- Investigadores/as «sorprendidos/as» por la falta de progreso y las normas sociales arraigadas que reducen las posibilidades de las mujeres en la política, los negocios y el trabajo.
- Planteado en un despacho de The Guardian este día.
Kaamil Ahemed
SemMéxico, Ciudad de México, 12 de junio del 2023.- Los prejuicios contra las mujeres están tan arraigados como hace una década y el progreso de la igualdad de género se ha revertido, según un informe de la ONU. Nueve de cada diez personas de todos los géneros tienen un sesgo contra las mujeres, según el Índice de Normas Sociales de Género, una cifra sin cambios con respecto a los datos recopilados hace más de una década.
Publicado por el programa de desarrollo de la ONU este lunes, encontró que la mitad de las personas en 80 países cree que los hombres son mejores líderes políticos, el 40 por ciento cree que los hombres son mejores ejecutivos de negocios y una cuarta parte cree que está justificado que los hombres golpeen a sus esposas.
Estas cifras, de datos recopilados entre 2017 y 2022, se mantuvieron prácticamente sin cambios con respecto al informe GSNI anterior, publicado en 2020, que utilizó datos de 2005 a 2014.
“Mi expectativa era que veríamos algún progreso, porque nueve de cada diez, quiero decir, ¿cómo puede empeorar?” dijo Pedro Conceição, jefe de la oficina de informes de desarrollo humano del PNUD. “Y también fue un período en el que vimos, por ejemplo, el movimiento #MeToo y mucha visibilidad de las formas muy impactantes en que estas normas de sesgo afectan a las mujeres.
“Desafortunadamente, hacer este ejercicio ha sido una experiencia de shock tras shock. La primera vez que lo lanzamos, me sorprendió la magnitud (de los sesgos), y esta vez me sorprendió la falta de progreso”.
Los sesgos resultan en barreras para las mujeres en la política, los negocios y el trabajo, así como el despojo de sus derechos y violaciones de los derechos humanos, dijeron las y los investigadores. A pesar de que las mujeres están más educadas y capacitadas que nunca, había una brecha salarial del 39 por ciento con los hombres, agregaron.
“Esto es realmente alarmante y explica por qué el mundo está completamente desviado para lograr la igualdad de género para 2030”, dijo Anam Parvez, jefa de investigación de Oxfam GB. “En 2021, una de cada cinco mujeres se casó antes de cumplir 18 años, mil 700 millones de mujeres y niñas viven con menos de 5.50 dólares al día, y las mujeres siguen realizando tres veces más trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres en todo el mundo.
“Al ritmo actual de progreso, se necesitarán 186 años para cerrar las brechas en las protecciones legales. También explica por qué, si bien ha habido cierto progreso en la promulgación de leyes que promueven los derechos de las mujeres, las normas sociales siguen estando profundamente arraigadas y generalizadas”.
Heidi Stöckl, profesora especializada en violencia de género en la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich, dijo que se necesitaba «un esfuerzo consciente y un fuerte compromiso de todos los niveles de la sociedad» para superar los prejuicios arraigados. Pero hay señales de progreso, dijo, con un aumento en las tasas de educación en lugares como Bangladesh y una mayor representación de mujeres en la política y la economía.
“Hemos experimentado una grave reacción y un retroceso de los derechos de las mujeres, sobre todo en Afganistán, pero también en el mundo occidental con la elección de Donald Trump o en Corea del Sur, donde recientemente se eligió a un presidente antifeminista” dijo Stöckl “Lo que me da esperanza es que, en su mayoría, la parte más joven de la población claramente resiente esta reacción y lucha por una sociedad igualitaria”.
El informe de la ONU pide que se reconozcan mejor las contribuciones económicas de las mujeres a la sociedad, incluido el trabajo no remunerado, que se promulguen leyes y medidas que aseguren la participación política y más acciones para combatir los estereotipos.
“Estas opiniones persisten debido a las normas sociales y culturales que devalúan a las mujeres y refuerzan el poder, el control y los sentimientos de derecho de los hombres, además de promover creencias que trivializan y normalizan la violencia contra las mujeres e incluso culpan a las víctimas por su propio abuso”, dijo Andrea Simon, directora de la Coalición para poner fin a la violencia contra las mujeres. “Son estas actitudes las que pueden impulsar actos y comportamientos violentos y solo podemos prevenir realmente esta violencia cambiando estas actitudes”.
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