Ráfaga| Murió El último Caifán, Gran Actor

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“Don Desiderato”, su Primer Personaje

Ernesto Gómez Cruz, 51 Años en los Sets

La Ley de Herodes y El Infierno, Dos Éxitos

Jorge Herrera Valenzuela

Estamos a Ocho Domingos del 2 de Junio e Invito a Jóvenes, a Adultos y a los de La Tercera Edad, Ejercer su Derecho Constitucional y su Obligación Ciudadana, para que Acudan a Depositar sus Votos. ¿Continuidad? ¡Cambio! 

NO AL ABSTENCIONISMO

ADIÓS AL “AZTECA”

SemMéxico, Ciudad de México, 13 de abril, 2024.- Se cerró el expediente de uno de los actores mexicanos que con su versatilidad, su pasión al estar en los sets, en los estudios de televisión y en el escenario teatral, demostró que, sus maestros Salvador Novo y Seki Sano, lo presumieron como brillante alumno.

Era originario del Puerto de Veracruz. Murió a los 90 años en la Ciudad de México. Formaba parte del selecto grupo de artistas conocido como sobrevivientes de “La Vieja Guardia”, Sergio Corona, Alfonso Arau, Eric del Castillo., entre otros.

Sí, el viernes 6 de este cuarto mes de 2024 circuló la noticia del fallecimiento de Ernesto Gómez Cruz,  a quien recordamos en el personaje de “Azteca” en la cinta mexicana de 1967, Los Caifanes. La primera de las 31 películas que filmó en el Siglo XX.

Nos heredó su actuación en los sets con otra historia cinematográfica, La Ley de Herodes, en 1999, compartiendo créditos con el acaparador de Arieles, Damián Alcázar.

Tras un descanso, Ernesto comenzó en el 2002 con su participación en la película que despertó polémicas y aún siguen, El Crimen del Padre Amaro. En los primeros 18 años de esta nueva centuria, el veracruzano que comenzó como fotógrafo en el puerto jarocho, estuvo en el reparto de 19 películas más.

En el 2010 llegó a las pantallas de los cines, en todo el país, la severa crítica, ¿realista y verídica?, corrupción de autoridades gubernamentales y los narcotraficantes, la película El Infierno. Su último film llevó por título “Por Amor Sin Ley”.

Total: 51 películas entre 1967 y 2018. Premios, reconocimientos y homenajes, muy merecidos para un hombre que por su timidez y falta de facultades no logró incursionar como cantante, según platicaba.

EL OLVIDADO “DON DESIDERATO”

En un reducido escenario del Café Colón, ubicado en Paseo de la Reforma, frente a lo que fue el Cine Teatro Roble y hoy está la sede del Senado de la República, conocí por primera vez a un joven disfrazado como músico de varios instrumentos y focos de colores en el sombrero y en los brazos.

Se presentó tocando una melodía, con su armónica. “Soy Don Desiderato y estoy a sus órdenes, para pasar el rato”. Cantó, contó chistes blancos, nos mostró su habilidad para ejecutar música con guitarra, violín y hasta un tambor de batería.

En ese “chou” el principal, el estrella, era otro joven que también alcanzó la gloria y se llamó Oscar Chávez, el de las canciones de protesta. Guitarra en mano nos deleitó con aquella “¿Qué de dónde amigo vengo?, de una casita que tengo allá por el Pedregal…”. También actuaban las integrantes del Trío Los Morales y dos comediantes femeninas, creo que una era la ahora fallecida María Luisa Guadalupe Alcalá, “Claudia” al lado del “Doctor Cándido Pérez”.

El caso es que “Don Desiderato” no aparece en ninguna de las biografías de Gómez Cruz o de Oscar Chávez. Quedó en el olvido. Por supuesto menos es citado el filmografía del cantautor que murió en 2020, víctima del COVID 19.

QUÉ ES UN CAIFÁN, EN MÉXICO

Para contestar qué es un Caifán, recurrí a la Real Academia Española y a la Academia Mexicana de la Lengua. Ambas coinciden que un Caifán, “es un sujeto preeminente en un barrio de Ciudad”.

También comento y comparto que “caifán” es un término utilizado en la llamada cultura urbana. En la Capital Mexicana, en el mero Distrito Federal, fue a principios de la década de los años 60 cuando “aparecieron” los primeros individuos a quienes llamaron con esa palabra.

En barrios capitalinos surgieron grupos de jóvenes que la gente decía que vestían “estrafalariamente” y que ni siquiera eran comparables a “los pachucos” de veinte años atrás y que imitaban al artista Germán Valdés “Tin Tan”, quien impuso la moda de “los pantalones anchos y de tubo” junto con “los sacos largos”.

“Los Caifanes” fueron jóvenes que desafían a las normas sociales establecidas y no faltaban los gritos de “¡Qué caifán te ves con ese traje morado!”. Vestían trajes, camisas y corbatas de múltiples colores, contrastantes. Peinaban de copete y “mucho estilo”. Usaban esclavas y relojes deslumbrantes (?).

LOS CAIFANES AL CINE

En la todavía Época de Oro del Cine Mexicano, el cineasta Juan Ibáñez planeó realizar una cinta con ese tema de moda y junto con el brillante escritor Carlos Fuentes, se hizo el guion y buscaron a quienes actuarían en una película de 95 minutos de duración, obvio filmada a colores.

Un reparto de lujo:

Julissa, sería Paloma; Enrique Álvarez Félix, el niño popis Jaime de Landa; pareja juvenil, ella arrojada, desinhibida, mientras que él tímido, recatado, de finos y educados modales, niño de alta sociedad.

Los Caifanes: Oscar Chávez, El Estilos o el Caifán Mayor; Ernesto Gómez Cruz, El Azteca; Sergio Jiménez, El Capitán Gato y Eduardo López Rojas, el de la estruendosa risa, El Mazacote.

También actuaron Tamara Garina, una actriz de origen ruso, interpretando a una prostituta vieja y a la muerte. El recordado Carlos Monsiváis personificó a un Santa Claus ebrio al que le queman la peluca, en una taquería.

La única superviviente de todos los mencionados, es la siempre bella Julissa, quien ahora luce sus 80 años de edad.

Hija de Luis del Llano y de mi admirada Rita Macedo. En el acta de nacimiento la niña se llama Julia Isabel. Los papás también dejaron este mundo.

LA CORRUPCIÓN TAL COMO ES

Uno de los actores preferidos por el audaz cineasta Luis Estrada Rodríguez, fue el consagrado Ernesto Gómez Cruz. Intervino en 4 filmaciones estelares de un cine de denuncia, de realismo, reflejo de lo que en los últimos años se vive en México, pero cuyo inicio fue muchos años atrás, según Estrada.

Gómez Cruz fue “Gobernador Sánchez”, un ambicioso y deshonesto político que pretendía ser candidato presidencial, en La Ley de Herodes. En un Mundo Maravilloso le tocó ser “Compadre Filemón”, el sanguinario narco Don José Reyes en El Infierno y una actuación especial de “señor humilde” en La Dictadura Perfecta.

Luis Estrada se inició como director de cine a los 37 años de edad con La Ley de Herodes, enfocando hacia supuestos hechos de corrupción y de imposiciones político-administrativos, registrados en el sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés, entre 1946 y 1952. Pedro Armendáriz Jr. y Damián Alcázar estuvieron en el rol.

Esa cinta tuvo 14 nominaciones para el Ariel en el año 2000 y los críticos le otorgaron ¡diez estatuillas! por la película y el Ariel de Oro. Empezaron los días de gloria para Damián, compartiendo actuaciones con Joaquín Cosío y Armendáriz Jr..

Luis Estrada entró, en la industria cinematográfica, con el pie derecho, después ser estudiante del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos UNAM y de producir una serie de cortometrajes. En una corta temporada obtendría más premios por las películas ya citadas.

El más reciente trabajo en los sets y en lugares ambientales, Estrada lo realizó al filmar “¡Qué Viva México!”, en 2021, sin Gómez Cruz. Es una crítica al actual Presidente de México.

REPARTOS ESTELARES

Una característica de Estrada al seleccionar al elenco con que trabajara, invitando a figuras consagradas combinando con nuevos rostros del medio, además de complementar el equipo con gente experimentada en cada una de las áreas.

Para el reparto de La Ley de Herodes, fue contratada Isela Vega para personificar a Doña Lupe. En el numeroso reparto aparecieron Manuel Ojeda, Eduardo López Rojas, Salvador Sánchez. Gómez Cruz fue el Gobernador Sánchez y Damián, Juan Vargas “elegido” para presidente municipal de San Pedro de Los Saguaros. Nunca se mencionó nombre de la entidad estatal.

El Infierno, película que repetidamente presenta el Canal De Película de televisión, reunió a los consentidos de Luis Estrada: Gómez Cruz, Damián Alcázar y Joaquín Cosío.

La estrella fue la admirada actriz, política y activista María Rojo, “esposa” del cacique y narco, Doña Mari, impresionante por su poder sobre el marido y defensora de su hijo.

Es oportuno comentar que María de Lourdes Rojo e Inchaustégui, nombre oficial de María Rojo, es una veterana actriz que de 1956 a 2018 filmó 73 películas, destacando, opinión personal, Rojo Amanecer, Salón México y la de su debut hace 68 años, Besos Prohibidos.

María Rojo fue jefa Delegacional en Coyoacán, diputada federal y senadora. Militó en el Partido de la Revolución Democrática y hoy es parte del partido en el poder.

Solamente recuerdo a otra actriz en la política, Silvia Pinal: asambleísta en el Distrito Federal, diputada federal, senadora y Primera Dama en Tlaxcala, además de lideresa en el medio artístico.

jherrerav@live.com.mx

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