Su desempeño mejor que el de los hombres dice la ministra en retiro
La ley contra la violencia política un avance dice investigadora
Micaela Márquez
SemMéxico. Ciudad de México. 7 de octubre 2023.- La presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, lamentó que, en 2023, a punto de tener la primera presidenta del país en 2024, las mujeres en política padezcan violencia política en razón de género y lo peor, que se normalice.
Refirió que el ataque, la descalificación y la minimización del trabajo de las mujeres políticas es constante porque quieren regresarlas al sistema patriarcal sin permitir que lleguen a los espacios de poder, simplemente porque su desempeño es mejor que el de los hombres.
Es común dijo que en los partidos políticos por cumplir con el principio de paridad las proponen en candidaturas donde saben que no les favorecerá el voto, y les exigen comportamientos y reacciones políticas que a los hombres no se les pide.
Durante el ciclo de conferencias “Mujeres por una vida libre de violencia política”, la senadora señalo que las mujeres han roto el techo de cristal y recordó a las primeras mujeres que incursionaron en política como Aurora Jiménez de Palacio, la primera diputada en 1954; María Cristina Salmorán la primer ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 1961; María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia en 1964 las primeras senadoras, y Griselda Álvarez la primer gobernadora en 1979.
Enfatizó que la violencia política es el principal obstáculo que impide ejercicio pleno de los derechos políticos electorales de las mujeres. Se les quiere impedir que lleguen a cargos públicos y esta agresión se ha extendido a las nuevas tecnologías donde se da de forma verbal y psicológica con un impacto mucho más amplio.
Luz del Carmen Jiménez Portilla, investigadora del Centro de Estudios de Género de la Universidad Veracruzana detalló que la violencia política contra las mujeres en razón de género es muy compleja.
Que las violencias que se ven en el mundo de la política se fundamentan en la existencia de un entramado institucional y en un orden social que esta estructurado para producir y reproducir la desigualdad de género. No son violencias directas que se pueden sancionar.
Este tipo de violencia funciona para mantener el sistema de sexo-género, para mantener un ordenamiento de un mundo desigual, para sostener la opresión y la discriminación. Pretende “devolver” a las mujeres al espacio al que se considera que pertenecen, y para señalar que no tienen las habilidades o las aptitudes y los intereses legítimos para formar parte del ámbito político.
Sol Cárdenas Arguedas, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, afirmó que la violencia política es un reflejo de siglos de la naturalización del poder en la masculinidad hegemónica, por lo que consideró que, frente a esta situación, las mujeres tendrán que “hacer feminismo”, que implica conceptualizar, priorizar, politizar, cuestionar y reconstruir el mundo en el que vivimos.
Alma Lilia Campos Espíndola, analista de políticas con perspectiva de género, calificó como grandes avances las reformas legales que han permitido identificar y sancionar la violencia política.
Estos cambios, enfatizó, marcaron un punto de partida para determinar nuevas tendencias y hacer uso de estas fuerzas de cambio para la construcción, consolidación y puesta en marcha de escenarios más promisorios para la participación igualitaria de las mujeres en el ámbito político.
