El Pueblo Vigila las Elecciones
Natalia Vidales Rodríguez
SemMéxico. Sonora. 26 de junio de 2020.- Conforme a un principio elemental del Derecho Administrativo, los ciudadanos pueden hacer todo aquello que no les esté expresamente prohibido en una ley; pero, a contrapelo, las autoridades solo pueden realizar lo que la ley los faculte específicamente (las reglas morales y las sociales, desde luego, obligan a todas las personas a conducirse con propiedad). Por cierto, ¿se ha fijado Usted que los Mandamientos de los dioses ( sean de Alá, de la Santísima Trinidad, de Buda o de Tezcatlipoca) están llenos de prohibiciones, de tal manera que seremos juzgados en el más allá más por lo que no hicimos que por lo que hicimos: no matarás, no robarás, no mentirás, no esto, no lo otro, no aquello?.
Ni la Constitución de México (que es la guía suprema), ni “ las leyes que de ella emanan”, como dicen los clásicos, facultan al presidente del país con atribución alguna (ni siquiera como “guardián”, como pretende serlo) en materia electoral, las cuales están reservadas, desde la creación del Instituto Federal Electoral en 1990 ( conforme la fracción V del artículo 41 de la carta magna) a los consejeros de ese Instituto autónomo y a los ciudadanos para organizar, realizar y supervisar los comicios; así como a los tribunales del ramo para dirimir las controversias que en esa materia se presenten…y nadie más ( y la Fiscalía General de la República, también autónoma de la presidencia, para la persecución de los delitos electorales).
No fue casualidad que se excluyera al poder público de lo relativo a las elecciones, luego de que durante el priato las realizaba el mismo gobierno a su favor, como para que ahora se pretenda atisbar siquiera a ese pasado…
¿Cómo sería la guardia en las elecciones a la que se refiere el Presidente; con el aparato del Poder Ejecutivo encabezado por él mismo (lo cual no está permitido), o él en solitario a manera de escudero contra los molinos de viento del fraude electoral que ya lo hacen sentir pasos en la azotea?. Lo peligroso ahora es que esa injerencia favorezca al régimen en turno, no a una posible y legítima alternancia política.
La separación (como la Iglesia, del Estado) de las autoridades del gobierno con los órganos electorales es tal, incluso, que si AMLO le solicita al INE una credencial como observador de las elecciones del año que viene, le tendría que ser denegada porque está reservada a los ciudadanos ordinarios sin puestos de autoridad pública (frente a los cuales se realizan las elecciones precisamente porque podrían concluir con sus mandatos o con las aspiraciones de los candidatos de sus partidos, en el caso de AMLO con los de MORENA).
En las elecciones del 2018 (cuando el tsumani de AMLO ) fuimos testigos de que en las mesas de las casillas de votación (conducida por ciudadanos insaculados del registro nacional electoral), y del conteo de los sufragios, MORENA arrasó contundentemente y el INE procesó los resultados que le dieron el triunfo presidencial y demás puestos de acompañamiento, entonces ¿por qué viene ahora AMLO a dudar de la institución y de los ciudadanos que realizan, vigilan y guardan las elecciones?
Como algunos se preguntan: ¿AMLO se está preparando para alegar un fraude electoral si, como todo lo indica, su partido MORENA pierde su ventajosa posición en el Congreso, y radicalizarse en vez de aceptar la derrota?. Respuesta: sí.