Las mujeres que reciben pensión directa por trabajo es por un bajo monto
Urge una política pública que considere la transición demográfica y la perspectiva de género
Elda Montiel
SemMéxico. Ciudad de México. 22 de diciembre 2023.- La exclusión y desigualdad en el mercado laboral que experimentan las mujeres, a lo largo de la vida, tiene consecuencias en el acceso a la seguridad social en las edades avanzadas, sólo 2 de cada 10 mujeres reciben recursos por pensión contributiva, es decir por trabajo formal.
Las pensiones y los servicios de salud que reciben las mujeres mayores de 65 y más años se derivan prioritariamente de su condición de beneficiarias, ya sea de su cónyuge, (pensiones por viudez) o de sus hijos, pero no por ser titulares de un derecho individual, lo que acentúa su vulnerabilidad.
Las pensiones como la de Bienestar de los adultos mayores y los servicios de salud asistenciales van quedando cómo único apoyo de ingreso y atención en su vejez, sin embargo se advierte que los servicios de salud carentes de buena calidad no resuelven las malas condiciones de vida ni la necesaria construcción de posibilidades de bienestar para la vejez.
Precisa el estudio “La seguridad económica de las mujeres en edades avanzadas” realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México por Isalia Nava Bolaños, Berenice Patricia Ramírez López y Abraham Granados Martínez.
Consideran que urge la construcción de un sistema de seguridad social que considere la transición demográfica y la perspectiva de género que resuelva contar con una base de ingreso suficiente para todas las personas en la vejez y un sistema de salud que favorezca el bienestar de la población durante el ciclo vital.
La seguridad social en México carece de universalidad por ser de carácter laborista, concentrándose en la cobertura del trabajo asalariado, subordinado y formal.
En México, sólo cuatro de cada 10 personas mayores (41.5 por ciento hombres y 25.4 por ciento mujeres) reciben ingresos por pensión contributiva, es decir, una remuneración exclusiva para quienes laboraron en el sector formal y que contaron con seguridad social,
Destaca que las mujeres participan menos en trabajos formales durante su vida adulta y los periodos en los que acumulan tiempo de trabajo para acceder a las prestaciones de la seguridad social es menor en comparación con los hombres, quienes pueden permanecer por mayor tiempo en trabajos formales.
En el caso de las mujeres mayores la participación en el sector informal se vincula más con la posibilidad de continuar participando en el mercado laboral, aunque un porcentaje importante lo hace bajo arreglos laborales de tipo familiar sin pago o ingreso regulares.
La información estadística disponible y sistematizada por este grupo de investigación, destaca que 57.2 por ciento de la población ocupada se encuentra en condiciones de informalidad, por lo tanto, no está inscrita a la seguridad social y 71.4 por ciento de las personas de 65 años y más de edad, no cuentan con una pensión de retiro, por jubilación o vejez.
La diferencia en las pensiones de mujeres y hombres es evidente, ya que prácticamente del total de pensiones obtenidas por los hombres (99.8 por ciento) son de forma directa, en cambio, en las mujeres es 52.9 por ciento, el resto corresponde a pensiones derivadas, es decir como dependientes de cónyuge o hijas e hijos.
Entre la población masculina sobresale la pensión por retiro, vejez y cesantía, 47.8 por ciento de los pensionados las mencionan, en tanto que las mujeres que declaran contar con este tipo de pensión son 18.6 por ciento, para el tipo de jubilación o tiempo de servicio es menor la disparidad por sexo, las mujeres representan 31.0 por ciento y los hombres 46.2 por ciento.
también señalan que un reto por resolver en el país es el bajo monto que reciben por estas pensiones. Es destacable que cerca de la mitad de las mujeres (47.6 por ciento) con pensiones reciban solamente hasta un salario mínimo, lo mismo se presenta para más de una tercera parte de los hombres (36.8 por ciento) con pensiones.
Al considerar pensiones hasta de dos salarios mínimos se encuentran datos preocupantes, ya que 3 de cada 4 personas reciben pensiones mensuales de hasta dos salarios mínimos.
Esta condición de bajo monto de pensiones se agudiza para el caso del IMSS, en donde más de la mitad de las mujeres y más de 40 por ciento de hombres reciben hasta un salario mínimo mensualmente.
Asimismo, se registra que 8 de cada 10 personas reciben hasta dos salarios mínimos de pensión mensualmente en el IMSS.
Esta concentración de pensiones con montos tan bajos para importante proporción de mujeres y hombres es menos dramática para el caso del ISSSTE, ya que 4 de cada 10 personas reciben hasta dos salarios mínimos de pensión mensual. Estas condiciones limitadas de ingreso se revierten para el caso de mujeres y hombres pensionados en Pemex, la Sedena o la Marina, debido a que prácticamente 90.0 por ciento cuentan con pensiones mayores de dos salarios mínimos
