Soledad Jarquín
SemMéxico, Oaxaca, 2 de mayo, 2024.- Cuando el tiempo pasa, cuando ya estás cansada, cuando ya hiciste lo que debías hacer, lo que sigue es irse, cambiar de aires, disfrutar la vida desde otro lugar, sin prisa, sin necesidad, sin presiones. Nosotras también queremos soltar las amarras y echarnos a la mar que nos lleve el viento.
Eso nos decimos una y otra vez, pero aceptar el irse, el dejar lo que se ha hecho durante 30, 40 o 50 años o más tiempo y además nos gusta, es difícil. El momento lo posponemos una, dos, tres o cien veces. No, nunca será fácil soltar las amarras y en una pequeña barca viajar hacia otro lugar, en busca de otros horizontes.
Eso hizo Susana Chía Pérez, feminista, Bióloga de profesión, maestra en Formación Docente, siempre lectora, estudiosa y así lo planeó desde hace un tiempo. Cerró La Antigua, su cafetería que durante 27 años mantuvo en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca.
Es tiempo de decir adiós, de la jubilación y abrir paso a nuevas realidades… agotada… pero con el gusto del deber cumplido… porque lo vivimos con mucho gusto, siempre las batallas hay que darlas en espera que algo suceda, aunque no suceda, se gane o se pierda, que la vida gane la apuesta siempre, esa es mi apuesta y siempre la vida debe continuar… aceptando que todo cambia y nada permanece igual, que vamos cambiando y desde que nacemos comenzamos a envejecer… Son algunas de las palabras que pronunció frente a un grupo de amigas, compañeras feministas, su grupo Las Malignas y su familia.
El 30 de abril fue el último día. No abrirá más las puertas del café, buen café, no veremos más a Susana Chía yendo y viniendo, leyendo a ratos, escribiendo en otros momentos, sentada en las mesas que muchas veces, más en las últimas fechas ella misma nos sirvió.
Sin duda fue una valiente decisión y como ella dijo se lleva en su maleta sus amores, los logros, aprendizajes, experiencias y la oportunidad; la fortaleza y templanza para aplastar el miedo al cambio, la vejez.
Después de su apertura en 1997, La Antigua sin proponérselo fue el espacio para tomar café de vez en cuando, el punto de reunión de feministas que por separado llegábamos y terminábamos juntas para hablar y hablar de esas nuestras batallas, de esos nuestros triunfos, sirvió para conferencias de prensa, algunas presentaciones casi siempre de mujeres, fue el espacio de Marea Verde, el sitio de para respirar juntas. Para muchas periodistas fue el lugar de las citas con las personas que entrevistábamos.
Le decimos adiós a La Antigua y aprendemos la lección de Susana Chía de dar paso en algún momento a una nueva realidad, que venga lo que sigue, lo de más adelante. Te seguiremos viendo Susana.
Voces contra el Poder
Inspirada en la obra de Ariel Dorfman en el libro Speak Truth to Power, de Kerry Kennedy, se presentó Voces contra el Poder Oaxaca, un homenaje a las personas defensoras y periodistas de Oaxaca, dirigida por Gaby Loaria, en el que actrices y actores hicieron un recuento en primera persona de las historia de Carmen Santiago Alonso, fundadora de la organización Flor y Canto y quien falleciera el 2023; de Ixtli Martínez, periodista que cuestionó al gobernador José Murat y quien sufrió una atentado el 10 de junio de 2010; Eugui Roy Martínez Pérez, estudiante de Biología, asesinado en San Agustín Loxicha el 7 de mayo de 2020; Filadelfo Aldaz Desiderio, responsable del proyecto La Comedora que nació “para vecer el hambre de personas en situación de calle, grupos vulnerables y personas migrantes, y Marta Pablo Cruz, madre buscadora y responsable del grupo Oaxaqueños buscando a los nuestros A.C.
El proyecto en el que participaron estudiantes de varias universidades locales, es una iniciativa de las organizaciones USAID, El día después y Speak Truth to Power.
Escuchar las historias de estas personas en el espacio Estación Morelos nos llevó a recordar que en Oaxaca, cuestionar al poder real como a los poderes facticos es ir cuesta arriba en una montaña de corrupción e impunidad, donde los derechos humanos y la justicia son abismos.
Al finalizar la presentación las organizaciones participantes, entre ellas la Red de Mujeres Periodistas de Oaxaca, que nació hace unos años, leyeron un pronunciamiento en el que plantean que la tarea principal es trabajar para reducir las injusticias y las violencias sistemáticas.
El proyecto busca dejar de normalizar la desaparición de personas, los feminicidios, los transfeminicidios, la violencia contra personas migrantes, el extractivismo de industrias que se apropian del agua, el territorio, los bosques, que se niegue el libre tránsito, que no haya justicia.
El ejercicio presentado es una acción más para que personas, familias y comunidades que desde hace muchos años permanecen en lucha y resistencia logren verdad, justicia, reparación integral del daño y garantías de no repetición, además de ofrecer una mejor calidad de vida para las siguientes generaciones y pidieron atención de las autoridades para combatir la impunidad.