Josefina Chávez, directora de la revista Cuadernos Feministas
SemMéxico, Cd. de México, 7 de marzo, 2022.- Desde hace más de cinco años estamos presenciando un ascenso de las luchas de las mujeres a nivel nacional, latinoamericano y mundial. A dos años de la pandemia, en donde se confirmó que el trabajo que realizamos las mujeres es esencial y cuando se pensaba que estaríamos saliendo de la crisis sanitaria, seguimos enfrentando las políticas de recuperación neoliberal y patriarcales, conservadoras y neofascistas.
Pienso que este es el punto desde donde necesitamos situarnos para lograr vislumbrar las alternativas colectivas y alternativas para empujar la resistencia frente a los múltiples obstáculos que no han logrado derrotar el ascenso de las mujeres.
Parece urgente fortalecer las agendas de lucha, hoy más que nunca y lograr identificar las políticas, que, si bien se presentan como igualitarias, al mismo tiempo promueven la agenda neoliberal patriarcal.
La fuerza del movimiento feminista se nutre de las movilizaciones mundiales. Nosotras, en México, logramos algunos avances importantes e históricos con las sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hace siete meses, en septiembre del año pasado.
Si bien el movimiento feminista ha logrado la despenalización de la interrupción del embarazo y las mujeres puedan ejercer su autonomía reproductiva, esto no es suficiente. Porque las fracciones parlamentarias no tienen como prioridad la vida de las mujeres se actúa desde estructuras formales y de pensamiento patriarcal. Se mueven de acuerdo a sus intereses y prioridades políticas.
El movimiento necesita continuar con la presión política sostenida para obligar al Congreso de la Unión a la armonización que le ha mandatado la Corte. Y a los Congresos locales la aprobación de las reformas legislativas para la despenalización y modificar sus códigos penales.
La realidad es que, las mujeres a lo largo y ancho del país siguen enfrentando la criminalización y la violencia. Las mujeres presas por abortar deben ser liberadas de inmediato. La Corte tampoco ha cumplido con su compromiso de liberarlas.
La crisis de la pandemia incrementó la explotación laboral de las mujeres y la violencia. Puso en evidencia cuales son los trabajos sociales esenciales, destapó la debacle de las políticas neoliberales de salud. Aceleró la crisis capitalista y además ahora estamos en un contexto mundial de guerra imperialista, que está contribuyendo a la aceleración de todas las crisis, y sin lugar a dudas, la guerra es una de las formas más brutales de la violencia patriarcal.
Como podemos ver tenemos muchos frentes de lucha y muchos retos. El feminismo como propuesta de vida contiene también las herramientas para cambiar la realidad y desarrollar e imaginar el mundo que queremos; donde las vidas importen y no las ganancias capitalistas.