- Los contratos tienen cláusula de garantía para devolver a las niñas y niños después de dos años
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 12 de diciembre, 2023.- Desde el derecho penal el alquiler de vientres debe ser un delito porque las mujeres son objeto de derecho, no se puede poner precio a su cuerpo y se debe proteger a las niñas y niños los cuales no pueden nacer en la esclavitud, se puso de manifiesto por abogadas y activistas feministas.
Así como en una sociedad democrática es incompatible la legalización de los vientres de alquiler porque se vulneran los derechos de la madre y los hijos e hijas.
En el 1er. Foro de Garantías de la Mujer organizado por la Universidad Multicultural (CUDEC) con el tema “Garantías jurídicas, sociales y éticas derivadas de la prohibición de la Renta de Vientres en México”.
La abogada en Derecho Procesal Penal y maestra en Política Criminal, Claudia Espinoza Almaguer señaló que la explotación reproductiva de los vientres de alquiler debe ser sancionada y no incentivada. El derecho a tener una familia no es acceso para comprar seres humanos.
Al respecto las panelistas Alicia Miyares Fernández, Alicia Elena Pérez-Duarte Noroña, Nuria González López y María Beatriz Cosío Nava se pronunciaron favor de la reforma a la Ley de Trata de personas para que se considere un delito la práctica de vientres de alquiler.
Esto colocaría a México en el parteaguas de América Latina y el mundo, porque los ricos no se pueden llevar la salud de las mujeres y sus hijas e hijos. Haría historia para el feminismo, se dijo.
Claudia Espinoza Alcocer critico a la organización GIRE de abrirle la puerta a la SCJN en el 2018 cuando argumentaron que no les iba a ir tan mal a las mujeres porque las iban a cuidar en la resolución a un amparo para un matrimonio de homosexuales.
Refirió que México es un país feminicida donde ser madre es complejo, en un contexto de violencia y criminalización. Consideró que el derecho penal es la única vía que existe para sancionar a las empresas intermediarias porque es una forma de trata y explotación reproductiva.
También no se puede argumentar la autonomía y libertad para decidir sobre el alquiler de vientre, porque las mujeres no son madres de una parte de su cuerpo, son madres de cuerpo completo.
Espinosa Almaguer reflexionó qué tan decadente tiene que ser una sociedad para ponerle precio a las mujeres como si fuera un objeto. Un estado que no les da trabajo pero si les da libertad para ponerle precio a el vientre y entregar al final a sus hijas e hijos.
Advirtió que no hay que mover la Constitución para sancionar esta práctica sólo hay que sancionar la explotación reproductiva.
Refirió que es indignante dar permiso para que una mujer durante 9 meses se someta y entregue a una niña o niño. Este delito debería tener de 15 a 30 años de prisión.
Beatriz Cosío Nava refirió que no hay nada más patriarcal y neoliberalista que el alquiler de vientres por lo que hizo un llamado al gobierno “humanista” y a las legisladoras y legisladores para que no se permita considerar un servicio comercial los vientres de las mujeres al servicio de padres solicitantes como consumidores de un bien.
Refirió al mercado global y como se paga de 60 a 80 millones de euros y cómo también ese mercado va y viene hacia México. Como el llamado turismo reproductivo donde los compradores vacacionan en Cancún o Playa del Carmen. También critico los argumentos por cuestiones altruistas para parejas que no pueden tener hijos.
Puntualizó que la gestación subrogada explota el cuerpo de las mujeres con fines reproductivos, pero en particular afecta a las mujeres pobres.
Las participantes señalaron que, aunque hay dos estados que regularon esta práctica: Tabasco y Sinaloa, alquilar el vientre no forma parte de la libre elección de las mujeres y que la Ley debe interponerse.
También que la regulación de vientres de alquiler es opaca porque además hay cláusulas de garantía para devolver a esa niña o niño si no llena los requisitos, y ¿a dónde van a parar esos niñas y niños? pues al DIF. También se habla de penalización en dinero, si las mujeres que lo hacen por pobreza cómo van a restituir ese dinero.
Las panelistas coincidieron que son los estados y las y los legisladores los que se tienen que comprometer a establecer un marco jurídico basado en la unanimidad y el respeto a los derechos humanos de las mujeres y las niñas y niños, no dejar que impere la máxima neoliberal de “haz lo que quieras”
Refirieron que se vende como un paquete que incluye la mujer, el ovulo, el esperma, todo es elegido. Si quieren un niño con ojos azules, rubio, blanco, sano y hasta tienen su cláusula de garantía como si fuera un electrodoméstico, que especifica que en dos años devuelven a la creatura si no obtienen al niño o niña como lo quieren.
Las panelistas expresaron su confianza que se prohíba el alquiler de vientres al igual que la venta de órganos porque es una sociedad que no se quiere tener.
También reflexionaron que es una falta de ética, carencia de la calidad humana pensar que puede ocupar a una mujer en fertilidad asistida.
Nuria González López hizo un llamado a las mujeres a no permitir que su felicidad valga sólo por lo que le pueden dar a otros, porque esa es una idea misógina, patriarcal y esclavista en los que se basan los vientres de alquiler.
No hay nada tan enfermo mentalmente que ponerle precio al vientre. Que también se tienen que pensar que las y los niños que están en el DIF que fueron devueltos tienen derecho a una familia, quién los va a cuidar.
Alfonso Malpica Olvera agradeció a las panelistas en un espacio de respeto a lo jurídico y a lo moral en el 50 Aniversario de la Universidad Multicultural, la conferencia que fue dirigida a las y los estudiantes de derecho
