El proyecto de desarrollo local Musas gestiona en La Habana servicios y productos para la promoción musical de artistas y empresas.
Redacción
SemMéxico/ IPS, La Habana, Cuba, 17 de marzo, 2024.- “Creamos experiencias musicales para una audiencia diversa”, dicen las emprendedoras Mildred Aguilar y Anairis González. Con ese eslogan resumen la labor del Proyecto de Desarrollo Local (PDL) Musas, que se dedica en esta capital a la promoción musical.
Aguilar, directora de programas radiales, y González, locutora de radio y televisión, afirman que el PDL fundado en 2021, en el municipio Plaza de la Revolución, expresa la gran pasión que profesan hacia la música y sus exponentes en la isla caribeña.
Ambas conjugan sus experiencias profesionales para contribuir a la promoción, el aprendizaje y el disfrute sano de la música cubana, así como para brindar servicios y productos asociados a esta manifestación artística.
Además, precisan, Musas apoya a las empresas, casas discográficas y agencias de representación musical en Cuba, que en ocasiones se ven limitadas a la hora de ofrecer servicios de promoción y gestión de empleos, debido al amplio catálogo artístico que poseen.
Crecimiento en corto plazo
En relativamente poco tiempo de trabajo, las coordinadoras del PDL identifican entre sus principales acciones la creación de Afer Concert, un espacio para presentaciones de jazz en bares privados durante el Festival Internacional Jazz Plaza, en La Habana.
Por otra parte, organizaron el lanzamiento en vivo del CD Animal de Galaxia, del reconocido guitarrista cubano Héctor Quintana. Se suma la colaboración de Musas con proyectos culturales como Música es Mujer, en la organización de conciertos, encuentros teóricos y clases magistrales.
Aguilar y González también destacan sus funciones como gestoras musicales en el lanzamiento de la marca de cigarros King y las dos ediciones del Ranking de Notoriedad de Marcas en Cuba.
Ignacio Rubio, director de la agrupación musical Chispa y los cómplices, comenta sobre el proyecto Musas: “lo he visto trabajar muy de cerca, y con él tuve el placer de compartir en el evento Todo bajo control”.
En esa oportunidad, recuerda, “pudimos constatar la profesionalidad de sus coordinadoras en cuanto al aseguramiento de la logística, la divulgación, la promoción, la producción y hasta la dirección artística”.
Para Giselda Fuentes, bajista del grupo Canela de Cuba, el éxito del encuentro teórico “Mujeres en el bajo eléctrico: retos y desafíos”, realizado en la última edición de Todo bajo control, se debió a la labor de Musas, “que aportó confianza, fortaleza y seguridad en el entramado de los actores que intervenimos”.
Desafíos
A juicio de Aguilar, la inestabilidad económica de Cuba incide en la organización de actividades, que pueden resultar extremadamente costosas.
Al respecto, comenta cómo deben reinventar estrategias para solventar alquileres de sonido y de otros equipos técnicos; cubrir pagos de transporte, personal artístico, soportes promocionales, mercadeo, entre otros aseguramientos.
“Tenemos que buscar constantemente formas innovadoras de reducir costos sin comprometer la calidad del evento y el pago a los artistas, se dificulta la manera de lograr patrocinios, financiamientos, en especial porque somos un proyecto joven con un modesto historial probado de éxito”.
Además, agrega, “nos enfrentamos al desconocimiento de las instituciones estatales a la hora de establecer pagos a las nuevas modalidades de emprendimiento. En nuestro caso, un PDL. Todavía existen ciertas reservas de muchas de ellas para establecer alianzas con proyectos privados”.
Otro de sus desafíos radica en trabajar sobre todo con músicos de los géneros jazz y canción, “y no con artistas que defienden otras sonoridades más populares con alto consumo de usuarios”.
Impactos en la comunidad
El trabajo enfocado en la comunidad es una arista imprescindible para Musas, indica Aguilar.
Como su “mayor inspiración e impulso” menciona la aspiración de consolidar un espacio en La Habana “donde se realicen presentaciones musicales periódicas en vivo, conferencias, talleres para públicos infantiles y personas mayores: “dos audiencias vulnerables”, señala.
Al tiempo que las gestoras del PDL buscan apoyar la creación musical de artistas profesionales y aficionados, pretenden “motivar el consumo cultural, enalteciendo lo espiritual y aprovechando el poder de la música y su influencia a fin de lograr comunidades más cohesionadas, dinámicas y prósperas”.
La imposibilidad hasta el momento de establecer una sede propia para desplegar el trabajo sociocultural limita un mayor impacto en la comunidad. Eso las hace “repensar y modificar de alguna manera sus proyecciones”, explica Aguilar.
Proyecciones de crecimiento
A partir de las experiencias de Musas y los nichos del mercado musical en los que pueden intervenir, Aguilar y González se proponen incrementar la visibilidad y la reputación del proyecto, mediante una gestión efectiva de los servicios a los artistas con quienes habitualmente trabajan y sumar más clientes.
Ellas concuerdan en la necesidad urgente de diversificar los servicios, como la consultoría en marketing musical, la gestión de presentaciones y la representación de artistas.
Para ello, dicen, se impone el ejercicio de colaboraciones estratégicas con empresas, profesionales de la industria musical e instituciones dentro y fuera de Cuba que puedan ampliar la red de contactos y abrir nuevas oportunidades de negocios, y así lograr un mayor impacto en la comunidad.
De igual modo, las creadoras de Musas, ya muy reconocidas por su desempeño como actores económicos emergentes dentro del gremio de la música cubana, se proponen establecer redes sólidas con otras mujeres de la industria musical y alianzas estratégicas en aras de alcanzar un crecimiento conjunto. (2024).
Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025).
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