- D.A.M.A confió en su amigo, quien no solo la traicionó, también la agredió sexualmente y la envió a la cárcel.
- Su caso ha sido objeto de múltiples irregularidades durante el proceso judicial, mientras su agresor sigue impune, denuncia la abogada de la víctima.
Ma. del Rocío Flores Martínez
SemMéxico, Naucalpan de Juárez, Estado de México, 23 de junio del 2023.-Todo comenzó a descomponerse después de muchos años de amistad, que no fueron suficientes para evitar su encarcelamiento, tan injustificado como intolerable, y que tampoco le impidieron sufrir uno de los actos más atroces contra la integridad de una mujer: la violación. D.A.M.A. (se omite el nombre real de la víctima para salvaguardar su identidad) jamás pensó que su amigo de tanto tiempo sería el causante de tal desgracia en su vida, solo por desear un futuro mejor para ella y su familia.
En sus años de juventud, D.A.M.A. y quien después sería su abusador tuvieron una relación amistosa muy sólida, luego dejaron de verse mucho tiempo. Al reencontrarse, se reavivó la amistad y el afecto, por lo menos eso fue lo que ella pensó. D.A.M.A. y Juan José “N” decidieron entonces emprender negocios juntos, en plena pandemia. No fue fácil, pero la inventiva y entusiasmo de ella los llevaron a impulsar una empresa de gran impacto en su momento, que les dio a ganar buenos dividendos.
No obstante, sin una sociedad formalmente establecida, y actuando aún como empleada en el negocio, y no como socia, D.A.M.A. no obtuvo las ganancias que ella misma ayudó a conseguir. Simplemente, Juan José se negó a cumplir con el trato que hicieron al iniciar la empresa. Pero el asunto no quedó ahí, pues ante la insistencia de ella en que su entonces amigo cumpliera su palabra, D.A.M.A. fue despedida, sin más.
Durante este proceso, ella fue constantemente asediada sexualmente por Juan José, quien además le dejaba claro que tenía las suficientes influencias en el gobierno estatal para hacerle pasar momentos amargos: “No te gustaría saber lo que es pasar siquiera un día en la cárcel”, era la amenaza constante. Esto quedó incluso plasmado en mensajes de texto, según se establece en evidencias judiciales.
Entonces, D.A.M.A. decidió emprender una demanda por despido injustificado poco tiempo después en contra de la empresa de su antiguo amigo, en julio del año pasado, pero fue sorprendida con una demanda en su contra por fraude, sin que se presentaran pruebas del mismo, solo testimonios de gente allegada de Juan José.
Esto fue una respuesta directa de la denuncia que D.A.M.A. presentó en los primeros días de junio por violación y abuso sexual en contra de Juan José “N”, misma que no ha podido judicializarse, es decir, entrar en el proceso para poder obtener una orden de aprehensión en contra del agresor. De hecho, la carpeta estuvo “extraviada” por varios meses, hasta que la abogada Ana Katiria Suárez Castro —presidenta de la organización civil “Voces humanizando la Justicia”, además de penalista y defensora de los derechos humanos— la encontró, y hoy está solicitando que el caso sea tratado con perspectiva de género.
Ante la advertencia de la víctima en el sentido de que lo denunciaría por el ataque sexual que sufrió, Juan José se adelantó y un día antes de la denuncia de D.A.M.A., cumplió su amenaza y la acusó de extorsión, con un expediente que su abogada ha calificado como “una burla”, por inverosímil. Por este delito, D.A.M.A. entró en octubre del año pasado al penal de Barrientos, en Tlalnepantla, y desde entonces se encuentra en espera de justicia.
Pero no todo ha terminado para la víctima de violación. Estando ya recluida, D.A.M.A. recibió una nueva acusación, esta vez por robo a casa habitación, ocurrido el 15 de junio del año pasado, una fecha en la que ella no estuvo ni cerca del lugar de los hechos. Sin embargo, su defensora no ha podido obtener los datos del teléfono celular de la acusada, con el que se comprobaría lo anteri
or, debido a que fue retenido por las autoridades judiciales del Estado de México.
Desde hace casi 9 meses, D.A.M.A. se encuentra presa por delitos que no reconoce, que asegura nunca haber cometido pues es una persona que respeta las leyes y jamás ha sido acusada antes de ningún delito. Estos antecedentes forman parte de la estategia jurídica en la que su abogada Ana Katiria Suárez basa su defensa, entre otros. Sin embargo, alega que se enfrenta a constantes irregularidades en el sistema judicial mexiquense, que han obstaculizado su labor defensora, mientras el agresor de su defendida sigue impune.
En este escenario, D.A.M.A. continúa a la espera de un proceso justo para salir libre y poder regresar junto a su familia, quien la ha apoyado en todo momento, incluso hace unos días se apoderaron de la avenida Periférico Norte por algunas horas para protestar por la injusticia, y denunciaron la presunta colusión de las autoridades judiciales al obstaculizar el caso de D.A.M.A. Su acción logró abrir la puerta de la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género del Estado de México, y en esa instancia se encuentra hasta ahora el futuro de la mujer agredida y encarcelada.
