Yaneth Tamayo Avalos
SemMéxico, Querétaro, Qro., 30 de mayo, 2024.- Estamos a días de elegir a quien ocupará la presidencia de la república y otros puestos de elección popular.
Este proceso representará un hito en la democracia de México, en especial, porque existe la posibilidad de que por primera vez, una mujer gobierne el país, lo que representa un avance en la agenda de las mujeres, pero también porque se determinará si permanece y se consolida la política de “izquierda populista”, o si la decepción ciudadana la sustituye por la oposición.
En un acto democrático, las personas tendremos un espacio de tiempo para reflexionar y decidir sobre el rumbo que tomará la democracia y el sistema político.
Las campañas y cualquier acto proselitista se reservarán para constituir la veda electoral, el silencio institucional y político, le facilitará al electorado reflexionar sobre el sentido de su voto, es decir, las y los ciudadanos tendremos la libertad de votar, sin presiones o mensajes de último momento.
Chantaje emocional y desinformación
Uno de los propósitos que tiene la veda electoral, es evitar la coacción del voto que se ejerce mediante contenidos aparentemente atractivos que pudieran moldear las opiniones de las personas votantes. El fin que se persigue, es proteger el comportamiento autónomo del electorado.
En especial, cuando prevalece la desconfianza en el sistema político y la polarización política es alta, pues estos factores ocasionan que las personas sean más susceptibles a la desinformación.
Situación que han sabido aprovechar los partidos políticos, quienes han mercantilizado la desinformación y la han mediatizado a forma de entretenimiento, usando como herramientas el sensacionalismo, la exacerbación y la dramatización.*
En la carrera por conseguir votos, la utilización de estrategias emocionales y chantajistas, inducen al electorado a emitir su voto con visceralidad y emociones efímeras y poco reflexivas.
Lo que lleva a una mayor polarización política y al abstencionismo.
Partidos habilidosos**
En la elección de 2015, el Partido Verde Ecologista de México, difundió, mediante Twitter, propaganda a su favor durante los días que la ley marca como prohibidos (por ser la veda electoral); esto, por medio de distintas publicaciones de 42 personajes famosos que compartieron múltiples mensajes políticos acompañados de hashtags comunes, como #MéxicoVerde y #VerdeSíCumple, entre otros.
En el 2021, dicho partido repitió su estrategia, durante el periodo de veda electoral 100 personas, entre estas actrices, actores y demás personas conocidas como influencers, difundieron mensajes por diversas redes sociales, entre ellas Instagram, a favor del Partido Verde.
En el último caso, las investigaciones realizadas arrojaron que dichos personajes del entretenimiento fueron contratados por agencias dedicadas al marketing político digital, quienes cobraron una importante suma de dinero por hacerlo, cantidades que variaban dependiendo de su impacto y cantidad de seguidores.
En ambos casos, la estrategia parecía inofensiva, pues a simple vista era como un mero ejercicio de libertad de expresión en los marcos que permite el sistema democrático; un camino en el que la ciudadanía, independientemente de su relevancia pública, profesión u oficio, puede manifestar sus preferencias electorales momentos antes de emitir su voto.
Sin embargo, este derecho ciudadano ilegalmente fue tergiversado con la finalidad de obtener un beneficio el día de la jornada electoral.
Reflexionar a conciencia
Los procesos electorales nos proporcionan la libertad de participar activamente en la democracia, mediante el sufragio tenemos el poder de cambiar o elegir a nuestros gobernantes y la forma de gobierno que deseamos para nuestra sociedad.
Por ello, es primordial que la ciudadanía sea consiente de que el ejercicio del voto cumple una función social, cuyo peso tiene el poder decisorio ante las determinaciones del gobierno.
De ahí que, sea imprescindible que las y los electores reconozcan la importancia de emitir su voto estando informados, pues es la única vía para reflexionar a conciencia y tomar la mejor decisión.
De cierta forma, existe una obligación de responsabilidad compartida entre el electorado y los partidos políticos, sin el interés y la participación de la ciudadanía en involucrarse en los procesos electorales e informarse a detalle de los compromisos políticos, poco puede exigirse a quienes nos gobernaran.
* https://www.te.gob.mx/editorial_service/media/pdf/070420241253256890.pdf