Ixmiquilpan, Celaya, Culiacán, impunidad…
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN.
SemMéxico. Cd. de México. 23 de junio de 2020.- Nada tiene de raro ni de especial que, rumbo al proceso electoral intermedio del año entrante, la familia política se reacomode en busca de mantener y lograr el poder, incluso mediante relaciones que no se presumen pero se aceptan. Los poderes fácticos que siembran terror e impulsan candidaturas.
En este escenario no sorprende, por esperado y apenas elemental en esta presidencia impositiva que consigue objetivos torciéndole el brazo a la ley, en ese voluntarismo soportado en la consulta a mano alzada, el anuncio del inquilino de Palacio con el actuar por encima del Instituto Nacional Electoral.
El señor presidente descalificó al INE; insiste en restarle credibilidad y lo echa al saco de los organismos autónomos que se significan por ser contrapeso al Poder Ejecutivo, sin dejar de lado a los Poderes Judicial y Legislativo en los que también hay abusos, ausencias y opacidades.
“Es muy importante el que sí quede claro que vamos a estar pendientes para que no haya fraude electoral. Me voy a convertir en guardián para que se respete la libertad de los ciudadanos a elegir libremente a sus autoridades”, dijo el licenciado López Obrador en la conferencia mañanera de inicio de semana, con la facilidad grandilocuente de quien manda en el país.
¿Y el INE? Por supuesto hubo reacción de consejeros contra esa barbaridad, aunque la sola advertencia presidencial lleva implícita la ilegalidad, como ilegal es hacerse de la vista gorda frente al actuar de ciertos grupos del crimen organizado y arremeter contra los que, se infiere, no están en las coordenadas del encubrimiento oficial, como el propio Andrés Manuel confesó el viernes 19 de la semana pasada.
“La transformación de México continúa. A pesar de los pesares, vamos avanzando en el propósito de desterrar de nuestro país la corrupción, la peste funesta de la corrupción, que impedía a nuestro querido México salir adelante”, citó López Obrador al inicio de su homilía en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Y enfatizó:
“Vamos logrando el renacimiento de México porque no se permite la corrupción, no se permite la impunidad; esa es la fórmula básica: cero corrupción, cero impunidad para liberar fondos al desarrollo y apoyar el bienestar de nuestro pueblo”.
¡Ajá! El señor presidente incurre en esa singular amnesia selectiva que en términos llanos implica complicidad, encubrimiento, abuso de poder y hasta tráfico de influencias. En el estado de Hidalgo, la semana pasada el gobernador Omar Fayad le presentó una enorme lámina en la que aparecen, con nombres y apellidos, los 17 objetivos delincuenciales más buscados por la justicia federal y estatal.
Uno de esos objetivos es presidente municipal de Ixmiquilpan y otro es un conocido operador con relaciones en las ligas mayores de la política. ¿Y por qué no se les detiene?
Bueno, bueno, recuerde usted que en política no hay casualidades. A partir del pasado fin de semana se desplegó un singular operativo en Guanajuato, gobernado por el PAN, para desactivar a la organización criminal conocida como el cártel de Santa Rosa de Lima, que lleva años de operar impunemente.
¿Por qué ahora sí? El operativo implicó la detención de la madre, la hermana y la novia de José Antonio Yépez (a) “El Marro”, quien apareció en un video abatido, al punto del llanto, amenazante por la detención de su madre –con dinero y droga, refiere el parte policiaco–. Le pegaron en su punto débil y no dude usted de la severa reacción para cobrar la afrenta, pero pareciera el estertor de un poder fáctico en la zona que implica a Celaya y Salamanca, que peleó la plaza al Cartel Jalisco Nueva Generación y a la derivación de la Familia Michoacana.
¿Por qué ahora sí contra El Marro y por qué, en la víspera del operativo en las proximidades de Celaya, la confesión de Andrés Manuel que, en voz de otro político, en su momento, habrían levantado una ola de indignación de esa corriente opositora que llevó al poder a López Obrador?
Veamos. Miguel Arzate, reportero del Sistema Público de Radiodifusión Canal 14, preguntó el viernes pasado a López Obrador ¿qué está haciendo la actual administración para evitar este trasiego de armas, incluso el trasiego hormiga?, en alusión a lo ocurrido con el Operativo Rápido y Furioso que permitió el ingreso de armas para ser vendidas al crimen organizado y, así, detectar sus rutas.
López Obrador, como es su praxis, presentó marco histórico, referencias y todos esos etcéteras de supuesta sapiencia y conocimiento de todo lo que ocurre en México, aunque ha sido pillado en la mentira como eso de no saber que era el Conapred ni recordar que firmó el nombramiento de la directora Mónica Maccise, y luego confesó:
“Cuando se decidió, para no poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles, porque iban a perder la vida si no suspendíamos el operativo más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa, y se tomó la decisión, yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente (Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo), habló al día siguiente o a los dos días el presidente Trump para ofrecer apoyo (…)”.
Sin duda, López Obrador incurrió en un delito. ¿Quién le reclama? Es una actitud de soberbia y demostración que, en México y por encima de la Constitución General de la República y leyes secundarias, sólo sus chicharrones truenan. Me canso ganso.
¿Se romperá el hilo por lo más delgado, Afonso Durazo comparecerá ante un juez porque mintió acerca de ese operativo en el que no se protegió a la población sinaloense, sí a un eslabón de esas relaciones inconfesables pero de las que vox populi son del poder público con el poder fáctico.
La senadora priista Claudia Edith Anaya Mota presentó la denuncia formal ante la Secretaría de la Función Pública contra el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, luego de que el pasado viernes mostrara un video a través de su cuenta de Twitter, donde el funcionario bajo protesta de decir verdad, mintió en su comparecencia del 5 de noviembre de 2019 ante el Senado de la República, en la que explicó el operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán y sostuvo que «nadie decidió liberar a Ovidio. Nunca contamos con la orden de detención (…). Los integrantes del Gabinete de Seguridad -mi Almirante Ojeda, el General Sandoval y un servidor– tomamos la decisión, de común acuerdo, del repliegue de nuestro personal, aún y cuando no fuese posible, en virtud de las circunstancias, de llevar detenido al perseguido”.
Elemental, la senadora puntualiza en la contradicción porque el inquilino de Palacio declaró: “Yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente”.
De Culiacán a Celaya y hasta Ixmiquilpan
En esta ruta de los días recientes en los que la confesión ha sido una especie de pauta para admitir pecados frente al electorado que, el año próximo, decidirá si mantiene la mayoría legislativa de Morena en la Cámara de Diputados, con todo y reelección, y ajusta a 15 gobiernos estatales con un buen número de municipios y congresos locales.
¿Recuerda usted el escándalo del diputado de Morena, Cipriano Charrez Pedraza, quien presuntamente en estado de ebriedad conducía una camioneta de lujo con la que embistió a un taxi, vehículo que se incendió y su conductor murió calcinado?
El legislador fue desaforado y enfrenta, en prisión, un proceso penal. Pero, pero… sus hilos con el poder político vinculado al crimen organizado están firmes e incluso uno de sus hermanos se apresta a competir por la alcaldía, es decir, en agosto próximo la familia Charrez y sus socios buscarán mantener la hegemonía en el municipio de Ixmiquilpan.
Mire Usted. En la gira que por el estado de Hidalgo realizó la semana pasada López Obrador, el gobernador Omar Fayad presentó en sociedad –en la conferencia con Andrés Manuel—el resultado de las investigaciones conjuntas de los cuerpos de seguridad nacional, en tareas interinstitucionales.
El gobernador informó al señor presidente que la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y el área de inteligencia de la Policía Federal, además del gobierno estatal, tenían resultados de investigaciones de inteligencia contra los hermanos Charrez Pedraza, especialmente del alcalde de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, a quien se identificó como uno de los 17 objetivos delincuenciales más buscados por el Gobierno Federal y el de Hidalgo. ¿Más buscado?
Pero, pero… De esas investigaciones resultó que el desaforado diputado federal de Morena Cipriano Charrez Pedraza, sujeto a proceso e interno en el Cereso de Pachuca, también está vinculado al crimen organizado. Y, para completar la escena, Pascual Charrez Pedraza impulsa y ha postulado a su hermano Vicente Charrez Pedraza, como candidato del Partido del Trabajo a sucederlo en la presidencia municipal de Ixmiquilpan.
¿Qué cree? A Vicente se le identifica como cabeza del narcotráfico en la región e involucrado en la venta, manejo y robo de hidrocarburos, además de secuestro y venta de protección a “Los Hades”, principal grupo delictivo responsable de ejecuciones en el Valle del Mezquital y la zona serrana. Hay más. De acuerdo con información de la Fiscalía General de la República el presidente municipal de Ixmiquilpan “trabaja” en complicidad con Ángel Montoya, conocido como “El Diablo”, identificado como el operador y principal jefe de plaza, cuya influencia es tal que su esposa, Carolina Marcelo Valera, fue impuesta como Síndico Procurador del Ayuntamiento Municipal.
Desde hace una década, conforme con la investigación judicial, Ángel Montoya Ramírez inició como narcomenudista; hoy es uno de los cabecillas de las células delincuenciales más poderosas del estado.
Omar Fayad Meneses, no hay duda, con su disciplina en el oficio de gobernar se anotó una estrellita con López Obrador. Pero… ¿procederá el señor presidente contra quienes hay elementos para procesar? ¿Abrazos y no balazos rumbo a la elección de agosto en Hidalgo y Coahuila y la intermedia de 2021? ¿Por qué contra la mamá de El Marro sí y no toca a la mamá de El Chapo? ¿Por humanidad? ¡Pamplinas! Digo.
@msanchezlimon