Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 10 de enero, 2022.- Veracruz se ha convertido en tierra altamente peligrosa si se es mujer, si estás en la oposición o si alguien se atreve a cuestionar o denostar a alguna autoridad.
Pero al gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo defiende el presidente de la república, a quien, dice, “le tengo confianza”, y cierra los ojos frente a el autoritarismo que lesiona derechos humanos de las mujeres y de toda la población.
La actitud presidencial es sistemática. Hace un año defendió al senador Félix Salgado Macedonio, investigado por abusos sexuales y violación. Lo hizo con la práctica de venta de niñas en Guerrero, considerando ello como caso de excepción. Lo hizo con los excesos policiacos contra las feministas/anarquistas en Quintana Roo, Ciudad de México y Guanajuato, actitud que ha repercutido internacionalmente y ha movilizado a feministas de todo el orbe.
La misoginia en el gobierno de la 4t se materializa en decisiones que han afectado tímidos avances en los derechos de las mexicanas, pero se adjudica avances, como la paridad —resultado de la lucha feminista— y considera al feminismo como opositor y reaccionario, desconociendo la historia.
Para Andrés Manuel López Obrador hay dos realidades. La que imagina: en la 4t las mujeres han recibido “ayudas como nunca antes” y ha desaparecido la corrupción, y la que sí es real: los hechos oprobiosos que viven y sufren las ciudadanas.
Pienso que no tardará en defender el delito de ultraje a la autoridad, el cual atenta contra la libre expresión de las ideas y eleva la autoridad patriarcal a su máxima potencia, contraria a la libertad y al derecho a cuestionar el autoritarismo de las y los “servidores públicos”. Es como una cosa de reyes y patriarcas. Indiscutible.
El ultraje a la autoridad es un delito considerado por la Suprema Corte de Justicia como anticonstitucional —amparos directos en revisión 2255/2015 y 4436/2015, promovidos por dos mujeres que, en dos eventos diferentes, fueron procesadas y condenadas por ese delito en 2013— que tiene penas extraordinarias, según decreto del gobierno veracruzano de abril del año pasado, rechazadas en otras entidades, como Hidalgo.
La Comisión Especial del Senado para Determinar la Existencia de Abuso de Autoridad y Violaciones al Estado de Derecho en el Estado de Veracruz está recibiendo quejas, ya que existen al menos mil casos de ultraje a la autoridad que se han aplicado injustamente, sostiene la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz.
Veracruz había sido la entidad número tres donde se encarcelaba a mujeres por “aborto”. Están en la cárcel 22 mujeres por actuar en defensa propia de sus violentadores, según denunció Maricarmen Rizo Ruiz, presidenta de Mujeres Transformando Vidas, AC, que investiga caso por caso. Y es ahí, donde este año se disminuyó el presupuesto para atender la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.
Vaya, hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, por la detención e imputación indebidas de seis jóvenes, ahora liberados.
Las protestas y los casos se acumulan, pero Cuitláhuac García, sin embargo, es uno de los hombres de confianza para el gobierno de López Obrador.
El alfil de AMLO, egresado de Mánchester y exprofesor rural, es ahora investigado en el Senado de la República, lo que significa, en política, marginar al jefe político de Morena, Ricardo Monreal Ávila, hasta ahora la única persona que se atreve dentro de la 4t a contradecir al presidente, independientemente de si es o no un asunto de álgebra política. Vale la pena seguir los acontecimientos, porque Veracruz no merece tanta estulticia. Veremos…
*Periodista, directora del portal informativo SemMéxico.mx