Las elecciones del 2024 han sido definidas, desde ahora, como “históricas”, porque sea melón o sea sandía, habrá por primera vez en la historia mexicana una presidenta.
En el gobierno de Oaxaca por la quisquillosa injerencia de una funcionaria federal, están echando las campanas al vuelo, es decir, celebrar antes de tiempo, precipitadamente, sin resultados reales y concretos en la seguridad y la vida de las mujeres.
Hace casi 90 años se documentó un primer momento en el que se solicitó la despenalización del aborto, una campaña de educación sexual y dotación de anticonceptivos
Somos un país que no acaba de madurar políticamente, vamos de la dedocracia a la alternancia y hoy vivimos la simulación total, abierta y descarada, donde las futuras candidatas (que ya lo son) se convierten en piezas de un ajedrez patriarcal.