Hace 63 años de aquella obra creada por Carmen de la Fuente y Armando González, personas plenas de inspiración y preparación musical
Araceli García Rico*
SemMéxico, Cd. de México, 10 de agosto, 2024.- El 19 de agosto de 1961, se interpretó oficialmente por primera ocasión el himno del Instituto Politécnico Nacional y hasta la fecha sus notas y estrofas hacen vibrar a toda una comunidad. Hace 63 años de aquella obra creada por dos personas plenas de inspiración y preparación musical: Armando Gonzáles Domínguez (musicalización) y de Carmen de la Fuente (letra).
Al leer cada estrofa, resulta interesante investigar quien fue la mujer que tradujo la fuerza y resplandor de un país, con el binomio de la ciencia en la técnica, a través de receptores inigualables: los estudiantes. (La matrícula escolar era preponderantemente masculina).
Carmen de la Fuente, nació el 10 de abril de 1910 y fallece el 13 de octubre de 2013, creando una obra literaria única e irrepetible, ella fue ensayista, dramaturga y poeta. Receptora de múltiples premios y reconocimientos como el Premio Nacional de Poesía en 1970, pero paso a la historia por plasmar el crecimiento de esta gran nación, en tiempos de la consolidación de las instituciones académicas de este país, basta leer las estrofas para enamorarse de aquellos anhelos de superación y amor a la patria.
“Anhelos interiores”, “De la llama sedienta”, “Canto a Hombre”, “Lázaro Cárdenas”, “Las ánforas de abril”, “Entre Combate y Tregua”, “López Velarde”, “Procesión de la memoria”, “Como la luz (Antología”), “Cartas Mediterráneas”, “Neruda en mi corazón”, “Elegias de Septiembre”, “Netzahualcóyotl: brazo de león”, “De amores visibles e invisibles”, “La volada: evolución del estridentismo”, entre otras obras, escritas de 1944 a 2010.
A 50 años del fallecimiento de la gran Gabriela Mistral, les invito a conocer también la obra de la extraordinaria Carmen de la Fuente, mujeres que trascendieron en tiempos en que no teníamos el derecho al voto.
Sea este, un breve, pero merecido homenaje a esos versos, que aun hacen soñar con un país de instituciones sólidas, de respeto al estado de derecho, de oportunidades laborales para las y los egresados, de un Politécnico a la altura de las circunstancias mundiales y sociales. Necesitamos a las y los estudiantes que se expresen sin miedo, docentes respetados en sus derechos laborales y personal administrativo con oportunidades de crecimiento y profesionalización. Espacios escolares y laborales libres de acoso y hostigamiento sexual. Soñemos, sí, pero trabajemos en conjunto de la mano de esos anhelos de una sociedad crítica y transformadora.
Himno del IPN
“Su libertad, México crea, surge la Patria, nace la luz; nos convoca tu voz, Politécnico, nos conduce tu amor, juventud.
Politécnico, fragua encendida, con la chispa del genio creador, en ti forja su nueva estructura nuestra noble y pujante nación.
En la aurora de un día venturoso, te dio vida la Revolución, una estrella te puso en las manos, ¡Que no apague su limpio fulgor!
En dinámico anhelo, conjugas las dos fuerzas de un mundo viril: es la ciencia crisol de esperanzas, es la técnica, fuerza motriz.
Guinda y blanco, indómita almena, que defiende tu ardor juvenil, oriflama en las lides gallardas, en tus manos triunfal banderín.
CORO: Tu brigada de nítida albura, ciencia augusta, saber bondad, en su diaria tarea, resplandecen infinita su dadiva ideal.
Energía que modelas paisajes, insurgente y activo soñar, un humano concepto sostiene, tu cultura de ser integral.
CORO: Mueve al hombre tu fe constructiva, se oye el ritmo de su despertar: sinfonía de las urbes fabriles, alma agreste de un himno rural.
Corazón valeroso y ardiente, que edificas baluartes de paz, solidaria su acción con tus filas, vive el pueblo tu hermosa verdad.
*Publicado en La Costilla Rota, con la autorización de la autora
Foto Captura de Pantalla desde Canal Once