Urge informar y concientizar a la población en esta problemática subraya Adela Mabarak Celisal
La Constitución mexicana, en su artículo sexto, estipula el derecho a la información y a la libertad de expresión, precisa
Redacción
El periodismo tiene que abordar constantemente, y con mucha seriedad, la falta de agua a nivel mundial, la extracción ilegal y exterminio de especies, el impacto que actividades como el turismo tienen sobre los ecosistemas, además de fomentar, a partir de la niñez, el respeto a las plantas y los animales, concientizar sobre la generación de residuos, por ejemplo.
Así lo afirma la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Adela Mabarak Celis, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa -que se conmemora hoy 3 de mayo- y que este año está enfocado a resaltar la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en el orbe.
“Se requiere no sólo informar, sino concientizar a la población, impulsar campañas que impacten en las políticas públicas para atender estas problemáticas que afectan a toda la humanidad”, añade la especialista.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) -instancia que impulsó la instauración de esta efeméride en 1993- reconoce que los periodistas se enfrentan a grandes desafíos a la hora de buscar y difundir información sobre problemas relacionados con la migración climática, las industrias de extracción, minería ilegal, contaminación, caza furtiva, tráfico de animales, deforestación o cambio climático.
“Garantizar la visibilidad de estas cuestiones es crucial para promover la paz y los valores democráticos en todo el mundo”, considera el organismo internacional.
Con ello coincide la también maestra en Ciencias de la Comunicación, quien subraya que para que en un país haya democracia deben existir la libertad de expresión y de prensa, que la población pueda informarse, opinar sobre lo que acontece a su alrededor y tomar decisiones.
En México, explica, en el artículo sexto de la Constitución se estipula el derecho a la información y a la libertad de expresión. “La pregunta es si realmente existen estas libertades, a nivel nacional e internacional, porque desafortunadamente ha habido muchas desapariciones de periodistas en los últimos años, que atentan contra estos derechos”.
Los obstáculos
La especialista de la UNAM expone que los comunicadores son investigadores sociales, quienes realizan indagaciones de manera seria y objetiva, a profundidad. Sin embargo, en ocasiones esto afecta a grupos con determinados intereses económicos, sociales y políticos, que dificultan su trabajo y la difusión de sus hallazgos.
Lo mismo sucede con los medios de comunicación, pues hay “ciertas tendencias” en el sector y/o sufren presiones de los grupos de poder.
La UNESCO puntualiza que otro problema que se enfrenta para informar sobre el cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación atmosférica son las campañas de desinformación que ponen en tela de juicio los conocimientos científicos y suponen grave amenaza para el debate público plural y bien informado.
Esta información falsa puede socavar los esfuerzos internacionales para abordar las anteriores problemáticas, provocar falta de apoyo público y político a las acciones por el clima, a políticas eficaces y relacionadas con la protección de las comunidades vulnerables.
“Para lograr un desarrollo sostenible, los periodistas deben transmitir información precisa, oportuna y exhaustiva sobre los problemas medioambientales y sus consecuencias, así como sobre las posibles soluciones”, señala el organismo internacional.
En ese sentido, Mabarak Celis destaca que en las redes sociales suele viralizarse información no generada por periodistas, la cual no se apega a los principios básicos de la profesión. Por ello, también sugirió a la población ver de manera crítica los contenidos de estos espacios, en los que se debe respetar la libertad de expresión, pero también hacer valer los valores de la democracia.
Esta efeméride es una oportunidad para recordar a los gobiernos la necesidad de respetar la libertad de expresión y reflexionar sobre los problemas de la libertad de prensa y la ética profesional; evaluar la situación del ejercicio periodístico en el mundo; defender los medios de comunicación de los atentados contra su independencia y rendir homenaje a los periodistas quienes han perdido la vida investigando una noticia, agrega la UNESCO.