Norma Loto
SemMéxico. Buenos Aires. 3 de junio de 2020.- Pasaron 5 años del primer Ni una Menos en Argentina y aún se cuenta 1 femicidio cada 30 horas. Es decir, que el cronómetro del femicidio nunca se detuvo incluso, en ocasiones, parece acelerarse.
Desde aquel 3 de junio de 2015 hasta el 20 de mayo, según el Observatorio Ahora que sí nos Ven, se han contabilizado 1450 femicidios. El 83% de los femicidas formaba parte del círculo íntimo de la víctima y 1527 niñxs quedaron sin madres.
Hoy en contexto de aislamiento a causa del Covid 19 el femicidio es el único delito que no paró de cobrarse vidas. Según datos de Amnistía Internacional Argentina emitido en el día el 70% de los femicidios son cometidos por parejas o ex parejas y sucede en las propias casas de las mujeres. “A esto se suma que la posibilidad de pedir ayuda o denunciar, ya era difícil por múltiples motivos en condiciones normales, y ahora esos riesgos se potencian, ya que las mujeres cuentan con menos herramientas para denunciar”, refiere el comunicado de la organización internacional.
Por su parte el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, aumentó un 39% el pedido de ayuda por violencia de género durante el COVID-19.
Después de aquel 3J de 2015 y haciendo un balance optimista se logró instalar a la violencia machista como una violación a los derechos humanos, que hay una nueva generación que está tomando las luchas de las ancestras. En el plano político se logró el funcionamiento de la Línea 144, Ley Micaela que es la capacitación obligatoria en género para los tres poderes del Estado, entre otras acciones positivas.
Sin embargo, las acciones también deben trascender hacia territorios polvorientos como en las provincias del NOA y NEA donde se afianzan los feudos, las extorsiones y múltiples violencias que vienen del mismísimo Estado, cuando es éste el que debe garantizar una vida sin violencia. Solo como muestra es la reciente y discutida aprobación de la Ley Micaela en Tucumán
En este contexto de pandemia el Ni Una Menos será particular porque las calles no serán testigos como años anteriores, pero habrá lectura del manifiesto, también se activarán las redes sociales y se exhibirá un proyectorazo en homenaje a Ramona Medina, que murió por CCOVID-19 y denunciando la falta de agua en la Villa 31.