- UNFPA propone este año reflexionar sobre el tema #Desarraigadas: Resiliencia en tiempos de crisis.
- El objetivo: llamar la atención sobre los crecientes riesgos de violencia que enfrentan las mujeres y niñas desplazadas
Redacción
SemMéxico, Cd. de México, 25 de noviembre 2024.- En un mundo asolado por conflictos y crisis climáticas, las mujeres y las niñas pagan un alto precio, sostiene el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Cuando se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, las mujeres y las niñas se enfrentan a crecientes amenazas de violencia durante su desplazamiento, dice el organismo internacional en un comunicado a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, 25N.
El desplazamiento aumenta su vulnerabilidad a las agresiones sexuales y físicas, las violaciones, los matrimonios forzados e infantiles y muchas otras formas de explotación y abuso. De hecho, el 70% de las mujeres están sujetas a violencia de género en zonas de crisis.
Con esto en mente, nuestro tema para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de este año es #Desarraigadas: Resiliencia en tiempos de crisis. Nuestro objetivo: llamar la atención sobre los crecientes riesgos de violencia de género que enfrentan las mujeres y niñas desplazadas, y pedir a la comunidad internacional que priorice y proporcione la financiación necesaria para su protección.
En tiempos de crisis, las mujeres se ven obligadas a huir solas o con niños, a emprender viajes peligrosos y a vivir en condiciones precarias. Si hay alojamiento disponible, suele ser temporal, abarrotado y, con demasiada frecuencia, inseguro. La explotación y el abuso sexuales aumentan a medida que las mujeres se ven privadas de sus redes y redes de seguridad. Algunas recurren a mecanismos de supervivencia perjudiciales para sobrevivir, como la prestación de servicios sexuales a cambio de comida, dinero o un pasaje seguro.
Mientras tanto, en un momento en que las necesidades de las mujeres y las niñas son mayores, el acceso a los servicios y al apoyo se reduce. El desplazamiento altera las estructuras de salud y protección, quiebra los sistemas de apoyo comunitarios y separa a las familias. Para las sobrevivientes de la violencia de género, el impacto en su salud física y mental es inmensurable.
Además, la violencia de género es un delito que no se denuncia ni se investiga lo suficiente y que se perpetúa mediante un ciclo de impunidad para los abusadores, lo que fomenta un entorno de miedo y estigma, lo que dificulta la recuperación de las sobrevivientes y niega su derecho a acceder a la justicia y al apoyo.
A pesar de los efectos graves y a veces fatales de la violencia de género, todavía no se le da la suficiente prioridad en tiempos de crisis. Los servicios esenciales para las supervivientes (como la atención médica de emergencia, el apoyo psicosocial y los refugios seguros) deben recibir financiación y situarse en el centro de todas las respuestas humanitarias. Además, las mujeres y las niñas desplazadas y las supervivientes de la violencia de género deben participar en la planificación de la respuesta desde el principio, ya que conocen las medidas de prevención y protección sanitaria que necesitan.
Si bien el UNFPA y sus socios brindan apoyo esencial a las sobrevivientes desplazadas de la violencia de género en todo el mundo, se necesita una mayor coordinación y compromisos internacionales, incluida una financiación adecuada y una mayor voluntad política, para erradicar la violencia de género en todas partes.
SEM/sj