El nuevo feminismo crea la escuela de la Rabia que moviliza, cuestiona, vincula y permite visibilizar las pequeñas y grandes violencias
Conferencia magistral de Cristina Rivera Garza en el coloquio: Género: Rabia,
Ritmo, Rima, Ruido y Respons-habilidades: CIEG/UNAM
Libertad López
SemMéxico, Ciudad Universitaria, 13 de noviembre de 2021.- El nuevo feminismo ha creado una escuela de la rabia que moviliza, cuestiona, vincula y permite visibilizar las pequeñas y grandes violencias, es una forma de calibrar el mundo. Está constituido por mujeres exhaustas de no poder sepultar todos esos cuerpos perdidos, mujeres “para siempre enrabiadas”, planteó ante universitarias la escritora Cristina Rivera Garza.
Es ahí, explicó cómo surge el trabajo del duelo, de conciencia, como el hacer/recoger/compartir memoria y cuidados.
Porque la rabia- expresada en la acción política, intervenciones públicas con pintas y ralladuras en monumentos, genera una lectura crítica entre diamantina y cristales rotos.
Esta reflexión, de una multipremiada creadora de ficción, surgió en un singular coloquio promovido y efectuado en el Centro de Investigaciones de Estudios de Género de la UNAM CIEG, que abrió al análisis la fuerza crítica del activismo feminista y la urgencia de analizarlo, comprenderlo y hacerlo visible en el espacio de la academia y la sociedad, porque sus prácticas colectivas producen realidad y transformaciones para generar igualdad.
Y quedó claro: la rabia implica cuestionar la exclusión, la discriminación, los estereotipos, las dicotomías, implica cuestionar la exclusión, la discriminación, los estereotipos. Ahora es primordial construir generaciones de infancias nativas con perspectiva de género en sus miradas, y en este sentido, desde la academia, a través de eventos-semilla como el coloquio.
Se trata del XXVIII Coloquio Internacional anual de Estudios de Género GRRRRR Género: Rabia, Ritmo, Rima, Ruido y Respons-habilidades, que en varias sesiones precisamente se pregunta por la fuerza crítica del activismo y su relación con la academia y el arte.
Desde esta perspectiva, en el espacio crítico y analítico de la UNAM, se realizaron foros previos, donde las “r” fueron dimensionadas, eso es GRRRR: ¡Género, ritmo, rabia, rima y ruido y GRRRR! Género: Reflectores, Relatos Visuales, Recorridos y Respons-habilidades.
Al abrir el coloquio la directora del CIEG, Marisa Belausteguigotia Rius habló de la presencia nunca antes vista del feminismo en el espacio público, así como de la urgencia y necesidad de analizar, comprender y visibilizar la forma en la que las erres del feminismo interactúan y cómo la tensión entre éstas puede condicionar que suceda la política y sus alianzas, por lo que se hace necesaria una nueva forma de pedagogía crítica, y sobre todo la autocrítica en los distintos feminismos.
En su participación, el director de Divulgación de Humanidades de la UNAM, Ángel Figueroa Perea, habló de la rabia como una forma de empuje fundamental para la UNAM y para México, en un momento en el que la violencia, la cosificación y la violencia contra niñas y mujeres se ha naturalizado.
Consideró que es primordial construir generaciones de infancias nativas con perspectiva de género en sus miradas, y en este sentido, desde la academia, a través de eventos-semilla como el Coloquio GRRRRR, se sigue abonando para confabular en colectivo.
Cansancio sin tregua de las mujeres exhaustas
La doctora Cristina Rivera Garza, en su conferencia magistral “Ya para siempre enrabiadas: pequeño diccionario para las movilizaciones de hoy», sostuvo que el espacio universitario es uno crítico y productivo.
Esta mujer escritora, autora de Nadie Me Verá Llorar, habló de la genealogía de las aulas y los espacios de la academia como una forma de activismo, en el cual, las emociones emergen como prácticas colectivas que producen realidad y transformaciones para generar igualdad.
Para la dos veces ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz, la rabia moviliza, cuestiona, vincula y permite visibilizar las pequeñas y grandes violencias, como una forma de calibrar el mundo.
La rabia -cuando se experimenta en colectivo, por grupos de mujeres exhaustas de no poder sepultar todos esos cuerpos perdidos, mujeres “para siempre enrabiadas”- surge como trabajo del duelo, de conciencia, como el hacer/recoger/compartir memoria y cuidados. Frente a ese cansancio sin tregua de las mujeres exhaustas, que nos marcan las huellas a seguir, surge lo que llama la Escuela de la Rabia, como la necesidad de seguir las huellas y los ecos de aquellas y aquellos saberes que nos han presidido.
Así la rabia oscila entre duelo colectivo, vigilia, conciencia y camino.
Afortunadamente Cristina nos recuerda que, en la Escuela de la Rabia, con tantas asignaturas pendientes, pero “siempre hay recreo”.
¿Hay que quemarlo todo y romperlo todo para obtener respuestas?
En su oportunidad, como comentarista de la conferencia magistral, la doctora Belausteguigoitia aseveró que “hacer política es confabular voces y huellas”, mismas que hay que saber seguir caminando juntas. Se preguntó si hay que quemarlo todo y romperlo todo para obtener respuestas, y cómo integrar la imaginación al uso de la rabia, para que ésta no resulte devastadora.
En las mesas de trabajo de esta jornada se habló de la rabia y del ritmo, de la reconfiguración de lo público a través de intervenciones, protestas, y de otras formas de representación.
Asimismo, se retomó la conexión entre las historias de mujeres víctimas de violencia y de aquellas que toman los espacios para visibilizar las violencias. La rabia implica atreverse a sentir, y a iniciar el largo y difícil proceso de desmenuzar esa emoción y enhebrar la dimensión política en las intervenciones públicas con pintas y ralladuras en monumentos, de generar una lectura crítica entre diamantina y cristales rotos. La rabia implica cuestionar la exclusión, la discriminación, los estereotipos, las dicotomías.
Pero la rabia no sólo es irreverente, también es una experiencia colectiva que produce formas inesperadas de organización, de cuidados, economías autogestivas, mercaditas feministas, reconstrucción.
Chispazos e incandescencia más que fuego abrasador.
Los murales, las pintas, los tendederos, los diálogos, el reggaeton, el cuidado de la salud mental, entre muchas otras experiencias diversas de formas de expresión de los feminismos, rompen el curso académico, el curso normal de las cosas, que de acuerdo a Riánsares Lozano de la Pola, puede manifestarse en forma de violencia.
Ésta, la violencia, siempre tiene una lectura que resalta alguna significación opaca, que es imprescindible develar y entretejer. Arte, academia y feminismo, surcando los caminos de la rabia, entretejiendo sus derivas en lenguajes políticos y pedagógicos producen disonancias y consonancias que apuntan a otros mundos posibles.
Hay nuevas jornadas del Coloquio GRRRRR participan en las mesas de expertas:
Mónica Mayer, Cerrucha, Red O.R.G.I.A., Lorena Wolffer, Lawrence La Fountain-Stokes, Ileana Diéguez, David Gutiérrez, Riánsares Lozano de la Pola, y la Colectiva Ángulo Alterno AC. Las invitadas especiales son Liz Misterio, Emmanuel Álvarez, Cynthia Hijar, Ihurhi Peña, Kenya Cuevas y el Frente Mazahua. Ejército Zapatista de Mujeres Mazahuas en Defensa del Agua. En las participaciones artísticas: Delma Cecilia Martínez y Meritxell Calderón.
Quedan dos días de mesas y actividades en el XXVIII Coloquio de Estudios de Género: GRRRRR Género: Rabia, Ritmo, Rima, Ruido y Responshabilidad, pueden consultarse en el programa descargable y se seguirán transmitiendo a través del canal de Facebook del CIEG UNAM.
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