- Los cuidados, sí, generalmente los viven las mujeres, pero no solamente: Paulina Urrutia Fernández, ex ministra de Cultura en Chile
- La Memoria Infinita, un documental que narra, con la vida real, la historia de amor de una pareja que enfrenta un gran desafío
Sara Lovera, texto y fotos de Paulina Urrutia
SemMéxico, Ciudad de México, 16 de octubre, 2023.- Hablamos brevemente, en medio de una muchedumbre, reunida en los patios del Claustro de Sor Juana. La pregunta era ¿y no son los cuidados los que contribuyen al sometimiento de las mujeres?
Era la noche del jueves pasado. Ella aceptó el reto.
Me toco el hombro y me miro directa, casi airada, no, no sólo eso, “lo discutimos con las feministas chilenas, no es una historia de conmiseración, es el relato, sí, de una parte, de mi vida, es un pedazo de lo que fuimos él y yo como pareja, es una muestra de amor”, “yo apechugué” y él estuvo ahí, “queriéndome”. No es una historia de sacrificio.
Somos Augusto y yo, en casa, en el día a día. Lo conocí cuando tenía 26 años, él 17 años mayor, un comprometido periodista, yo actriz y académica.
¿Cuánto tiempo lo cuidaste?, insistí,
El cuento duró 8 años, pero “Nunca dejé de atender mi trabajo”, en los primeros tiempos él me acompañaba a todas partes. La cara de Paulina se ilumina de vez en vez y cuenta sin pudor, “mira teníamos muchas cosas en común”, así que se trata de un documental, no es ficción, muestra, es ejemplo de lo que finalmente corresponde a toda la humanidad.
La Memoria Infinita, es un documental de 84 minutos, con el que abrió Docs Mx, una jornada de narraciones filmadas de cuestiones sociales de todo tipo, un proyecto que tiene 18 años en la Ciudad de México, de la que es director ejecutivo Inti Cordera Rascón.
En La Memoria infinita, los dos son protagonistas, Augusto Góngora, un entrañable periodista chileno, que cumplió en enero 72 años. Murió en mayo, hace apenas 4 meses, él, “mi compañero de vida”, mi amante, con quien no tuve hijos, no los tengo, a pesar de una relación anterior. Él tuvo dos, Javiera y Cristóbal.
El documental, dirigido y editado magistralmente por Maite Alberdi, una documentalista chilena con mucho reconocimiento fue posible, cuenta Paulina Urrutia Fernández, por iniciativa de Maite y el acuerdo de Augusto Góngora, quien durante años narró como periodista los 17 años de la dictadura Chilena, por lo que es también, la memoria colectiva de ese episodio doloroso.
¿Si no es la historia de las mujeres cuidadoras, qué es?, otra vez me dice, “mira yo creo que es una invitación a preguntarnos ¿ de qué lado te va a tocar a ti? , todas y todas, estamos en esa posibilidad.
“Espero que a todas y todos esta historia invite a reflexionar; no es un testimonio dramático -como viste-, sino un relato de la vida real. Una situación a la que, en cualquier momento cualquiera puede enfrentarse, una situación humana. En nuestro caso fueron 8 años, años, desde que se declaró el Alzheimer, tras 19 años de relación de amantes. A poco tiempo de que conocimos la situación “nos casamos” fue en junio de 2016, -como se rescata en el documental- en una ceremonia íntima”.
¿Y cómo se filmó, quién lo hizo, con un guion, tu actuaste? Nuevamente me responde, sin rubor:
“ Decirte que él hizo público, contó qué sucedía, y luego que tomó la decisión de publicitarlo, se planeó, tuvimos en casa cámaras que registraban el día a día de nuestra vida”, y explica, por eso hay imágenes oscuras o borrosas”.
Así es. Como espectadora esta memoria infinita es elocuente, tiene momentos de una belleza sublime: escenas íntimas de esta dulce y amorosa relación. En el filme se ven planos donde se ve a Augusto moviéndose por una casa llena de luz, imágenes de verdes imperecederos y cantos de pájaros. Escenas de la puesta de sol, o en la biblioteca, donde augusto aparece llamando a sus amigos o cuidándose de “ellos” que le van a robar sus amados libros. Otras donde no puede recordar quién es Pauli – como le dice- ni qué hace allí.
Paulina Urrutia Fernández, es una actriz, académica, directora, dirigente sindical, que fue ministra del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes durante el primer Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
A cada pregunta, sobre ella mujer, no se arrenda me mira prudente, es verdad que se necesita un sistema nacional de cuidados, yo creo “ que no es un asunto de sexos, es un asunto universal. Todas las personas tenemos derecho a ser cuidadas, y en ello son los gobiernos los que tienen que responder, social y adecuadamente. En Chile hay un sistema, pero a nosotros -y es cuando se filma el documental, donde todo es real- estuvimos juntos durante la pandemia del COVID, aprovechamos ese espacio. Y “tuvimos cámaras en nuestra casa, que registraron los momentos, nuestra intimidad”, la que permitió trasmitir como nos fuimos arreglando, cómo hicimos; qué dialogamos. La edición cuidadosa y fantástica, fue de la directora.
Lo que él no recordaba, lo que sí recordaba, cuántas veces me desconocía, “pero te diste cuenta, él no olvidó que yo no quería tener hijos, él ya tenía dos cuando nos enamoramos”, fueron 26 años de relación, ya con la noticia de la enfermedad me acompañaba a todas partes.
También me contó que ella no quería que se hiciera el documental, como muchos de sus amigos, les parecía muy trágico. Admite que la desestabilizó saber cuál sería el final, pero nunca tuvo horror, simplemente lo acompañó. No niega que la desestabilizó al principio, Cuando vio el documental, por primera vez, se sorprendió, por muchos motivos, porque no era algo con guion, se fue construyendo, incluso con material casero, y más se sorprendió porque su expareja, es quien aporta la música. Es como una revelación, también de vida.
Es verdad que el Alzheimer de Augusto, fue definitivo, pero no pudo contra los 26 años de amor, que la crítica, los amigos, la familia, lo han nombrado acertadamente como inquebrantable. Ella lo admite. El documental permite, dijo, que él no se fue, que está aquí. Yo con él. Está animada, no lo plantea como una desgracia.
Apenas terminada esta exhibición inaugural, la que asistió y se prepara para acompañar su exhibición que estará varios días en salas cinematográficas comerciales, siempre con actitud positiva, le contó al público que hacia 4 meses que Augusto había muerto.
El documental de Maite, éste, tiene, ha dicho Paulina y los promotores del filme, una filmografía totalmente distinta a su trabajo anterior, puesto que la documentalista chilena ha narrado la soledad, la vulnerabilidad, con productos originales. Ahora La Memoria Infinita, introduce videos reales, del recuerdo. No sólo de la vida de Augusto, sino del país.
Fue Augusto, un periodista que decidió contar a su público lo que veía. Ella dice “ tuve que apechugar seguir, trabajando en el teatro, la tv y dando clases”. Augusto Góngora fue un periodista de tele análisis, que durante la dictadura producía con noticias en VHS, que se distribuían en centros vecinales, entre estudiantes. Con imágenes de Chile, que no estaban en otras partes, porque durante muchos años, estaban ocultas invisibilizadas.
Escribió una crónica, sobre la memoria, y una vez que chile vota el No¡ y se recobró la él llegó a la televisión pública, produciendo programas culturales. Fue director área cultural de esa televisión en Chile, 20 años.
Y La Memoria Infinita, dice Paulina “simplemente fue su r último acto de consecuencia, de toda su vida”. Así como narró los momentos más duros de la dictadura, con delicadeza , inteligencia, respeto y dignidad, quiso contar su historia.
El sostenía, se le ve en un discurso en el documental, que sin memoria no sabemos quienes somos, no hay identidad. Y de su libro, en los diálogos entre Paulina y él, durante la filmación del documental, ella lee la dedicatoria que le hizo, cuando recién se conocieron, y él se preguntó ¿yo te escribí eso?
El documental capta los momentos cotidianos, los diálogos, los silencios, la mirada entre ellos, es un documento didáctico. Humano, me reitera.
Lo que se ve es como Pauli, como él la nombra, guía a Augusto hacia el presente, donde su identidad -incluso la realidad misma- es cada vez más frágil. Augusto tendrá una oportunidad de recordar quién era y quién sigue siendo.
La Memoria Infinita
Este documental rompe con el programa de Docs Mx, que esta semana, en distintas sedes físicas y de forma virtual en Docs en Línea, presenta de 200 películas de no ficción, Para la sesión inaugural se registraron 750 personas y a partir del jueves 26 se exhibirá en cines de la cadena Cinemex.
La memoria infinita ganó el premio del jurado en Sandax, ya fue a Berlín, a Estados Unidos y ha sido seleccionada para participar en los Premios Goya.
La Crítica
Del documental se ha dicho que La Memoria Infinita, es eso, un ejercicio de memoria, porque esta es luchar contra el olvido.
Llegó a las pantallas chilenas en un momento especial. Cuando la población chilena recuerda medio siglo desde el golpe militar de Augusto Pinochet para derrocar a Salvador Allende en septiembre de 1973.
Góngora fue diagnosticado con alzhéimer en 2014, cuando tenía 62 años. El documental lo acompaña en los años recientes junto a Paulina. Desde 1997, la pareja se convirtió en una de las más célebres del mundo cultural local.
Ficha Técnica Completa
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Guion
Casa productora
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Dirección de fotografía
Montaje
Sonido
Música
Otros Cargos
Augusto Góngora Él mismo
Paulina Urrutia Ella misma
Maite Alberdi, nominada al Óscar.