% registrado en febrero.
Ricardo Fuentes-Nieva, director ejecutivo de Oxfam México, afirma que si el gobierno de AMLO no actúa, la actual crisis económica será de largo plazo.
Inadecuada e insuficiente ha sido hasta ahora la respuesta del gobierno federal para amortiguar el impacto de las crisis económica, social y sanitaria que enfrenta México como consecuencia de la pandemia del Covid-19, consideró en entrevista el director ejecutivo de Oxfam México, Ricardo Fuentes-Nieva.
Y es que, a decir de este economista egresado del CIDE, la administración federal tiene los recursos y la capacidad para amortiguar los daños de una futura recesión que amenaza con desmontar la estructura económica del país.
Fuentes-Nieva platicó con Expansión luego de que Oxfam México presentará su estudio “Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México”, donde advierte que el coronavirus generará tres tipos de crisis: económica, sanitaria y social.
– ¿Por qué es tan peligrosa esta crisis?
Es una crisis histórica y global que no solo afecta a México. Lo que es muy diferente es que la actividad económica del mundo se detuvo voluntariamente como una medida para evitar la propagación del Covid-19, pero es muy distinto porque es una suspensión de la actividad económica que no puede ser reiniciada hasta que se detenga la pandemia.
Y lo que es muy desafiante es cómo mantienes la capacidad de la economía de seguir canalizando recursos sobre todo a los trabajadores y a las personas que viven al día.
-¿Cómo evalúas los anuncios que hasta el momento ha hecho el Gobierno federal?
El gobierno ha sido muy claro sobre el tema de la pandemia en materia sanitaria, pero ha sido mucho menos claro en la crisis económica y social. Lo que ha dicho el presidente es que las acciones de su gobierno antes de la pandemia serán suficientes para proteger el bienestar de los mexicanos. Desde nuestro punto de vista ese enfoque es inadecuado e insuficiente. Se necesita más gasto público que pueda proteger a los trabajadores formales y a los que no cuentan con seguridad social.
-¿De dónde puede obtener los recursos para brindar los apoyos?
La semana pasada, la SHCP puso en el mercado internacional de deuda 6,000 mdd y el propio secretario de Hacienda dijo que la demanda había sido cinco veces mayor. Entonces México tiene acceso a ese mercado y al mismo tiempo tiene una línea de crédito con el FMI que podía ser utilizada inmediatamente y en estos momentos el rol del estado para resolver estas tres crisis es fundamental.
De alguna manera es la naturaleza de por qué existe el estado, para poder enfrentar estas crisis que los actores privados y la sociedad organizada no tiene las herramientas para resolverlo y la deuda soberana es una de las maneras donde se pueden encontrar estos recursos para paliar estas tres crisis y estos peligros de desmontar la estructura económica del país y hacer más profunda la recesión y el sufrimiento de las millones de personas que viven en probreza o en algún tipo de vulnerablidad.
¿Cómo se deben implementar estos estímulos para evitar la generación de incentivos negativos?
Hay un mal diseño de las políticas presentadas, se ha hablado mucho de esos créditos a la palabra para los cuales serían elegibles las empresas que no despidieron a personas antes del efecto mayor del coronavirus, cuando la verdad lo más sensato era diseñar los créditos y con una condicionalidad de que no despidieran las personas a partir de que reciban los créditos y ahí estamos hablando de incentivos mal utilizados.
Yo creo que al final así como el presidente ha indicado que es importatísimo que la respuestas sanitarias estén en manos de los técnicos, yo creo que las respuestas económicas también deberían estar en manos de las personas técnicas, que conocen el funcionamiento de la economía Y también es importantísimo que se escuchen las propuestas de la sociedad civil y de los distintos grupo académicos y empresariales.
-¿Cuánto crees que deben durar los estímulos?
Depende de la duración del confinamiento sanitario pero también del impacto económico. Nosotros creemos que deberían tener una duración de al menos tres meses, pero estamos en una situación donde estamos revisando nuestras propuestas con una frecuencia inusual.
¿Crees que el tiempo se le está yendo de las manos al Gobierno?
Más vale tarde que nunca. Yo creo que estas medidas debieron de haberse tomado hace 5 o 6 semanas, pero el golpe y la recesión potencial que se nos viene encima no se nos va a acabar. Si el gobierno no actúa se puede convertir en una crisis económica de muy largo plazo.
¿Qué programas de asistencia social deben cambiar ante este escenario?
Los tres programas prioritarios del gobierno se enfocan sobre todo en poblaciones o jóvenes o de adultos mayores y la pandemia afecta mayormente a personas en edad de trabajar que están perdiendo empleos o la manera de cómo generan ingresos y es ahí donde se deberían enfocar los programas, en ese grupo problacional que está entre 20 y 60 años que está en edad laboral y no pueden acceder a la actividad económica porque está parada.
¿Han tenido apertura por parte del gobierno a estos análisis?
No, no hemos podido establecer conversación, aunque hemos tratado de hacer llegar a distintos canales las propuestas. Con el Congreso y el sector privado hemos tenido ciertos acercamientos, pero lo que se necesita es una acción de ejecutivo.
(Cortesía Oxfam)
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