Micaela Márquez
SemMéxico, Ciudad de México, 14 de junio, 2024.- El colectivo de mujeres que acompañó al senador José Narro Céspedes, en conferencia de prensa, solicitó que la Ley que castiga la violencia vicaria se aplique en todos los estados del país, porque ya están hartas de que este tipo de violencia se ejerza con la complicidad de las autoridades, como en el caso de Jalisco.
El senador morenista por el estado de Zacatecas hizo un llamado a todas las mujeres para que “no se dejen” y denuncien la violencia vicaria, a fin de que este crimen de género pueda ser erradicado. Les aseguró que no están solas y las invitó a acercarse a las y los legisladores porque no van a permitir que se siga cometiendo este tipo de violencia.
Recordó que la violencia vicaria es una forma de violencia de género, por la cual los hijos e hijas de las mujeres víctimas son utilizados como objeto para maltratar y ocasionar dolor a sus madres.
Denunció que, en algunos estados del país como Jalisco, hombres han intentado hacerse pasar por víctimas, porque acusan que sus exmujeres ejercen este tipo de maltrato; sin embargo, aclaró que este delito sólo lo cometen los hombres.
Carla Paulina y Lorena Meza, víctimas de violencia vicaria, tomaron la palabra para expresar que este tipo de agresión es extremadamente cruel, porque el agresor conoce perfectamente el inmenso dolor que va a producir.
“Es un daño irreparable, porque como madres nos dan en lo que más duele, pues sufrimos durante toda la vida la ausencia de nuestros hijos”.
Narraron que han sido amenazadas por los abogados de sus exparejas, encarceladas y maltratadas por las autoridades y consideraron que, en este tipo de violencia, no sólo la madre es la víctima, sino también las niñas y niños que se convierten en víctimas directas del maltratador.
Por otra parte, la colectiva mexicana Frente Nacional contra Violencia Vicaria realizó una encuesta y se determinó que 76 por ciento de las con víctimas ha recibido amenazas por parte de su agresor de no volver a ver a sus hijos; 57 por ciento de ellas mencionaron haber sido denunciadas por violencia familiar por el padre con el propósito de quedarse con la custodia de los hijos.
El 81 por ciento han sido separadas de sus hijos, y sólo 39 por ciento de aquellas a quienes les han arrebatado a sus hijos tienen algún tipo de convivencia vigilada o limitada, e incluso en esta circunstancia, muchas veces les dificultan el contacto con ellos.