Roberto Vizcaíno
SemMéxico, Ciudad de México, 25 de julio de 2023.- El presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta ya un cierre de su administración, inmerso en batallas que lo ubican lo mismo contra el gobierno de Joe Biden, la DEA, el congreso y grandes empresas de Estados Unidos, que enfrentado a la presidenta de Perú, Dina Boluarte, o ante el rey y otros sectores de España. En lo interno, contra los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, que contra promotores del Frente Opositor como Claudio X González y otros muchos; en especial y centralmente, contra la puntera de este conglomerado, la hidalguense Xóchitl Gálvez y contra todo lo que signifique empresarios y medios informativos, periodistas, reporteros, editorialistas, empresarios periodísticos, intelectuales y quien se le aparezca en sus malas agruras y pésimo ánimo, hoy y los días, semanas y meses siguientes.
En los márgenes hay decenas más: madres buscadoras, ambientalistas, líderes sociales defensores de niños con cáncer y otros males, quienes reclaman medicamentos o servicios de salud, médicos y enfermeras y camilleros, madres que reclaman la reapertura de escuelas de tiempo completo y de albergues infantiles, o huelguistas como los de Notimex, o…
Es él contra el resto de su mundo.
Las confrontaciones, que para todos tiene desde sus mañaneras, son de diferente alcance, temporalidad, intensidad y profundidad. Algunas rebasan abiertamente la legalidad, ética y moral mínima; son todas al mismo tiempo y sin cuartel.
Quienes lo conocen y siguen hace tiempo advierten que su condición de gladiador político y golpeador marrullero irreductible se arreciará conforme avance la contienda de la sucesión presidencial y el fin de su mandato.
El jura y perjura que no, pero los hechos y sus actitudes indican que le hace muchísima crisis sentir que se le acaba su tiempo en Palacio.
Así ha arremetido con todo contra la senadora Gálvez, puntera de la oposición para ser quien reciba la Banda Presidencial de manos de López Obrador, en octubre de 2024.
La hidalguense, para mayor pesar de AMLO, a solo tres semanas y días de haber iniciado su campaña presidencial, anunció ayer que de acuerdo con las mediciones internas a las que tiene acceso como participante, ya rebasó las 150 mil firmas de apoyo para que le den derecho a participar en las encuestas y el proceso interno del 3 de septiembre del que saldrá la candidatura de unidad opositora para la presidencial de 2024.
Xóchitl Gálvez anunció que arreciará su activismo en las semanas que siguen para intentar que al final del registro puedan obtener el apoyo de más de un millón de mexicanas/os, lo que le daría un soporte sin precedentes en una contienda presidencial, como la que vive el Frente Amplio Opositor.
Eso lo ha logrado, a pesar de que AMLO ha intentado y seguramente proseguirá intentando bajarla de la contienda sucesoria a como dé lugar, desde sus mañaneras, donde la ha acusado de corrupción y de conflicto de intereses sin prueba alguna o de aprovechar mediática y política electoralmente su condición de indígena hidalguense.
Mientras, y a pesar de una inversión electoral sobresaliente en espectaculares, pinta de bardas y actos masivos en todo el país, preferentemente para dos de sus cuatro posibles sucesores dentro del oficialismo: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, estos no suben ni se afianzan entre los mexicanos.
Además, estas preferencias que rompen con la equidad en esa contienda —la ausencia del piso parejo, dicen ellos— provoca la irritación y el reclamo de los otros dos de los aspirantes —Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal—, quienes reclaman todos los días acabar con la imparcialidad.
Ello mantiene el proceso interno morenista al filo del rompimiento que provocaría sin duda un fuerte escollo para quien resulte el ganador y para el propio presidente López Obrador.
En este contexto de una batalla campal de todos contra AMLO y de AMLO contra todos, entró ayer en otro de sus frentes de mayor interés, al actuar la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) contra la empresa Paradise Shop, a la que confiscó unos 2 mil productos por contener elementos derivados de la marihuana o cannabis.
En esta empresa es socio el expresidente Vicente Fox, quien a lo largo de los últimos 20 años y en especial en los dos recientes ha arremetido con todo contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El operativo contra la empresa foxista, indicó la Cofepris, fue por incumplir con la regulación sanitaria y ponen en riesgo la salud.
Entre lo confiscado, se informó, están 811 piezas que contienen CBD (cannabidiol), semillas de cáñamo y extractos de cannabis y otras sustancias, al tiempo que se clausuró la tienda localizada en la alcaldía Benito Juárez por causas diferentes.
En el operativo intervino Bertha Alcalde Luján, expresidenta del Consejo Nacional de Morena y actual comisionada de Operación Sanitaria de Cofepris, antigua y cercanísima colaboradora de AMLO y madre de la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.
Alcalde Luján llevó documentación que muestra que los permisos obtenidos por la empresa donde es accionista el expresidente Fox se obtuvieron en muy poco tiempo, por lo que existe la presunción de su ilegalidad.
Así, la Cofepris verá si existen permisos irregulares para la comercialización de productos derivados de cannabis.
La empresa foxista Paradise, se dijo, es una empresa creada en Nuevo León para la comercialización de productos derivados de la mariguana tanto por comercio electrónico como por venta al público, que cuenta con tiendas en 25 estados de la república.
El artículo 234 de la Ley General de Salud cataloga como estupefaciente a la cannabis sativa, índica y americana o mariguana, así como su resina, preparados y semillas; por su parte, el artículo 245 señala que los cannabinoides sintéticos se clasifican como sustancias psicotrópicas.
Veremos cómo reaccionan Fox y su entorno, ante este golpe y nuevo frente de batalla lopezobradorista.
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