Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 3 de enero, 2021.- Al despuntar 2022, asistimos a la última etapa de desmantelamiento de los dispositivos institucionales de fomento, con la desaparición oficial del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol). Es el final de un ataque sistemático a las organizaciones de la sociedad civil (OSC), cientos de ellas dedicadas a atender, promover y dar cauce a los derechos de las mujeres, además de su tarea para disminuir o erradicar la violencia machista, responsable de la muerte violenta de al menos 10.3 mujeres diariamente.
México Evalúa y otras organizaciones contabilizan en los primeros tres años de la 4T la desaparición de 23 programas y se desconfiguró la política de acciones específicas para las mujeres.
¿A dónde irá a parar uno de los programas estrella de Indesol, el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF)? ¿A la Secretaría de Gobernación? Pero en el presupuesto 2022 no tiene recursos asignados, y ya hubo la intentona de la senadora Malú Micher Camarena para trasladar esa responsabilidad a los gobiernos estatales.
La “oficialización” de la desaparición del Indesol fue un sabadazo, vocablo popular que, según el diccionario breve de mexicanismos de Guido Gómez de Silva, viene de sábado. Se identifica como una maniobra para impedir que un inculpado evite su aprehensión, por no poderse ejercer el recurso de amparo en domingo, día en que no funcionan las oficinas públicas.
Que te den un sabadazo, significa un acto alevoso sorpresivo para anular un derecho o hacer un cambio irremediable. El decreto, publicado el 31 de diciembre de 2021 en el Diario Oficial de la Federación, sucedió cuando toda la población festejaba las fiestas por el año nuevo.
Son acciones propias del antiguo régimen. ¿Quién recuerda cómo desapareció de un día a otro la Compañía de Luz y Fuerza del Centro o el cierre de Fundidora de Monterrey un 10 de mayo?
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las OSC aportan el 3 por ciento del Producto Interno Bruto y dan empleo a más de dos millones de personas, el 6.5 por ciento de todos los puestos de trabajo del país que, en el rubro específico, el 43.3% lo aportan las mujeres organizadas. Considera otras de educación o investigación, como el Centro de Investigación y Docencia Económicas, AC (CIDE).
A este ritmo, el sistema presidencial sí que ha logrado encaminar su proyecto concentrador: ya desapareció el Programa de Coinversión Social, el apoyo a las infancias, Proméxico, el Fondo Nacional del Emprendedor, el Programa Anual de Estímulos a las Manifestaciones Culturales y del Patrimonio, Atención a Personas con Discapacidad, Abasto Social de Leche (de Liconsa), Abasto Rural (de Diconsa), el Fondo Nacional del Fomento a las Artesanías, Inclusión Social, y Seguro México Siglo XXI.
Indesol fue reducido a Dirección General para el Bienestar y la Cohesión Social, con la responsabilidad del registro de las OSC. ¿Qué pasará con la Comisión de Fomento de las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, que tenía por objeto la coordinación en el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las acciones y medidas para el fomento de las actividades establecidas en la Ley de Fomento?
Se elimina el organismo gubernamental encargado de la relación con las OSC. Es un jaque mate. En la picota están Inmujeres, Sipinna y Conapo. En peligro la Clave Única de Inscripción (CLUNI), la Secretaría Técnica de la Comisión de Fomento de las Actividades de las OSC. Más los empleos y las instalaciones.
Me parece una aberración, porque la política con las OSC, respaldada por ley, se borra sin miramientos. La información y los datos de todas las organizaciones van directo a gobernación, tanto como su historial de proyectos y recursos. ¿Será necesario ampararse? Veremos…
*Periodista, directora del portal informativo SemMexico.mx