Foto: © Foto: PNUD/Fernando Atristain
Forman parte del proyecto del PNUD impulsada en el marco del proyecto “resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19”.
Redacción
SemMéxico/NoticiasONU, 26 de febrero, 2022
Larráinzar, Chiapas. (PNUD). – En una comunidad indígena en los altos de Chiapas, Chuchiltón, en el municipio de Larráinzar, 100 mujeres se preparan para alcanzar la igualdad de género, y poner fin a la violencia en contra de mujeres, adolescentes y niñas. Ellas forman parte de la red de mujeres impulsada en el marco del proyecto “resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19”.
Las primeras dos acciones en las que participaron como integrantes de la red de sororidad fueron un taller de formación sobre igualdad de género y derechos humanos y una sesión informativa para que como red puedan mejorar su salud financiera al conformar un grupo de ahorro.
La primera de estas acciones de fortalecimiento de capacidades para las mujeres indígenas responde a que 46% de mujeres indígenas reportan haber vivido violencia de pareja, en contraste con 43.2% de mujeres que no se consideran indígenas (ENDIREH, 2016). Asimismo, la comunidad de Chuchiltón se comprometió a actuar frente a esta problemática, esto, debido a que el 28 de junio del 2021 se convirtió en la primera comunidad que firmó el “Acuerdo de Asamblea Indígena para
Erradicar la Violencia contra las Mujeres”, el cual plantea no ingresar, vender o consumir alcohol dentro de la comunidad, con el fin de reducir los problemas de agresión intrafamiliar, de lo contrario, se acredita una multa.
En este sentido, el taller, impartido por facilitadoras en lenguaje maya tsotsil, y con material traducido y adaptado con perspectiva de género e intercultural para las mujeres de Chuchiltón, es el primero de una serie de módulos temáticos para que aprendan sobre empoderamiento y que definan estrategias que les permitan detectar y prevenir violencia contra las mujeres en sus comunidades.
También, se les capacitará para que cuenten con herramientas para identificar vías de atención y acceso a la justicia; se les darán estrategias de consejería del estrés y autocuidado, así como para desarrollar habilidades socioemocionales y de liderazgo transformador. Ese último, se refiere a que las mujeres suelen tener habilidades para escuchar y tomar decisiones en consenso, fomentando la participación entre las integrantes de la red. Este inicia con un proceso de empoderamiento personal para después permear el empoderamiento colectivo.
La segunda acción forma parte del componente del proyecto para aumentar la inclusión y salud financiera de las mujeres participantes, dado que, en México, solo un 29 por ciento de las personas en localidades rurales tienen una cuenta de servicios financieros frente a un 66 por ciento a nivel mundial (PNUD, 2020).
Para hacerle frente a esta problemática, y de la mano de la Fundación León XIII, se realizó el primero de una serie de talleres formativos que buscan fortalecer sus capacidades financieras y su red de sororidad. Como parte de los objetivos, se formará un grupo de ahorro solidario y se les capacitará en materia de educación financiera y para generar actividades productivas únicas en su tipo, para que las mujeres aumenten sus ingresos de manera sostenida en el tiempo, logrando su autonomía económica en un mediano plazo.
El proyecto “Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19” es implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para las Alimentación y la Agricultura (FAO) en México y la Secretaría de Igualdad de Género (SEIGEN) del Estado de Chiapas. Esta iniciativa busca contribuir a que mujeres indígenas y rurales puedan tener una vida libre de violencia, seguridad alimentaria para ellas y sus familias, así como una buena salud financiera, a partir de fortalecer sus capacidades.